Por Edwin Miranda V. | Activo$ Bolivia – La Paz
«Barbaridades», así calificó el Ministro de Planificación del Desarrollo, Gonzalo Quiroga, un reciente descubrimiento que hicieron en las oficinas centrales del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas donde el entonces titular de esa cartera ministerial, durante 12 años, Luis Arce Catacora, tuvo a su servicio personal un dentista, un chef y un gimnasio particular.
«Hoy nos hemos enterado de una serie de barbaridades que hay dentro del Ministerio de Economía y Finanzas que quedaron pendientes de solucionar, por ejemplo, no sabíamos que había un chef, un dentista, pero además un gimnasio», reveló la autoridad.
Según Quiroga, seguramente todos estos servicios personales, fuera de norma, «originaron significativos gastos económicos al Estado».
Las revelaciones surgieron después que Quiroga asumió el despacho de Planificación hace pocas horas en sustitución de Branko Marincovik que fue designado como nuevo Ministro de Economía tras la salida intempestiva de Oscar Ortiz a principios de semana.
Alfombras persas y muebles caros
Las irregularidades en el Ministerio de Economía, estando Arce como titular, fueron denunciados incluso durante el gobierno de Morales.
En octubre de 2016 estalló un escándalo de proporciones cuando se conoció la intención del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, siendo el titular Luis Arce, de comprar 33 alfombras, «preferentemente provenientes de Irán o India», por un valor de 233.160 bolivianos, para el nuevo edificio de esa cartera de Estado que estaba aún en construcción.
Así lo establecía el Documento Base de Contratación para Adquisición de Bienes y que desató la polémica y las críticas de la oposición por tratarse de «gastos superfluos» en un contexto de crisis económica internacional y de caída de ingresos en el país.
La suspensión del proceso de compra de las alfombras no frenó la polémica y, más bien, permitió a la opinión pública conocer otros detalles del equipamiento del nuevo edificio del Ministerio de Economía.
El 20 de octubre, el entonces diputado opositor, Wilson Santamaría (UD), denunció la existencia de un contrato por 9,4 millones de bolivianos para la dotación de mobiliario, autorizado y firmado por el ministro Arce.
El contrato estaba firmado entre el Ministerio de Economía y Finanzas y la empresa Marelli. Ambos casos nunca fueron esclarecidos. Entre los muebles listados en el documento se encontraban algunos que superaban los 50.000 bolivianos, como una mesa de reuniones para 30 personas, escritorios y sillas.