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Bodega Kohlberg se impone el desafío de producir singani y exportarlo

Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

Producir un singani de alta calidad para Bolivia y el mundo es el ambicioso proyecto que tiene en carpeta la tradicional bodega tarijeña de vinos Kohlberg.

Ingrid Kohlberg Castellanos, Encargada de Comercio Exterior de la industria empresa, señaló que el nuevo desafío está alentado por el comunicado oficial del gobierno de Estados Unidos que, el mes pasado, reconoció que el singani es un “producto distintivo de Bolivia” y que será comercializado en ese país bajo el sello “Hecho en Bolivia”.

La empresaria indicó que el reconocimiento es una gran oportunidad para ampliar el portafolio de Bodegas Kohlberg con la perspectiva de exportar.

Un camino de 5 años

Kohlberg afirma que la bodega de su familia cuenta con todas las condiciones para producir singani, principalmente la materia prima que es la uva moscatel de Alejandría. Además, tiene la propiedad de la hacienda donde antes se producía singani Guadalquivir.

El cineasta Steven Soderbergh supervisa el embotellado de Singani 63, el producto boliviano que comercializa en EE.UU.

Sin embargo, por tratarse de un proyecto ambicioso y que merece generar su propia línea de producción y una planificación cuidadosa, el proyecto tomará unos cinco años en consolidarse.

“Queremos producir singani no solo por las buenas condiciones comerciales que ahora tiene, sino porque su difusión lo convierte en un embajador boliviano ideal y una gran puerta para quienes quieran conocer nuestro polifacético país a partir de esta excelente bebida”, afirmó.

Impacto

Según la Federación de Empresarios Privados de Tarija (FEPT), el reconocimiento del singani aumentará las exportaciones redituando además un crecimiento económico valioso a la cadena productiva de uvas y singanis tarijeños, beneficiando a 35 mil familias de manera directa y más de 22 mil de forma indirecta.

Según la legación estadounidense, Estados Unidos importaba el 75% de las exportaciones del singani boliviano y durante la última década las importaciones crecieron en un 422%.

Se estima que con el reconocimiento de origen del singani crecerá la producción anual de uva y la cantidad de fuentes de trabajo en Tarija, Potosí, Chuquisaca, departamentos dedicados a la destilación.

En el pasado, el singani boliviano se exportaba bajo el denominativo de “brandy”, pero ahora llevará su nombre original como una bebida emblemática de la vitivinicultura de Bolivia.

Sin desmerecer el trabajo de quienes producen singani y de las gestiones realizadas por las embajadas de Bolivia y Estados Unidos, Ingrid Kohlberg Castellanos puso de relieve lo hecho por el director de cine Steven Soderbergh, quien fue –de alguna manera- artífice para introducir la bebida a los principales bares estadounidenses bajo el nombre de “Singani 63”.

Del cine a los bares

Steven Soderbergh llegó a Bolivia el año 2007 a filmar la película “Che”. En una de esas ocasiones le ofrecieron un vaso de singani, bebida que lo cautivó por su sabor, aroma y temperamento.

El cineasta no podía entender cómo esta bebida se encontraba solo al alcance exclusivo de los bolivianos y se propuso hacerla conocer al mundo para su disfrute.

Ese mismo año, inició el papeleo (que tomó siete años) para importar singani en Estados Unidos creando su propia marca, a la que bautizó “Singani 63”, y la introdujo a su país de la mano de una amplia coctelería creada para el disfrute de ese público.