Redacción: Activo$ Bolivia
Aun cuando bajó la presión de varios sectores sociales tras la promulgación de la Ley de Diferimiento de Créditos hasta el 31 de diciembre de 2020 por la presidente, Jeannine Añez, queda establecer su Reglamento en el que se prevé que no todos serán beneficiados, sí una gran mayoría, según el ministro de Gobierno, Yerko Núñez.
«Hay otras empresas grandes que no han dejado de trabajar, y no se las puede poner en la misma categoría. Lo que hemos hablado es de una reglamentación para identificar algunos sectores de nuestra población que están en la posibilidad de pagar, que son personas que sí lo pueden hacer y que no han dejado de trabajar”, aclaró Núñez en conferencia de prensa.
Adelantó que se llevará a cabo reuniones con la banca y otros sectores para elaborar dicho Reglamento.
«Se va a trabajar con el sector de los bancos, es el sector con el que tiene que haber estas conversaciones importantes y con otros sectores que el Ministerio de Economía y Planificación consideren necesario», anticipó Núñez.
Añadió que el Ejecutivo será «responsable» respecto de especificar los beneficiarios, pero insistió en que serán «las familias más necesitadas» las que se beneficien con el diferimiento de créditos.
Cabe destacar que esta Ley fue sancionada la semana pasado por la Asamblea Legislativa, en tanto la noche de este martes fue promulgada por la presidente, Jeanine Añez, tras la amenaza de varios sectores sociales de cortar las carreteras si no se promulgaba dicha Ley.
«He promulgado esta noche (ayer) la ley de diferimiento de pagos de los créditos. Es una ley que favorece a las familias ofreciendo un alivio económico en la pandemia. Juntos vamos a salir adelante», publicó Añez en su cuenta de Twitter.
Rechazo de Asoban En días pasados, cuando la Cámara de Diputados de la Asamblea Legislativa Plurinacional aprobó el proyecto de ley para ampliar el diferimiento del pago de créditos hasta fin de año, la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) rechazaba aquella posibilidad.
«La banca cumple una doble función que es la de preservar y proteger los ahorros del público y, a su vez, inyectar dichos recursos en la economía a través de la otorgación de préstamos con criterios de prudencia», señalaba el comunicado de Asoban.
Según los banqueros, un nuevo diferimiento pone en riesgo y limita, de forma considerable, su capacidad de apoyar la reactivación económica y generación de empleo, tan necesarias en esta coyuntura de pandemia que golpea a todos los sectores económicos.
La asociación también señaló que hace varias semanas la banca atiende las solicitudes de diferimiento y reprogramación de aquellos prestatarios que, producto de la emergencia sanitaria por la pandemia, tienen dificultades en cumplir con sus obligaciones. Asoban sostuvo, en ese entonces, que esta medida pone en riesgo la solidez y solvencia del sistema financiero nacional, «que se constituye en un pilar fundamental de la salud de la economía del Estado Plurinacional de Bolivia y que con tanto esfuerzo se ha construido durante las últimas décadas».