Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia
Tras años de esfuerzos y en condiciones adversas, el productor cochabambino que vive en Santa Cruz desde hace más de 40 años, Edmundo Aspetty, alcanzó un hito en la agricultura boliviana logrando consolidar la siembra de más de 100 hectáreas de quinua tropicalizada en suelo cruceño.
En su propiedad“El Potrero”, en San José del Norte, en el Municipio de San Pedro de la provincia Obispo Santisteban, Aspetty tiene la perspectiva de cosechar entre 180 a 200 toneladas de quinua, sin embargo, ello dependerá mucho del factor climático. “La lluvia puede ser un riesgo, pero tenemos la esperanza de concretar una de las cosechas más grandes de quinua tropicalizada registradas en el oriente boliviano”, afirmó.
Esta iniciativa comenzó en solitario en 2011 cuando Aspetty se animó a sembrar semillas de quinua de Llallagua y también de quinua real en sus parcelas. La cosecha no fue exitosa. Sin embargo, recién en 2018 y en alianza con la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), los esfuerzos comenzaron a cristalizarse. Entre 2022 y 2023, las lluvias frustraron gran parte de la producción. A pesar de ello se logró obtener más semilla.
En 2024 se alcanzó una cosecha significativa de 30 hectáreas. Pero este año, con la experiencia acumulada y la adaptación del cultivo se puede asegurar un despegue productivo que hasta los incas podrían celebrar.
Quinua “responsable”
La quinua producida en “El Potrero” es convencional. Para ello se emplearon insumos orgánicos y se cuidó rigurosamente su proceso de desarrollo para garantizar un alimento sano y sin agroquímicos nocivos. “Se trata de una quinua que no es orgánica, pero fue cultivada con responsabilidad ambiental”, remarcó.
La UMSS, socia clave en la investigación y desarrollo del grano, apunta a que este modelo de siembra en grandes extensiones, reduzca los costos de producción y permita que la quinua sea más accesible para el consumo nacional, premisa que también comparte Aspetty.
La experiencia cruceña marca un precedente para diversificar la producción agrícola nacional y ampliar el alcance de un grano que era exclusivo del altiplano. De concretarse la meta de 180 toneladas, se abriría la posibilidad de consolidar a la región oriental como un nuevo polo productor de quinua.
Edmundo Aspetty es capinoteño, pero ha echado raíces en Santa Cruz, dedicando gran parte de su vida al agro. Junto a la UMSS proyecta también exportar este alimento que ha encontrado suelo fértil en tierra oriental.