
Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia
Un hallazgo científico desarrollado en el Centro de Biotecnología y Nanotecnología (CByN) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) está cambiando la narrativa global sobre uno de los cultivos más importantes del planeta: la yuca.
Investigaciones genómicas dirigidas por la especialista Esther Rojas apuntan a que este tubérculo, base alimentaria para más de mil millones de personas, habría sido domesticado en Bolivia, no una sino dos veces, y posiblemente por culturas precolombinas distintas.
Domesticación
La domesticación es el proceso mediante el cual los pueblos transforman plantas silvestres para hacerlas más productivas y seguras. En el caso de la yuca, esto implicó “entrenar” una especie tóxica y diversa para convertirla en un cultivo estable, con raíces comestibles y adaptadas al entorno humano.
Los estudios del centro de la UMSS comparan el genoma de la yuca cultivada (Manihot esculenta Crantz) con poblaciones silvestres bolivianas, integrando análisis moleculares con evidencias arqueológicas y conocimientos etnobotánicos actuales.

El rol de dos pueblos de tierras bajas
Los resultados, presentados en simposios especializados en Bolivia y en la Universidad de Lieja (Bélgica), indican que dos culturas de las tierras bajas habrían protagonizado este proceso: la cultura casarabe, con su avanzada ingeniería hidráulica y agricultura en montículos, y los pueblos guaraníes, reconocidos por su profundo manejo de la biodiversidad regional.
La evidencia genética sugiere que ambas sociedades habrían transformado de manera independiente la yuca silvestre o que al menos existió un complejo flujo de intercambio entre sus variedades.
Más allá de revalorizar el rol de las civilizaciones amazónicas bolivianas, este trabajo científico abre nuevas rutas para el desarrollo agrícola futuro. La diversidad genética conservada en Bolivia podría ser clave para obtener variedades de yuca resistentes al cambio climático, elevando el valor estratégico del germoplasma nacional para la seguridad alimentaria global.
El estudio, próximo a publicarse en una revista internacional, posiciona a Bolivia como un centro de domesticación crucial en la historia agrícola del continente y del mundo.