Saltar al contenido
Portada » El café devuelve la esperanza de mejorar su economía a productores de Caranavi

El café devuelve la esperanza de mejorar su economía a productores de Caranavi

La producción de café en Caranavi es un aliciente para su economía.
 

Por Edwin Miranda V. | Activo$ Bolivia – La Paz

La pandemia del coronavirus no logró suspender la producción de café en el municipio de Caranavi, por el contrario, la crisis sanitaria volcó a los productores a desplegar iniciativas familiares que derivaron en un incremento sustancial de las plantaciones. En una hectárea sembraron hasta 4000 plantines, lo que implicará que el próximo año la cosecha podría llegar a medio millón de sacos, algo nunca alcanzado hasta ahora en Bolivia.

Esta nueva realidad, alimentada por un millar de productores de café, a pesar de la crisis sanitaria, fue revelada a Activo$ Bolivia por Susana Lima, productora y alcaldesa del municipio de Caranavi.

«Como nunca antes faltaron plantines de café, era habitual que sobren, pero ahora la demanda se disparó y los sembradíos ahora pintan un paisaje asombroso en Caranavi, pareciera que recién hubiera llegado la gente al municipio, uno respira esperanza, pero, sobre todo, siente energías de prosperidad», describe Lima lo que está pasando.

El municipio ostenta el título de «Capital cafetalera del Estado», cualidad que no solo es nombre, sino un hecho histórico, pues, día a día, es objeto de una agresiva defensa de parte de los productores que encontraron en la producción de moca una alternativa efectiva para luchar contra la aguda crisis económica.

Conflictos

Mientras tanto, Lima alista acciones personales orientadas a defender el nombramiento que posee: Alcaldesa, un cargo estratégico y vital que es disputado políticamente por adversarios que impiden desarrollar normalmente las actividades en el municipio.

La crisis sanitaria no paró la producción. De hecho, la cuarentena declarada por el gobierno entre marzo y julio de 2020, hizo que el campesino dedique más tiempo a la tierra. Habilitaron en promedio media hectárea para la producción de café, situación definitivamente alentadora para el sector que, nuevamente, será puntual estratégico para reactivar la economía.

Cifras que pintan riqueza

Bolivia ostenta a nivel internacional el puesto número 10 en cuanto a calidad de producción de café. «Este lugar es único y es responsabilidad de Bolivia, mantenerlo», señala Lima.

Experta en producción de moca, Lima asegura que Caranavi maneja el 90% de la producción nacional, mientras que departamentos como Santa Cruz, Cochabamba, Tarija y Beni comenzaron a levantar la cabeza para convertirse en serios competidores.

Treinta mil sacos fue la producción más baja que tuvo el país hace tres años. En 2021 la cosecha podría arrojar un promedio de 360 a 500 mil sacos, anticipa Lima.

El café de Caranavi es definitivamente exclusivo. La producción está ubicada a una altura de 1.600 a 1.800 metros sobre el nivel del mar, cualidad que hace de la moca única en el mundo.

La producción, casi en su totalidad, sale fuera de las fronteras del país. Tiene destino los Estados Unidos y Europa donde llega a naciones como Francia, España, Alemania, Suiza, entre otros, según Lima.

Con cualidades innatas, propias de la tierra, el café que produce Caranavi llega a costar el kilo en el mercado internacional hasta 500 dólares.

El café se cosecha una vez al año y durante cuatro meses consecutivos.  Una hectárea de café, bien manejada, arroja en promedio 40 sacos de producción.

En el mercado internacional la cotización diaria del café se hace en la Bolsa de Nueva York, pero también existe otro parámetro llamado Precio Justo, que está vinculada exclusivamente a la producción orgánica.

En ambos casos, el precio promedio oscila entre 200 a 300 dólares el saco. En consecuencia, si hace números, una hectárea rinde alrededor de 3.000 dólares, «un ingreso extraordinario para cualquier productor», señala Lima.