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La quinua vuelve a tener amplia demanda internacional y excelentes expectativas

La producción de quinua en Bolivia sigue siendo sustentable.

Tania Peñaranda Q. | Activo$ Bolivia – Santa Cruz

Según el informe del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), durante el último quinquenio, las exportaciones bolivianas de quinua sumaron 435 millones de dólares por la venta de más de 150 mil toneladas; a partir de 2018 se registró nuevamente un incremento en el valor de las exportaciones de quinua debido a la mejora de los precios de venta. A septiembre de 2020, las ventas externas del grano de oro subieron 4% en valor y 17% en volumen, comparado con el mismo período de 2019.

«La venta de quinua incrementó a partir de 2013 cuando fue declarado el Año Internacional de la Quinua (AIQ), en reconocimiento a los pueblos andinos que mantuvieron, controlaron, protegieron y reservaron la quinua, debido a sus bondades nutricionales, adaptabilidad a condiciones extremas de factores abióticos y porque es un producto milenario», indica el ingeniero y enlace técnico regional Oruro del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), Wilser Gonzales Viza.

Este alimento genera mayores divisas, es el cultivo menos investigado de manera seria y real, además las inversiones son las más limitadas hoy en día, cosa que, con el trigo, maíz, arroz y soya, es la de mayor importancia, pero económicamente son las que generan menores costos en mayores superficies de suelo, donde ambientalmente no son viables por ser cultivos convencionales.

No obstante, la producción de quinua en el altiplano boliviano está sujeto a condiciones agroclimáticas, principalmente por el factor de la lluvia y/o humedad como también la helada, que es determinante. El 30 y 31 de octubre de este año afectó en algunas zonas hasta un 100% en general.

Campo de producción de quinua en el altiplano boliviano. (Foto: INIAF)

Mercado internacional

Para el IBCE los principales compradores de la quinua boliviana son Estados Unidos con una participación del 44% sobre el total exportado, seguido de Francia (11%), Alemania (10%), China (7%) y Canadá (6%). Además, entre más de 100 países importadores de quinua, los mayores compradores se encuentran en Norteamérica y Europa.

La quinua es denominada el «grano de oro» al poseer importantes propiedades alimenticias, además que en Europa es considerada un «manjar» por ser un producto casi exótico, mientras en Bolivia es poco valorada en el consumo diario, al no existir una cultura gastronómica extendida en tal sentido.

La quinua ocupa la sexta posición dentro de la oferta exportable no tradicional del país, y va destinada a gente interesada en la «alimentación saludable». Este cereal tiene una amplia demanda internacional, principalmente en Estados Unidos y Europa, quienes pagan un alto precio por ella, en especial por la «quinua real».

La expectativa de consumo de este alimento tiende a un aumento. La tonelada de quinua estuvo comercializada por encima de los $us 3.000 en el pasado inmediato, casi tres veces su precio de hace 10 años. Con adecuados incentivos para mejorar las condiciones y las técnicas de producción en el país, con miras a incrementar los volúmenes de producción de quinua y su exportación con valor agregado desde Bolivia, se podría mejorar drásticamente la calidad de vida de los agricultores en el Altiplano, sostiene el Instituto Boliviano de Comercio Exterior.

La quinua es valorada en mercados europeos.
 

Clases de quinua

Las hay como la Real Blanca, Real Mañiqueña, Real Puñete, Real Anocarcayu, Real Pandela, Real Toledo, Real Ayrampu, Real kellu, Real Utusaya, Real Rosa Blanca, Real pisankalla, Real Negra, Jacha Grano, Sajama, Chucapaca y Chillpi, entre otras; pero, en la familia de las chenopodiaceas, donde está la quinua, muchos la confunden con la ajara y koytu. En el Banco de Germoplasma Nacional hay más de 300 accesiones como material inicial de estudio.

«Está la glumeruladas y amarantiformes por su panoja, además existen atípicos que se constituye como material de nuevas variedades. Todas las variedades son buenas de acuerdo con el ecosistema factor biótico y factor abiótico como también desde el punto de vista medicinal», explica ingeniero y enlace técnico regional Oruro (INIAF).  

Hay que destacar sus propiedades nutritivas, es un alimento completo. Hasta antes de 1960 los habitantes de las zonas quinueras del intersalar sólo podían vivir consumiendo quinua, papa y carne de llama, pero transformando en diferentes subproductos como harina, pito, mucuna, pan y otros, esto se lo consumía con chuño, charque y con eso vivían bien. Actualmente con la «modernidad», los parámetros de medición para el vivir bien y más la globalización se ha hecho vulnerable.

Añade que la quinua tiene todas las propiedades nutricionales requeridas para el cuerpo humano: aminoácidos, vitaminas, minerales y energéticos, que puede reemplazar a una dieta recomendada.

La ciencia todavía no ha explicado el valor alimenticio en su cabalidad, porque hablar y consumir quinua no sólo es quinua blanca, roja y negra, sino el conjunto de variedades, lo mismo es con las papas, así que esta combinación, más con la carne de llama, es igual a vida sana. Actualmente, el índice per cápita de consumo en Bolivia está alcanzando a 2 kg por persona al año. 

Producción

«La quinua real es un cultivo domesticado por nuestros antepasados hace 1500 años antes de Cristo aproximadamente y la cultura Tiahuanacota ha logrado diversificar y mejorar genéticamente. En el aspecto de la agronomía, la producción era de manera intensiva. Se presume que los rendimientos alcanzaban de 2 a 3 kg/m2. Hasta los años 1960 los rendimientos alcanzaban un promedio de 500 gramos /m2 y en la actualidad con la tecnología foránea los rendimientos alcanzan un promedio de 60 gr/m2», resalta Gonzales.