Redacción: Activo$ Bolivia
«Todas las personas viven en una silenciosa programación mental engañosa. La sociedad no está construida para que cada uno de nosotros cumplamos nuestros sueños. El primer mal está en nuestra educación básica, que nos uniformiza y nos inculca a todos el mismo programa mental: al que no colorea dentro de las líneas, se le da un tirón de orejas; al que se aparta de la fila, se le castiga; al que pregunta demasiado, se le calla la boca; al que da respuestas imprevisibles, se le ridiculiza; y al que se sale de las reglas, se lo castiga mirando la pared”.
Con estas palabras, el orador canadiense Robin Sharma, autor de varios libros sobre liderazgo y motivación personal, explica el funcionamiento del sistema educativo actual. Para él, si bien los tiempos cambiaron y la tecnología es parte de la vida diaria, el sistema escolar todavía no evolucionó, se quedó en el siglo XVII, porque continúa con los mismos patrones de moldeamiento. Eso, según el experto, es parte del sistema social que se vive actualmente, es decir, la sociedad está estructurada de esa forma, por eso admite que la educación, siendo un pilar para su construcción, continúe de esa forma.
Bajo esa línea, Sharma dice que el objetivo del sistema educativo es que no salgan piezas defectuosas, a fin de estandarizar el proceso de educación y que nadie destaque por algo, porque la diferencia siempre incomoda. La finalidad, acota, no es otra que reconducir a las personas todas al mismo programa mental, ya que controlar a la masa siempre es más fácil que controlar a las personas, una a una. Esta industrialización del proceso educativo, en el que se fabrican niños al por mayor, hace que poco a poco muchos tipos de personalidades queden anuladas al serles arrebatadas su singularidad, para pasar a ser parte de la uniformidad del rebaño. El resultado, indica el experto, vidas cortadas por el mismo patrón, que desembocan en una insatisfacción crónica que dura toda su vida.
Salir de la programación
Para realizar una verdadera transformación en el sistema educativo, Sharma describe un primer gran salto que la humanidad debe hacer. “El primer reto que deberíamos tener todos, es salir de esa programación que la sociedad impuso sobre cada uno de nosotros, aceptar que nos fue impuesta para cumplir estándares absurdos que nos llevan al conformismo y a la mediocridad. Descubrir nuestra singularidad debe ser para vivir la vida que realmente deseamos vivir. La principal razón por la que desperdiciamos tiempo con pensamientos pequeños es porque no hemos identificado nuestros grandes sueños”.
Sharma reflexona que esa revolución en el sistema educativo cambia el esquema de vida, porque la persona se ve aturdida, sin un horizonte, sin propósitos claros de vida, porque ha sido moldeada a imagen y semejanza de la sociedad. Una persona que anda despistada con las metas que quiere conseguir y sus prioridades, es una persona que desperdicia mucho tiempo, esfuerzo y energía. Va dando tumbos de un lado para el otro, y así es imposible avanzar y marcar una diferencia.
“Cuanto más claras se tienen las cosas, más fácil es tomar decisiones y diseñar acciones que permitan su consecución, todo lo que te acerca a tus metas, es positivo, todo lo que te aleja de ellas es negativo. El tema no es para que se lo tome a la ligera, porque el que no sabe lo que quiere, acaba donde no quiere estar”, agrega.
Entonces, como dice Sharma, si una persona está enfocada en sus propósitos y metas, será más fácil lograr el éxito que desea alcanzar, por ello es importante tomarse el tiempo necesario para saber si uno está haciendo lo correcto o re-evaluar la situación y caminar por otro rumbo, para ser felices.
Otro consejo del motivador y coach personal es estar activo de mente y de espíritu, para conseguir que aquello que uno se propone tenga el resultado esperado. El salir del conformismo y de la rutina de la vida, explica, es lo que diferenciará la vida de éxito de la vida común y corriente.
Sentir incomodidad
Muchos mentores y motivadores en el mundo señalan que es necesario salir de la zona de confort en la que uno se encuentra. En esa línea, Sharma dice que “sólo puedes crecer si estás dispuesto a sentir incomodidad al probarlo o hacerlo. Casi siempre, en aquello que te apetece hacer, en aquello que más miedo te da hacer es donde está tu mayor crecimiento. Cada vez que sientas miedo, date la en hora buena, porque ésa es una ocasión para crecer y evolucionar. Si tu vida es demasiado fácil, probablemente estás estancado, vives de manera rutinaria, repites comportamientos que están automatizados y, por tanto, no tienes más experiencias y acumulas más años repitiéndolos».
Para cerrar, Robin Sharma indica que el éxito proviene de la diferencia. Si una persona ofrece lo mismo, hace lo que hacen los demás, entonces nada pasará y seguirá por la senda equivocada. Como él dice, uno puede ser original o ser fotocopia. Y si uno desea ser exitoso, hay que ser único, inspirador, ser una persona que vea la realidad y dé una utilidad práctica a las situaciones de la vida cotidiana. «Ser diferente supone eso, arriesgar, salirse del discurso tradicional y salirse de lo que comúnmente piensa la mayoría. Dedicarse a copiar sólo permite estar en el pelotón; es tu momento, es el día perfecto para empezar el camino a tu verdadero éxito. Te espero en la cima, sé que llegarás porque llegaste hasta aquí (leyendo este artículo), y descubriste lo que muchos no descubrirán en toda su vida», concluye Sharma.