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ANA CHIPANA, el sueño hecho realidad

De niña acompañaba a su mamá a vender pan de casa en casa en la ciudad de La Paz, sin imaginarse que un día se convertiría en la “Embajadora de la Quinua”.

Redacción: Activo$ Bolivia

Siempre tenía en la mente salir de Bolivia. Uno de esos días, la mamá de su compañera de trabajo le dijo: “Ana, tú eres trabajadora, creo que te iría bien en Estados Unidos”. Esas palabras calaron en lo más profundo de su interior y desde ese entonces comenzó a soñar en viajar al país del norte.

Como ocurre en este tipo de historias, el deseo y la determinación que una persona asume en su interior conducen a lograr un objetivo. En el caso de Ana Chipana Flores, un 5 de mayo del año 2000, a sus 30 años de edad, el sueño comenzaba a hacerse realidad al pisar por primera vez la tierra de las oportunidades.

“La vida presenta constante retos; siempre busqué superarme, trabajé y estudié de noche, estudié secretariado, trabajé en distintos lugares, como cafeterías, tiendas de ropa, vendiendo libros”, recuerda Ana sobre aquellos años cuando hizo los intentos de salir adelante en su tierra natal.

Activo$ Bolivia entró en contacto con esta emprendedora boliviana, establecida hoy en el Estado de Florida, para hablar de los más importantes logros en su permanencia en el país del norte, donde, sin tenerlo planeado, se convirtió en toda una referente de la quinua, uno de los alimentos más valorados en los últimos años en los países más desarrollados del mundo.

Infancia y juventud
Un 2 de junio de 1970, en la ciudad de la Paz, llegó al mundo Ana, la hija menor de don Celestino Chipana y doña Eduarda Flores (ambos fallecidos). Tiene cinco hermanos y es la única mujer de la familia.

“Tuve una infancia tranquila, gracias a Dios. Mi mami me inculcó desde pequeña principios cristianos que fueron de gran ayuda para mi desarrollo personal. Lo que más recuerdo de mi niñez es que iba a vender pan casa por casa ayudando a mi mami. También recuerdo a mi hermano mayor, quien fue como un padre para mí; siempre procuró que no me faltase mi regalo de Navidad cada año”, relata de sus primeros años.

El fallecimiento de su madre fue un fuerte golpe para ella en su adolescencia. Por se hecho, después de terminar sus estudios de secundaria en el liceo Venezuela, decidió dar un giro en su vida y se fue a probar suerte en el trabajo en Riberalta, del departamento de Beni. Después de continuar sus estudios, trabajar en diferentes lugares y encontrar a la pareja de su vida, llegó el día de cumplir su deseo de siempre: salir de Bolivia. 

Una foto que le traen gratos recuerdos a Ana, cuando estuvo junto al astronauta Aldrin y a Travolta, hace unos años.

Tras el sueño americano
Como la mayoría de los inmigrantes en el país del norte, en los primeros años Ana Chipana trabajó limpiando casas, cuidando niños, en la cafetería de una escuela y en bienes raíces, hasta llegar a ser operaria en una empresa farmacéutica.

Sin embargo, durante la crisis económica del año 2008 fue despedida, algo que ella no lo esperaba y quedó muy afectada, sin darse cuenta que ese golpe le serviría para comenzar una nueva etapa en su vida, junto al grano de oro: la quinua.

“Cuando mi esposo se enfermó gravemente de gastritis, con el fin de que recupere su salud, volví a usar la quinua recordando las recetas de mi mamá en mi infancia”, relata Ana al recordar el verdadero inicio de su futuro emprendimiento.

