Redacción: Activo$ Bolivia
Previo a la pandemia, Santa Cruz estaba terminando de recobrar todas fuerzas después de los conflictos sociales de octubre y noviembre, tras las elecciones presidenciales. Pero la llegada de la pandemia provocó la paralización de casi todas las actividades, siendo el rubro gastronómico el más golpeado.
“Los días previos a la cuarentena rígida hubo 50% de baja en la atención, porque la gente tenía miedo, y después tuvimos que parar y cerrar completamente durante más de un mes. Pero en Santa Cruz fuimos los primeros en el país en hacer gestiones para atender por delivery”, explica Fernando Medina, presidente del rubro gastronómico de la capital oriental, quien también es gerente de la Casa de Camba. En el caso de La Casa de Camba, Medina comenta que la gente está respondiendo muy bien. Si bien antes de la pandemia atendían a unas 600 personas por día, ahora están recibiendo a sólo un 25 a 30% de la capacidad total, pero que es un porcentaje muy importante para esta empresa.
“La gente está acudiendo relajada, bastante feliz. Antes estaban 40 minutos, ahora se quedan una hora a una hora y media. Se juntan gente del trabajo, familias enteras. El restaurante es grande y las mesas están distantes unas de otras, además que tenemos todos los protocolos de bioseguridad”, explica Medina.
En el primer mes de reapertura en medio de la cuarentena dinámica, La Casa de Camba atiende con su menú completo, aunque por ahora sólo acude la gente de la ciudad, mientras que los visitantes de otras ciudades de Bolivia aún no están llegando.
“Sabemos que lo primero en abrirse será el turismo nacional y nuestra recuperación será rápida en comparación a otros negocios poco establecidos”, señala Medina.
Si bien todo el rubro gastronómico en Santa Cruz ha tenido que reducir su personal, Medina considera que a partir de ahora se va a dar una recuperación de las fuentes de trabajo de manera gradual y más rápida que las ventas y los ingresos de los restaurantes.
En Santa Cruz, donde la pandemia golpeó con mayor dureza, desde el 28 de abril los restaurantes atendieron con delivery, pero lograron vender sólo un 10% de lo que normalmente vendían. Desde el 3 de agosto, Santa Cruz también fue la primera en abrir los restaurantes, pero sólo los locales abiertos o que tengan galerías, y esos representan no más del 20% del rubro gastronómica en esta capital.