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ENCUESTA Situación Empresarial 2020

Redacción: Activo$ Bolivia

Uno de los comentarios que más se escucha en encuentro de amigos, familias y charlas de empresarios es el siguiente: “Que termine de una vez este año, porque ha sido el peor de la historia”.

Y no es para menos. Como sea, todos esperan que llegue el 31 de diciembre de 2020 y comience a amanecer el primer día de enero de 2021, dejando atrás un año de muerte, enfermedad e incalculables pérdidas económicas para las familias, para las empresas y para los países en general.

Si bien es de conocimiento general que la pandemia del coronavirus (Covid-19) ha causado estragos en la economía mundial y en cada uno de los países, los resultados de la consulta presentados aquí revelan -con mucha aproximación a la realidad- la situación que atraviesan durante este 2020 las empresas en Bolivia, además de mostrar las perspectivas que tienen hacia el próximo año.

Muestra representativa
Mediante el presente trabajo periodístico, una de las señales que más salta a la vista es que más del 90% de los empresarios se ha visto obligado a despedir a una parte de su personal, al mismo tiempo de haber sufrido una caída en sus ventas.

Pero el dato alentador, es que una mayoría, aunque no tan grande, tiene esperanza de que en el 2021 las cosas serán mejores tanto para sus empresas como para la economía boliviana en general, gracias especialmente a la llegada de la vacuna, que frenará en seco la pandemia y dará paso a mayor confianza en la gente para producir y, por ende, trabajar en la reactivación económica.

En trabajo coordinado con la Fundación Hecho en Bolivia, representada por su Gerente General, el economista Oscar Bundía, en noviembre pasado Activo$ Bolivia procedió al envió de una boleta de encuesta orientada a más de 100 empresas que tienen su sede de operaciones en los departamentos de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.

En algunos casos, los representantes de las compañías, con un evidente ánimo decaído, prefirieron no responder. Sin embargo, tras las gestiones y llamadas del equipo encargado de realizar el levantamiento de datos y opiniones, se logró reunir un total de 80 empresas, que respondieron a las preguntas planteadas.

La muestra representativa comprende a empresas de todos los tamaños y de una diversidad de rubros o actividades económicas: Industria, Comercio, Servicios, Gastronomía y Turismo (entidades financieras, importadoras, alimentos, bebidas, hoteles, restaurantes y otras).

La boleta enviada a las compañías estuvo conformada por siete grupos de preguntas: 1) Información General (datos confidenciales de la empresa), 2) Empleo, 3) Facturación-ventas, 4) Inversión, 5) Financiamiento, 6) Índice de Confianza del Empresario, 7) Problemas.
En el primer caso, los datos proporcionados son confidenciales.
A continuación, presentamos los resultados en porcentajes de cada uno de los capítulos en cuestión.

Despido de personal
En el capítulo II), sobre EMPLEO, la primera pregunta lanzada fue:
¿En el año 2020, el número de su personal empleado: Aumentó; No cambió; Disminuyó?

Como era de esperarse, por efecto de la pandemia y las medidas restrictivas de las cuarentenas rígidas y flexibles, en la gestión 2020 el 96% de las empresas consultadas respondieron que se vieron obligadas a despedir a una parte de su personal, en porcentajes que en promedio van desde un 10 hasta un 50%, en los casos más extremos.

En cuanto a la segunda pregunta: “En el año 2021, considera que el número de su personal empleado: Aumentará, No cambiará, Se reducirá?, se obtuvo como resultado algo alentador, que un 51% de los empresarios respondieron que aumentará el número de sus trabajadores, mientras que un 46% dijo que no cambiará.

Al respecto, el economista Oscar Buendía señala que la dinámica económica en el mercado interno boliviano está explicada por lo que ocurre con la disminución de la demanda provocada por la pandemia y una de las variables macroeconómicas en el corto plazo es el empleo.

“Cerca del 96% de las empresas entrevistadas han tenido un comportamiento adverso en su personal. Por lo tanto, según la percepción de los empresarios entrevistados, han tenido una drástica disminución de su personal”, explica el economista.

Coronavirus economic impact concept image

Caída de las ventas
En el tercer capítulo, sobre FACTURACIÓN-VENTAS, el cuestionario estuvo compuesto de la siguiente manera: ¿En el año 2020, su nivel de ventas: Aumentó, No cambió, Disminuyó?

