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Tiendas con “residuo cero”, tendencia de mercado que ofrece una opción de negocio

María Arias, fundadora de unPackedShop. (emprendedores.es)

Redacción | Activo$ Bolivia – Cochabamba

Dos o tres generaciones atrás, la gente salía a diario a hacer sus compras. Los tenderos y los almaceneros pesaban el arroz, los fideos o el azúcar y los envolvían en cucuruchos de papel en desuso que desechaban las oficinas o en periódicos. En muchos casos, el aceite también se vendía a granel y el tendero tenía que vaciarlo con embudo en una botella provista por el cliente. La leche se compraba del productor, que iba de casa en casa ofreciéndola por litro, después llegaron las botellas de vidrio retornables y luego el envase tetrabrik y las bolsas plásticas con envase al vacío.

Esta forma de comprar se mantuvo hasta que hubo cambios en el mercado laboral y en los hábitos de autoabastecimiento. El tiempo se hizo más corto y se volvió más práctico hacer compras una vez por semana y, en lo posible, de un mismo lugar. Entraron en escena los supermercados, con estantes llenos de marcas, con todo pesado, empaquetado y listo para llevar. El único trabajo es llegar a casa y organizar en el refrigerador los envases de plastoformo, las cajas y tirar el resto de los plásticos y las envolturas a la basura. Lo desechable como una de las evidencias de la “modernidad”.

Esta también era la forma de vida de María Arias, una española que no adivinó que un viaje a Beirut le cambiaría la forma de ver las cosas y, además, la convertiría en emprendedora. Entrevistada por el portal Emprendedores, de España, contó que cuando trabajaba en la capital libanesa hubo un grave problema con la recolección de basura en las calles por varios días y vio cómo los carros basureros vertieron los desechos directamente al mar.

Cayó en cuenta que no podía llamarse modernidad a la destrucción de los mares y la naturaleza con los desechos.

Al volver a su país se dispuso a cambiar radicalmente sus hábitos de consumo. Empezó a comprar a granel y solo productos ecológicos, claro que esto le llevaba más tiempo porque primero debía buscar establecimientos físicos que vendieran al raleo o productos orgánicos.

Descubrió que en países como Nueva Zelanda o Australia había tiendas y supermercados donde vendían lo que se conoce como alimentos al desnudo (Food in the nude) libres de plásticos. Le interesó el modelo y decidió replicarlo en España creando su propio supermercado acorde con la filosofía Zero Waste (residuo cero).

Comprar con la filosofía “residuo cero”

Fue así que, a los 25 años, sola y con recursos propios y de su familia, fundó unPacked Shop, una tienda de algo más de 100 metros cuadrados en Madrid, donde vende productos básicos de alimentación -no frescos-, de limpieza y cuidado personal.

Puesto que sus ventas eran a granel, pensó que antes que hacer comercio electrónico, su objetivo era una tienda física para darle al cliente la experiencia de ir a comprar llevando su propia bolsa de tela, escoger sus legumbres o frutos secos, así como llevar su envase para reponer el detergente, el aceite o el vinagre.

Venta a granel de artículos de limpieza. (bioactual.com)

“Fue difícil porque no había referencia en el país para orientarme y quería fusionar el comercio tradicional y la originalidad”, contó a Emprendedores y recuerda que le costó encontrar hasta los bidones. Un tip para los emprendedores: también tomó tiempo buscar a los proveedores a granel y hallar un local céntrico, pero de barrio.

En su tienda los plásticos son sustituidos por cartón, tela o madera. Y, quizá lo más importante, no se sabe la marca de los productos que comercializa, sino su origen. Generalmente, son pequeños productores cercanos, que es otro de los principios de los comercios “residuo cero”

“Intentamos promover productos locales y naturales y apoyar a empresas que hacen productos reutilizables, compostables o biodegradables”, aclara Arias.

Cuando el cliente llega, se le pesa el envase y cuando ya hizo la compra se vuelve a pesar para cobrar solo por el contenido. Para que los precios no hicieran insostenible el negocio, Arias hizo el esfuerzo por ajustarlos a los del supermercado.

Sus clientes principales son personas de entre 24 y 40 años que hacen compras completas en fin de semana. También acuden, entre semana, mayores de 50 años para compras puntuales.

También en línea

A la tienda física le siguió el comercio electrónico, una alternativa que le ha permitido sobrellevar la pandemia con holgura. “Si antes de la COVID-19, el 70% de los ingresos procedían (de compras) en la tienda, en pleno confinamiento la venta online llegó a representar el 95% de la facturación. Ahora parece que las cosas empiezan a normalizarse”. Pese a ellos, decidió postergar la apertura de un nuevo local físico que contemplaba antes de la pandemia y piensa que, si tiene que crecer, será online.

Luego de tres años, con un crecimiento sostenido de, aproximadamente, un 15% cada año, contrató a dos jóvenes para que le ayuden con las ventas y las redes sociales, donde la marca es muy activa. Y aunque el propósito de la fundadora de unPacked Shop, licenciada en Derecho y master en Dirección y Administración de Empresas, es consolidar y hacer crecer la marca, dice que su deseo es seguir emprendiendo en proyectos sostenibles y de impacto social.