Redacción: Activo$ Bolivia
Noventa por ciento de negocios gastronómicos en riesgo, 55% con deudas, 30% quebrados, 90% con recorte de personal, entre otras cifras demoledoras, es la situación de los empresarios gastronómicos de Cochabamba que hoy se declararon en emergencia, exigiendo a las autoridades les permitan trabajar los domingos para no sucumbir ante la crisis económica y sanitaria.
La declaratoria ocurre como secuela de las restricciones establecidas por el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), que impide la actividad gastronómica los domingos.
En ese sentido, la Asociación de Empresarios de Restaurantes y Ramas Afines (Aserac) se declaró en emergencia, pues la afectación económica amenaza con recorte de fuentes laborales e incluso quiebre de restaurantes, asumiendo que en Cochabamba el domingo es el día de mayor venta.
Ventas caen 40%
«Nos llama la atención que pese a las reuniones que hemos tenido con las autoridades locales se saquen medidas restrictivas en el día que nosotros más vendemos y más aún nos llama la atención que se coordine con otros sectores como los comerciantes y transporte informales y no se apoye al empresariado», protestó la presidenta de la Aserac, Vivian Cardona.
Reveló que las ventas en el rubro bajaron 40% durante los últimos 10 meses, defendió que los restaurantes no son focos o centros de contagio, porque han ido implementando y coordinando todas las medidas de bioseguridad para el personal y los clientes.
200 mil familias en riesgo
El vicepresidente de Aserac, Tony Salazar, pidió a las autoridades que los dejen trabajar a puerta cerrada los días domingo e indicó que más de 200 mil familias dependen de cinco mil establecimientos gastronómicos en Cochabamba.
A tiempo de hacer un llamado a la reflexión a las autoridades, recordó que durante los 10 meses el sector ha priorizado la salud, pero se ve afectado con las restricciones sin recibir ningún apoyo.
«Debemos llamar a la reflexión a las autoridades, no maten la Capital Gastronómica, hemos sido ya afectados por más de 10 meses», imploró.
Por su lado, el presidente de la FEPC, Javier Bellott, reclamó a las autoridades la falta de predisposición para controlar la pandemia y al mismo tiempo cuidar la economía, pues las medidas no fueron coordinadas con sectores altamente sensibles y bajo un principio de equidad.
Recordó que sectores como el gastronómico son los que actualmente dinamizan la economía, motivo por el cual pidió a las autoridades una reunión con carácter de urgencia.
El presidente de la Asociación de Delivery Cochabamba (Adeco), Grover Méndez, también pidió que se escuche al sector y pidió agotar las vías de conciliación para que puedan trabajar los días domingo haciendo el servicio de transporte de comida con todas las medidas de bioseguridad.