Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia
Un día como hoy, hace exactamente un mes, el empresariado cochabambino despidió a uno de sus dirigentes más visionarios y comprometidos: Fernando Antezana Argote, “cuya vida estuvo marcada por la convicción de que solo la unidad podía garantizar el fortalecimiento institucional y el desarrollo económico de la región”. Así lo recuerda el asesor de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC) y expresidente de la ICAM, Ramón Daza Salamanca.
Su empeño se centró en devolver a la FEPC el rol con el que fue creada; la entidad integradora de todo el empresariado departamental. Incluso en momentos de delicada salud, Antezana dedicó su tiempo y energía a tender puentes entre gremios.
“Fernando pensaba en el bien común. Luchó hasta el final por la unidad empresarial, porque sabía que sin unión todos pierden”, recuerda Daza.
Con la franqueza que lo caracterizaba, Antezana cuestionaba las divisiones internas al bienestar colectivo. Solía referirse a esos liderazgos débiles como “tigres de papel”, convencido de que el empresariado debía actuar con compromiso real y visión compartida, agrega Daza.
Destacó que su papel fue clave para que la Feria Exposición Internacional de Cochabamba (FEXCO, antes Feicobol) y la FEPC junten caminos reabriendo espacios de diálogo que permiten proyectar nuevos modelos de gestión empresarial y de desarrollo.
Un legado vigente
“Fernando no fracasó en su intento de unir al sector; fracasaron quienes se levantaron de la mesa. Él triunfó porque dejó las bases para un nuevo modelo de gestión empresarial”, afirma Daza.
El mejor homenaje que el empresariado cochabambino puede rendirle es mantener viva su visión: un empresariado unido, fuerte y al servicio del bien común, como lo soñó y defendió hasta su último día.
Trayectoria ejemplar
Antezana fue vicepresidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), alcanzando la más alta representación nacional lograda por un dirigente cochabambino. Ocupó la presidencia de la FEPC, de la Cámara de Exportadores, de la Cámara de Industria y fue fundador del Colegio de Auditores de Cochabamba.
Más allá de la dirigencia gremial, Antezana fue autor del libro “Las reglas de oro”, un compendio de principios que buscaban inspirar a nuevas generaciones de emprendedores y dirigentes a ejercer un liderazgo ético y comprometido.
“Fernando dedicó su vida a fortalecer al empresariado cochabambino. Ahora es tarea nuestra honrar su legado y construir la unidad que él soñó para Cochabamba”, reflexiona Ramón Daza.