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5 formas de ganarte la vida en la era digital sin ser un experto

Redacción | Activo$ Bolivia

(Con datos de la Red)

No todo es analítica de datos ni ingeniería computacional. La digitalización requiere todavía de determinados empleos manuales y bastante más precarios para que todo funcione correctamente. Estos son algunos de ellos.

Local Guide de Google

No es exactamente un empleo. En Google describen a los “local guides” como “una comunidad global de exploradores que escriben opiniones, comparten fotos, responden preguntas, agregan o editan lugares y verifican información en Google Maps”. A eso se dedican, a ayudar a implementar y mantener actualizados los contenidos de Google Maps.

Algunos lo hacen de forma desinteresada pensando que, con su información, contribuyen a facilitar la vida de otros; pero, para incentivar la participación, Google ha establecido una serie de recompensas a los participantes. Para ello, tienen un sistema según el cual existen 10 niveles de local guides. A mayor nivel, mayores recompensas porque aquí no se paga dinero en efectivo para preservar la neutralidad del sistema.

Así, a un ‘local guide’ se le paga con puntos, hasta un máximo de 100.000, que son los requeridos para el nivel 10, que luego pueden canjear por alguna recompensa de escaso valor como acceso anticipado a una funcionalidad de Google como 3 meses de Google Play Music hasta ofrecer un 75% de descuento a la hora de alquilar películas de Google Play o poder participar en talleres.

Además, los “local guides” también cuentan con la ventaja de poder disfrutar de eventos especiales reservados exclusivamente para ellos y contar con almacenamiento gratuito en Google Drive.

En la era digital hay varios empleos que pueden hacer a distancia y sin necesidad de mucho conocimiento especializado.

Vendedor por chat

Aquí no parece que sean necesarias muchas explicaciones para saber a lo que se dedican estas personas que, en su mayoría, trabajan a distancia. Las empresas que trabajan en esta vertical de asistencia virtual suelen ofrecer servicios a terceros basados en la generación de leads, concertación de citas, identificar clientes potenciales y cerrar ventas. En muchos casos se encargan ellas mismas de formar a los vendedores y proporcionarles un guion.

Aunque existen herramientas capaces de automatizar estas tareas, la eficacia a la hora de cerrar una venta no es la misma que mantener un ‘chat en vivo’ con una persona detrás que contesta al momento a cada interacción del usuario.

El trabajo se centra, básicamente, en abrir y mantener conversaciones a través de mensajes directos en redes sociales con potenciales clientes. Especialización en ventas o experiencia previa en ventas no se exige para presentarse a estos empleos.

Otra versión es la de trabajar para el servicio de atención al cliente, aunque algunas empresas incluyen en el mismo cargo el doble rol.

Como habilidades principales de los candidatos se piden: “ser acogedor y amigable, sentirse cómodo usando un CRM y otro software para completar las ventas y estar entusiasmado de brindar servicios de telecomunicaciones a quienes los necesitan”. 

Un ‘Netflix tagger’

Lo primero que hay que advertir en este caso es que la mayoría de las contrataciones para Netflix tagger se hacen en Estados Unidos. El trabajo consiste en pasar 20 horas a la semana viendo contenido audiovisual para, posteriormente, etiquetarlo, resumirlo y presentarlo muy bien segmentado a la audiencia y atinar con las recomendaciones.

Mal pagado no está. Aunque los Netflix tagger firman una cláusula de confidencial que les impide desvelar el salario, se habla de un sueldo que ronda los 72.000 dólares mensuales. Como conocimiento básico, se recomienda el dominio del inglés, teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de las producciones se hacen en este idioma.

Dicho así, el trabajo puede sonar atractivo, pero no olvidemos que se hacen también muchos bodrios que a la larga resultan insoportables.

Etiquetadores de IA

Algunos se refieren a ellos como los esclavos de la inteligencia artificial, con unas jornadas laborales que pueden extenderse durante más de 12 horas y con una remuneración baja. Se dedican a consumir horas de contenido, tanto audiovisual como en texto, etiquetando todo lo que escapa de ver el ojo humano. Así, la inteligencia artificial sabrá distinguir, por ejemplo, entre un bolso de mano, una mochila o una bandolera y el algoritmo de ventas que se está desarrollando y entrenado atine con las recomendaciones.

Para un coche autónomo, el etiquetado perfecto de todo lo que se encuentra a su paso puede ser crucial para que al algoritmo pueda frenar a tiempo, sortear baches o evitar otro tipo de accidentes.

El trabajo de los etiquetadores es, pues, sencillo y tedioso por repetitivo. La tarea está tan mal valorada que, según algunas fuentes, se han llegado a reclutar para estas funciones a presos en las cárceles, como se hizo en Finlandia. Mejor que picar piedra es, igual que una reinserción más adaptada a los tiempos, pero sirva también para hacerse una idea de lo que cobran los etiquetadores.

Encuestas remuneradas

Las empresas que demandan a estos profesionales suelen ofrecer servicios a terceros como estudios de mercado o análisis que miden el grado de satisfacción de clientes.

Son muchas las personas que no se molestan en contestar a los cuestionarios que les plantean las empresas, bien por falta de tiempo, bien por falta de interés. Sin embargo, cuando la consulta se remunera de algún modo bajan las reticencias, más si es algo que puede hacerse desde casa por los canales online. La exigencia formativa para el desempeño de este trabajo en muchos casos se reduce al mínimo, casi como la remuneración la cual, en muchos casos, se reduce a descuentos y sorteos.

Fuente: www.emprendedores.es