Por Edwin Miranda V. | Activo$ Bolivia – La Paz
La pandemia del coronavirus no logró doblegar a Mi Teleférico, el medio de transporte emblema de La Paz, el cual ha tenido que aplicar estrategias creativas y eficientes para mantener su rentabilidad por lo menos hasta el próximo año, porque luego podría devenir un déficit, lo retrata a Activo$ Bolivia el Gerente General, Jorge Bonadona.
Mi Teleférico comenzó operaciones el 30 de mayo de 2014. Trascurrieron ya seis años y hasta ahora la empresa logró transportar casi 100 millones de personas en las ciudades de La Paz, El Alto y Oruro donde tiene emplazada una línea de aproximadamente 1.7 kilómetros exclusivo para el turismo.
Para hacer realidad el proyecto, el gobierno del expresidente Evo Morales (2006-2020) invirtió más de 750 millones de dólares y la empresa encargada de emplazar el sistema fue la Austriaca Doppelmayr, que cobró a Bolivia 23,5 millones de dólares por kilómetro construido. Sólo el teleférico de Río de Janeiro es más caro que el de La Paz.
Reto administrativo
«Ahora estoy aquí para administrar bien la empresa. Es un reto importante en lo profesional y personal», apunta el directivo que posee 28 años de experiencia en el área de la economía.
Lo más complicado, actualmente, es mantener rentable a la empresa, mucho más en un momento de crisis sanitaria que entre marzo y julio, obligó a la empresa a suspender servicios, por lo tanto, afectó significativamente los ingresos, señala el gerente quien vuelve a remangarse la camisa para trabajar, sin tiempo fijo, después que sufriera del Covid–19.
«Estuve ausente un tiempo, pero ya regresé, hice los chequeos médicos necesarios y, felizmente, vencí la enfermedad», reflexiona mientras se acomoda en el sillón de ejecutivo.
«Desde que llegué al cargo, no bajo la guardia. La empresa vendía una imagen que no era real. Tenemos que buscar estrategias para captar más recursos y hacerla menos insostenible, pues la maquinaria se desgasta. Los primeros años más bien la empresa ha podido generar excedentes», aclara.
Según Bonadona, Mi Teleférico recibe ingresos a través de dos fuentes: por servicio de transporte que genera el 89% de los recursos y por otras actividades que generan el restante 11%.
Precisamente, este segundo ítem de ingresos entre los que se hallan alquileres 5.17%, publicidad 3.15% y parqueo 0,96% obligó a la empresa a renegociar contratos con un centenar de firmas para convertirlos en atractivos y ventajosos.
El dato
Está previsto que el déficit en Mi Teleférico llegue a más de 20 millones de bolivianos como consecuencia de la pandemia.
Las utilidades se encogen
Mi Teleférico generará utilidades solo hasta 2021, según Bonadona basado en proyecciones propias como economista.
Las cosas cambiarían, sin embargo, a partir de 2022. Entonces la empresa necesitará hacer nuevos negocios «para suavizar y acortar la brecha entre ingresos y gastos», precisa.
«Mi Teleférico tiene recursos para disponer por cerca de 140 millones de bolivianos. Sin embargo, debido a la pandemia, los fondos fueron utilizados; incluso podrían no alcanzar para cubrir los gastos hasta fin de año, es decir, habrá un déficit entre 10 a 20 millones de bolivianos hasta diciembre», alerta.
La apuesta de la empresa es sencilla. Subir el transporte de pasajeros que, antes del estallido de la pandemia, llegaba a 270 mil personas, cada día.
A septiembre de 2020, la cifra de personas que utilizan a diario el sistema se redujo a 64% debido a las medidas de bioseguridad.
De 10 personas por cabina que transportaba el servicio, ahora transporta cuatro, lo que impacta en los ingresos, recuerda el gerente.
Depreciación de máquina
Otro factor importante que pesará sobre las finanzas de la empresa será la depreciación de la máquina, una de las más caras en Latinoamérica.
Según Bonadona, se necesitará en 2022 un mantenimiento importante lo que generará desequilibrio en las finanzas.
Los materiales más caros tienen que ver con el cable de acero sobre el cual rotan las cabinas del teleférico. La empresa tiene emplazadas aproximadamente 30 kilómetros de líneas. Entre ida y vuelta son aproximadamente 60 Km. Ése constituye el gasto más oneroso.
Hasta 2020 los gastos más altos fueron para cubrir salarios del personal, pero a partir de 2022 será el ítem mantenimiento, anticipa Bonadona.
La empresa tiene casi 1.000 empleados; la administración que asumió las riendas de la empresa en octubre pasado, no despidió a nadie, según el entrevistado.
Con el paso del tiempo, habrá que incrementar personal destinado al área de mantenimiento y ver la necesidad de hacer una reingeniería financiera con los empleados del área administrativa, que tendrá que bajar.
Facturas de luz millonarias
Mi Teleférico, por consumo anual de energía eléctrica, paga a la Distribuidora de Electricidad de La Paz (Delapaz) la friolera suma de 3.6 millones de bolivianos.
Mensualmente la factura de luz llega por Bs 120 mil, razón por la cual la empresa deslizó una estrategia de negociación con la compañía eléctrica para bajar el costo a la energía. «Logramos reducir el precio del servicio hasta un 6%», señala Bonandona.