Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia
La quinua está en su mejor momento. Con precios que superan los 1.000 dólares por tonelada en el mercado internacional, este grano andino se posiciona como una de las opciones más rentables para los productores bolivianos. En comparación, la soja, tradicionalmente considerada un cultivo estrella, oscila entre los 300 y 400 dólares.
Jorge Rojas, director del Centro de Biotecnología y Nanotecnología Agropecuario y Forestal (CByNAF) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), explica también que la demanda por semillas de quinua ha crecido significativamente, especialmente en Santa Cruz, donde los agricultores han identificado el potencial del grano en tierras tropicales.
“Se espera un boom productivo de la quinua en los próximos años”, asegura el experto. Además, el desarrollo de nuevas variedades especializadas de quinua está en marcha.
Los investigadores han trabajado con todas las variedades como la quinua con alto contenido proteico (superior al 30%), quinuas almidoneras para panificación y hasta quinuas aceiteras, con un enfoque beneficioso para la agroindustria.
Con estos avances, Bolivia no solo reafirma su papel como productor líder de quinua, sino que también amplía su espectro en el mercado internacional con opciones más especializadas y de mayor valor agregado.
Debido al factor precio, la quinua permitió un mayor ingreso de divisas para el país durante 2024. El primer trimestre de 2023, los exportadores bolivianos recibieron $us 1.958 por la venta de una tonelada de quinua y en el mismo periodo de 2024 cobraron $us 2.902, lo que representó un crecimiento del 48,2%.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) reportó que, durante el primer semestre de 2024, Bolivia exportó quinua por un valor de $us 36,7 millones, lo que representa un 68% más respecto a las ventas del mismo período de 2023 ($us 21,8 millones).