De los 80 empresarios consultados, el 96% respondió que disminuyeron sus ventas en la gestión 2020, mientras que sólo un 3% dijo que no cambió y el 1% señaló que logró aumentar su facturación.

Respecto a las expectativas, la segunda pregunta fue: ¿Cómo cree que se comportará el nivel de ventas en el año 2021? Hay un optimismo generalizado en una gran mayoría, puesto que un 84% de los empresarios respondió que el próximo año creen que subirán sus ventas, mientras el 16% considera que no cambiarán.

“Las ventas son la razón de ser de las empresas y por la situación económica en Bolivia, las compañías han sentido la disminución de la demanda, de tal manera que las ventas se han visto afectadas en un porcentaje considerable, por lo que el 96% de los empresarios consultados dijeron haber disminuido sus niveles de facturación”, explica sobre este punto el ejecutivo de la Fundación Hecho en Bolivia.

Año sin inversiones
En el capítulo IV), sobre INVERSIÓN, la pregunta realizada fue: Durante el año 2020, aumentaron sus inversiones en edificios, maquinaria y equipo?

Nuevamente, una enorme mayoría, un 89%, respondió que no realizó ninguna inversión este año, sólo un 11% pudo disponer de capital, probablemente en proyectos que ya tenían planificados ejecutar en esta gestión.

Frente a la pregunta: Espera aumentar sus inversiones durante el año 2021?, sólo un 5% señaló que SI, mientras que el 49% respondió que NO, en tanto que el 46% dijo que no sabe.

“Es razonable que si hay una disminución del empleo y las ventas es porque no han existido nuevas inversiones. Los empresarios se han visto impedidos de mejorar la dinámica económica y contribuir al aumento del producto interno bruto, es por eso que el 89% de los empresarios opinaron no haber realizado nuevas inversiones en la gestión 2020”, interpreta Buendía.

En cuanto al año 2021, las compañías tienen una expectativa muy conservadora, la mayoría prefiere esperar a ver cómo reaccionará la economía en los primeros meses del año, tras la llegada de la vacuna y las medidas que asuma el gobierno.

De los pocos que hicieron inversiones, se puede observar que sólo el 1% opinaron haber invertido entre más de 1 y 3 millones de dólares; el 1% de 500.000 y 1 millón de dólares; el 4% de 50.000 y 500.000 dólares; el 5% en un rango de 10.000 y 50.000 dólares. 

Financiamiento difícil
El capítulo V) estuvo referido al tema del FINANCIAMIENTO, donde la primera pregunta fue: Durante el año 2020, sus niveles de financiamiento Aumentaron, No cambiaron, Disminuyeron?

En este caso, el 39% de las empresas tuvieron que recurrir a financiamiento para cumplir obligaciones inmediatas, emergentes de la pandemia, en tanto que el 59% de los empresarios dice que no recurrió o no pudo lograr un financiamiento bancario.

En la segunda parte, se le preguntó al empresario: ¿Cómo conceptúa el nivel de acceso al crédito bancario y financiero durante el año 2020? En este caso, un 35% respondió que fue más restrictivo que el año pasado.

Sobre este punto en particular, los empresarios expresaron en reiteradas ocasiones que este año encontraron mayores dificultades para obtener un financiamiento en los bancos, puesto que se presentaron fuertes condicionantes, al extremo que hubo casos en los que se les pidió disminuir sus costos, entre ellos la reducción de personal en sus planillas.

Índice de confianza
En el capítulo VI), sobre ÍNDICE DE CONFIANZA DEL EMPRESARIO, se plantearon cinco preguntas cuyos resultados se muestran en el cuadro a continuación.

Problemas para el empresario
Finalmente, en el capítulo VII) PROBLEMAS, los empresarios puntualizan un conjunto de dificultades que confrontaron en la presente gestión que está cerca de llegar a su fin.
Entre los factores de freno mencionados se encuentran los siguientes:
Pandemia con cuarentena en todo el país.
Conflictos sociales con bloqueos
Caída de las ventas por la pandemia
Ahorro de las familias por la crisis económica
Incertidumbre por la situación política y social
Paralización del pago e inversión pública
Paralización de la producción por la cuarentena
Cubrir sueldos de planilla sin haber tenido ingresos
Temor al contagio
Acumulación de pasivos
Falta de demanda por falta de trabajo Aumento de deuda por costos fijos.

