Redacción: Activo$ Bolivia
A pocas horas de haber sido posesionado nuevamente como Gerente General de Boliviana de Aviación (BOA), Ronald Casso relató hoy los momentos difíciles que le tocó vivir a él y a su familia, tras dejar la empresa a causa de la salida del gobierno de Evo Morales en noviembre del año pasado.
«Ha sido muy triste vivir acosado, yo he sido acosado de forma muy dramática. Bueno… no es el objetivo quejarme, pero mi familia ha vivido momentos muy duros, no fue fácil vivir en esas condiciones. He estado en mi casa con una vagoneta de la Fiscalía afuera, pero he estado todo este tiempo en mi casa, ha sido muy duro para mí y para mi familia», manifestó.
De esa manera se refirió a las acusaciones y amenazas de procesos que recibió de parte de las autoridades del Gobierno transitorio de Jeanine Añez, a partir de noviembre del pasado año, por supuestos malos manejos en la línea bandera nacional.
«Es evidente que se me han hecho una serie de acusaciones, una serie de calumnias, dolorosas, tristes, para la familia y para la gente que me conoce… ha sido muy triste escuchar eso, pero sabemos que ha habido un objetivo al tomar la empresa, el objetivo era cerrarla, eso está claro. Y no lo digo yo solamente, hay muchos indicios de eso», reveló Casso.
Mencionó que el indicio más evidente del manejo económico es que se tomó un estado financiero y se hayan hecho aparecer deudas de otros años, inflando los estados financieros de forma negativa.
«Eso está en las auditorías elaboradas por ellos mismos (las autoridades anteriores) y hoy son ítems abiertos que los tendrá que analizar la Contraloría, pero ésa era la estrategia. Y luego, la desviación de las rutas, el repliegue en pleno diciembre de las rutas rentables ha beneficiado a la competencia y eso también es absolutamente evidente», agregó.
En la oficina central de BOA en Cochabamba, donde a partir de hoy comenzó a trabajar nuevamente después de que fuera alejado de su cargo tras los sucesos de octubre y noviembre del año pasado, Casso explicó a Activo$ Bolivia la situación crítica en la que se encuentra hoy la línea bandera nacional.
Según datos preliminares, dijo, la aerolínea estatal tendría pérdidas de Bs 230 millones. «Va a ser muy duro administrar la empresa», señaló el ejecutivo que fue en la práctica el que creó la compañía aérea estatal.
Aseguró, entre otras cosas, que es posible recuperar la aerolínea con tres medidas urgentes: 1) reponer el servicio; 2) ejecutar una reingeniería interna; y 3) trabajar de manera integrada con el aparato productivo del país.