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Manzana40, la materialización de un sueño de hace más de 50 años

Sandra Arias L. | Activo$ Bolivia

La noche cruceña del 6 de septiembre, un evento muy bien concebido y un espectáculo de luces marcaron la inauguración de Manzana40, la plaza empresarial más grande del país, que iluminó completamente sus dos torres de 30 pisos para la ocasión. “Era el sueño de mis abuelos desde hace más de 50 años y se materializó en estos últimos cinco años”, cuenta Sebastián Handal, gerente de Marketing de la empresa.

El terreno, ubicado en la zona de Equipetrol, pertenecía a la familia Handal, que siempre tuvo en mente hacer algo en grande. La idea final fue desarrollada por José Luis Handal y Patricia Handal, del Grupo H, junto a sus socios del Grupo Las Lomas, Juan Carlos Zurita y Boris Marinkovic.

Los miembros del directorio de Manzana40 en la inauguración de la plaza empresarial, en Santa Cruz.

Sebastián Handal cuenta que la idea surgió porque no había en el país un edificio de oficinas que ofreciera amenidades adicionales, por eso Manzana40 tiene gimnasio, auditorio, centro de eventos, bares y restaurantes, todo en el mismo lugar y de la mano de lo último en tecnología.

“Es como vivir en una urbanización. No se compra un metro cuadrado, sino un montón de amenidades adicionales”, explica.  

El nombre de Manzana40 tiene relación con la manzana 1, que es el centro cultural de Santa Cruz. Las torres están ubicadas a 40 manzanas de distancia y representan el corazón empresarial de Santa Cruz.

La respuesta del público empresarial fue óptima. Sergio Handal dice que la torre 1 tiene casi el 100% de oficinas vendidas y la torre 2, destinada al alquiler, tiene el 70% de sus oficinas alquiladas. El costo de cada oficina a la venta es variable porque depende de la ubicación, la vista y otros aspectos, pero el rango de precios está entre los 2.800 y los 3.400 dólares por metro cuadrado.

Manzana40 tiene más de 250 oficinas con tamaños desde 60 a 960 metros cuadrados, 860 parqueos, espacios comerciales, piso médico que agrupa consultorios, una terraza con gimnasio, auditorio, salas de reuniones, cafetería y un Boulevard Gastronómico con la presencia de franquicias internacionales.

El monto de la inversión fue de aproximadamente 70 millones de dólares.

Un nuevo horizonte

En Santa Cruz suelen hacer las cosas con espectacularidad y la inauguración de Manzana40 fue una muestra de esa habilidad para dar realce a los eventos. El concepto era muy interesante: en el piso 7 hay dos terrazas conectadas entre sí por un pasillo, una de ellas estaba decorada evocando a la Santa Cruz de antaño y la otra, donde fue el acto central, estaba decorada con elementos de modernidad para reflejar a la Santa Cruz del presente porque ese es el espíritu de Manzana40: reflejar la identidad de Santa Cruz y destacar la capacidad de la gente para hacer cosas en grande.

La historiadora Paula Peña dio detalles de cómo era Santa Cruz y cómo fue evolucionando. Cuando llegó el momento de hablar del presente, un dron recogió de la terraza “de antaño” una gran manzana azul brillante y la depositó en lo alto de una de las torres. Un escalador, muy bien equipado, la recogió y fue el encargado de bajarla hasta el escenario, donde los miembros del directorio de Manzana40 esperaban para ponerla en un podio y así simbolizar que el pasado es muy importante porque le abre las puertas al futuro.

“Acá es cuando las paredes, los techos y los pisos se tornan en magia. Acá es donde surge la verdadera alquimia, cuando los elementos se transforman y de su conjunto surge la belleza. Belleza pensada por arquitectos e ingenieros, por personas como nosotros que, por un instante, vislumbraron estas torres creando un horizonte nuevo, un ícono que ojalá se convierta en un faro en nuestro diario vivir”, decía Koqui Handal, presidente del directorio de Manzana40, en el acto central.

“El pasado le abre las puertas al futuro”, afirma Sebastián Handal, que describe a Manzana40 como un homenaje a los inicios y una muestra de la capacidad de los bolivianos de crecer, de tomar las oportunidades y reinventarse.