Inicialmente se había pronosticado que este año 2020 el PIB boliviano sufriría una caída de más del 11%, pero en los primeros días de diciembre el gobierno revisó los datos y reveló que la caída será menor a lo previsto, algo más del 8%.

Escenario nacional
“El crecimiento económico esta explicado por el Producto Interno Bruto (PIB), que es el valor que produce un país. En los últimos cuatro años, el PIB en Bolivia se ha ido desacelerando en forma sostenida, es así que el año 2019 terminamos con un crecimiento del PIB de solamente el 2,22%. Este descenso ya fue una señal de crisis”, sostiene el economista Oscar Buendía, de la Fundación Hecho en Bolivia.

Agrega que, según la publicación del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), al mes de septiembre de 2020, el Índice Global de la Actividad Económica (IGAE), que es un indicador de corto plazo de la actividad económica, registra una tasa de variación acumulada negativa de 10,40% con relación a similar periodo de la gestión 2019.

“Se debe señalar que esta tasa es ligeramente superior a la observada en junio de 2020 (-11.11%), debido esencialmente a la reducción gradual de las restricciones sanitarias impuestas”, señala.

Las cifras de variación del IGAE a similar periodo durante la aplicación de las medidas de cuarentena, muestran que las mayores caídas de la actividad económica se registraron en el mes de abril y fueron en: minería (-94,35%); construcción (-73,65%), que es la que encadena y jala al resto de los otros sectores; y transporte y almacenamiento (-44,08%).

“Por lo tanto, Bolivia al igual que los países del resto del mundo, por la crisis sanitaria que ha provocado una crisis económica el año 2020, terminará confirmando la recesión de la actividad económica y es visible en términos de producción, empleo, renta real y otros indicadores”, finaliza el economista.

Opinión empresarial
El sector privado boliviano está terminando la gestión 2020 con una preocupación generalizada, ya que las ventas y el empleo en el 96% de las compañías entrevistadas disminuyeron.

Esto implica que, en promedio, las ventas en cada empresa han disminuido en cerca del 24%, explicadas por la disminución de la demanda a consecuencia directa de la pandemia del Coronavirus con cuarentenas rígida y flexibles, con alrededor de 90 días de encierro, y por los conflictos sociales con bloqueos.

Asimismo, esto explica que el 89% de las empresas opinaron que no hicieron nuevas inversiones y más por el contrario, el 39% de los entrevistados, realizó mayor esfuerzo en aumentar su financiamiento para hacer frente a sus compromisos inmediatos.

Las perspectivas para el año 2021, derivadas de la opinión empresarial, prevén que el empleo y la inversión aumentarán de acuerdo a la recuperación de la economía en general.

Sin embargo, según los empresarios privados entrevistados, se percibe todavía desconfianza para realizar inversiones, prefieren ser prudentes y hacer el mejor uso de sus recursos en función de la atención del gobierno con medidas de apoyo al sector productivo, desde las instituciones estatales que tienen que ver con los servicios de desarrollo empresarial, las políticas salariales, el control en el mercado interno, el contrabando, buscando disminuir la competencia desleal.

Al tercer trimestre del presente año 2020 (de enero a septiembre), las exportaciones bolivianas, que representan los ingresos de un país, cayeron un 29% respecto a similar período de la pasada gestión, es decir de $us 6.574 millones a 4.691 millones.

Confianza y expectativas
El cuadro 2 resume y explica por sí solo la confianza de los actores económicos y lo que se debe tomar en cuenta es muy importante para el corto y mediano plazo.

Una economía sana requiere un buen nivel de inversión y consumo, que el dinero corra de mano en mano y las transacciones se sucedan sin mayores inconvenientes. Para eso, es necesaria la confianza. Una caída de la confianza en el desempeño a corto plazo de la economía tiene serias consecuencias para los bolivianos. Cuanto más bajo se encuentre el nivel de confianza, menor serán los niveles de consumo e inversión, analiza el economista Oscar Buendía.

“Debería desarrollarse una política clara del Estado que enfoque EL ESFUERZO DE TODOS PARA TODOS, impulsando la oferta nacional de bienes y servicios nacionales, lo que reactivará la economía en el país”, opina el Gerente General de la Fundación Hecho en Bolivia.

En conclusión, según la percepción de la mayoría de los empresarios encuestados, con la llegada de la vacuna en los primeros meses del próximo año 2021, además de la estabilidad política y social, será completamente seguro el comienzo de una verdadera reactivación de la economía nacional.