Por Jonnathan Lucero V. | Activo$ Bolivia – Cochabamba
Cochabamba ya se lo merecía…tener a la mano los sabores y bocados más deliciosos y emblemáticos de España es una deliciosa realidad, gracias al restaurante Patanegra, un emprendimiento que invita a disfrutar de una típica tablita de jamones y quesos, una paella de mariscos o una refrescante sangría, en un ambiente cómodo, distendido, de calidad y entretenido.
Patanegra se caracteriza por su bar y sus originales tapas españolas elaboradas con productos cien por ciento oriundos de la península Ibérica, aderezados con el toque tradicional de la cocina hispana.
Si bien el negocio lleva poco menos de un mes en el espacio Vip de Paseo Aranjuez, ya tiene bastante aceptación del público cochabambino, que no está acostumbrado a los sabores mediterráneos o desconoce los mismos, pero al probar los bocados de Patanegra, queda encantado.
El dueño del emprendimiento es David Carranza Peco, quien junto con José Antonio Chinea, ambos especialistas en hostelería, ofrecen una oferta gastronómica muy diferente a la tradicional en Cochabamba.
Carranza tenía otros negocios de gastronomía peninsular en la ciudad, pero quedaron varados a causa de la pandemia del coronavirus. En ese sentido, la familia Ortiz, dueña de Paseo Aranjuez, invitó a Carranza a crear una experiencia gourmet y cultural única, instalando un bar que fusiona lo mejor de la gastronomía española y sus deliciosas bebidas
Nombre
Por la calidad de sus productos y lo exquisito de sus platos, Carranza comenta el por qué decidió darle ese singular nombre a su bar-restaurante. «En España, los cerdos de raza ibérica tienen las pezuñas de color negra, entonces, se identifican como el jamón de mayor calidad. Y al final, la expresión Patanegra no sólo se usa en el tema de la comida, se puede utilizar para decir que algo es de mucha calidad, cuando algo es bueno, se dice que es de pata negra», explica.
El objetivo de Carranza es mantener el sabor original y tradicional de la cocina peninsular, sin embargo, indica que los productos que adquiere, por un lado, vienen de productores locales, sobre todo los quesos y los embutidos, como es el jamón serrano. Por otro lado, están los elementos propios de su gastronomía como el aceite de oliva y el azafrán, que los importa desde España, para que la experiencia del cliente sea la misma de un comensal en un restaurante de tapas española. Es decir, como si viajase a cualquier región de España y sintiera que la cultura y los sabores se mezclan perfectamente en cada uno de los platillos.
Lo más apetecido
El plato que mejor recepción del público ha tenido es la paella con mariscos. Asimismo, las tablas de jamones, embutidos y quesos, que son piqueos que los comensales saborean mientras conversan amenamente o simplemente para degustar algo distinto a lo habitual.
De la misma forma, Patanegra ofrece bebidas típicas de España, como la tradicional Sangría, elaborada con base en vino y frutas. Este es el cóctel más solicitado, pero, por supuesto, está a disposición la gran variedad de vinos de calidad.
Según Carranza, si bien el sabor mediterráneo es distinto al que se encuentra en los restaurantes y calles de Cochabamba, el público les ha brindado a lo largo de estas semanas su total apoyo, ya sea por la atención, ya por el platillo de calidad internacional.
«Hemos tenido muy buena acogida, yo igual llevaba varios años con otro restaurant, pero la acogida del público aquí en el mall ha sido maravillosa dese el primer día. A la gente le cuesta, porque al final se habla mucho de la cocina española, pero poca gente conoce aparte de la paella dos o tres cosas más, no se conoce nada más, por eso damos esa muestrita, la gente lo acepta bien. Tienen que atreverse a ir probando otras cosas, otros nombres, que a lo mejor no suenan familiares, pero la acogida es buena y a la gente le gusta», reseña el empresario.
especialistas en hostelería.
Proyecciones
En el futuro cercano, Carranza piensa abrir más sucursales de Patanegra, pero todo dependerá de la aceptación del público y del acompañamiento que éste haga al emprendimiento, puesto que es una opción más dentro el mar de posibilidades que tienen los consumidores cochabambinos al momento de entrar en el paraíso gourmet de Paseo Aranjuez.
De hecho, David Carranza se muestra optimista respecto de su negocio, sabe que la competencia es férrea, sin embargo, más que competir, él desea que cada bocado sea una fiesta y cada sorbo de vino o sangría una celebración. Invita a que todo sea algarabía y elegancia tal cual demuestra diariamente la población española. Y en Cochabamba, qué mejor que en Patanegra.