De esa manera, después de comprobar que la quinua era un potente remedio, además de ser un importante nutriente, comenzó a experimentar en la cocina con diferentes preparados a base del grano andino. “Comencé preparando recetas saludables de repostería a base de la quinua. Hacía degustaciones porque me di cuenta que mucha gente no conocía la quinua, les llamaba la atención por sus beneficios, por eso las compartía en las redes sociales. De ahí nace una oportunidad de negocio, quería desarrollar mi proyecto y por eso decidí estudiar Administración de Empresas; así me formé como emprendedora”, cuenta Ana.

Ana Chipana Flores, en la actualidad, en su residencia de Florida, Estados Unidos.

En el mundo de la fama
Las oportunidades para la boliviana comenzaron a crecer cuando el gobierno norteamericano tomó en serio el tema de salud de su población, tras el crecimiento de enfermedades relacionadas a una incorrecta alimentación y el excesivo consumo de productos procesados y comida chatarra.

El momento no podía ser mejor para posicionar rápidamente la quinua, como un alimento natural nutritivo y beneficioso para la salud.

Además de la universidad, Ana siguió asistiendo a talleres de capacitación de emprendimientos de otras instituciones, como por ejemplo Hispanic Unity. Al mismo tiempo, realizada degustaciones de repostería, donde la quinua siempre brillaba por sus beneficios para la salud.

En este taller de capacitación fue premiada por la innovación en la repostería con la quinua y le invitaron al evento de gala de premiación de innovadores, donde estuvieron como invitados algunas personalidades de la farándula y televisión, como Gloria y Emilio Estefan, Samy Sosa y otros. Posteriormente salió en la prensa en primera plana en el periódico «El Sentinel» y desde ese momento logró hacerse conocer por más personas. Consciente de que era el momento oportuno, tocó puertas de más medios de comunicación para continuar haciendo conocer las propiedades de la quinua.

“Es importante primero descubrir su talento, dejarse guiar, perseverar, para llegar a la plenitud haciendo lo que a uno le encanta hacer”.

Una propia empresa
Un subsidio de $us 6.000 de la agencia gubernamental de empleos Workforce1 y una beca de la universidad Unilatina International College, en el condado Broward, Florida, le permitió estudiar Administración de Empresas.

También recibió ayuda del programa para pequeños empresarios de la organización Hispanic Unity of Florida. De esa manera, en 2010, aún estudiando, fundó Wara Quinoa Organic Bakery, un emprendimiento propio donde elabora y entrega a pedido productos a base de la quinua.

“He seguido trabajando dando servicios de Catering para reuniones de empresas, pero por esta situación del corona virus este tipo de negocios se ha visto muy afectado; sin embargo, sigo perseverando”, comenta Ana a Activo$ Bolivia.

Con toda la experiencia de su trayectoria en Estados Unidos, en especial en estos últimos meses dominados por la pandemia, Ana da un mensaje a los jóvenes emprendedores de Bolivia y les dice que es importante primero descubrir su talento, dejarse guiar, perseverar, para llegar a la plenitud haciendo lo que a uno le encanta hacer. “Mi Fe en Jesucristo me ha sido de gran ayuda, para mantenerme en equilibrio mental y Espiritual aun en crisis”, confiesa la compatriota al momento de hablar sobre los momentos difíciles que siempre se presentan en la vida de cada persona.

Pasos importantes
· En 2012 fue invitada parapreparar un desayuno en una conferencia para técnicos y astronautas en la NASA, en Cabo Cañaveral.

· Tuvo la oportunidad de estar junto a personalidades que siempre recuerda y destaca, como el afamado actor John Travolta y el astronauta Buzz Aldrin, piloto que pisó la Luna en la misión Apolo 11.

· El 2013 fue declarado por las Naciones Unidas como el “Año Internacional de la Quinua”. Así, Ana empieza a consolidarse internacionalmente como la “embajadora” de la quinua boliviana.

· El 20 de febrero de 2013, Ana llevó sus platillos de quinua, ante las Naciones Unidas, donde estaban el secretario general de dicha organización, Ban Ki-moon; el presidente de Bolivia, Evo Morales, y el director de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).