
Redacción | Activo$ Bolivia
¿Podemos crecer más si miramos más allá de nuestras fronteras? Para Christian Hausherr, gerente general del Banco de Crédito de Bolivia (BCP), la respuesta es sí. Durante el foro Visión Bolivia 2025, realizado en Santa Cruz, el ejecutivo lanzó una idea que generó eco entre los empresarios y economistas presentes: Bolivia necesita abrir su sistema financiero al mundo si quiere acelerar su desarrollo.
Explicó que la banca boliviana se alimenta casi exclusivamente del ahorro interno (los depósitos de personas, empresas y los fondos administrados por la Gestora Pública). Eso ha permitido estabilidad, pero también impone límites al crecimiento.
“El financiamiento externo prácticamente no existe. Abrir el país al mercado internacional permitiría crecer a mayor velocidad y financiar proyectos de largo plazo con condiciones distintas a las actuales”, afirmó.
Pero el beneficio no sería solo para los bancos. Según Hausherr, la propia Gestora Pública podría aprovechar esta apertura, invirtiendo parte de los recursos de los jubilados en el exterior. Así, diversificaría riesgos y mejoraría rendimientos, garantizando una mayor estabilidad para las futuras jubilaciones.
“La posibilidad de invertir en otros instrumentos y monedas genera mayor sostenibilidad para los fondos de pensión”, apuntó.
Inclusión digital
El panel también abordó otro tema clave que es la digitalización financiera.
Y ahí, el gerente del BCP fue directo al señalar que Bolivia ha avanzado, pero aún tiene un largo camino por recorrer.
Entre el 60% y 70% de la población económicamente activa ya utiliza una billetera móvil o una app bancaria, lo que muestra un salto importante. Sin embargo, el 95% todavía prefiere usar efectivo como su principal medio de pago.
“Tenemos tres pilares en la digitalización: primero, tener acceso a las herramientas; segundo, conocer los productos financieros; y tercero, usarlos activamente. En estos dos últimos está la gran oportunidad para el país. Nuestro principal enemigo sigue siendo el efectivo”, dijo Hausherr.
El desafío, según él, no es solo tecnológico, sino educativo y cultural. “Necesitamos enseñar, explicar y acompañar para que más personas aprovechen las soluciones digitales”, insistió.