15.4 C
Cochabamba
miércoles, octubre 1, 2025
InicioConyunturaBolivia enfrenta una triple presión que amenaza con frenar al aparato productivo

Bolivia enfrenta una triple presión que amenaza con frenar al aparato productivo

Redacción | Activo$ Bolivia

La Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC) acaba de lanzar un balde de agua fría sobre la mesa económica porque su más reciente Informe Técnico de Coyuntura V advierte que Bolivia enfrenta una triple presión que amenaza con frenar al aparato productivo. Hablamos de un cóctel nada agradable: desaceleración del crecimiento, inflación persistente y dependencia extrema de importaciones de combustibles.

Los números son contundentes. En el último año, la reducción del 10% en el abastecimiento de combustibles dejó un agujero de $us 1.728,4 millones en el PIB nacional y $us 207 millones en el de Cochabamba. Y, por si fuera poco, la inflación interanual alcanzó el 25%, mientras que los alimentos subieron un 30%, golpeando de frente el bolsillo de las familias.

El presidente de la FEPC, Juan Pablo Demeure, advirtió que la situación es crítica:

“La crisis de combustibles amenaza la estabilidad de la economía y el empleo formal. Urge que autoridades y empresarios trabajemos juntos en soluciones inmediatas y sostenibles”.

El informe va más allá de los números y muestra cómo la falta de diésel y gasolina está dejando sin aire a las empresas. Solo entre enero y julio de 2025, la producción de gasolina cayó 20% y la de diésel 30%, lo que obligó al país a importar el 66% de la gasolina y el 91% del diésel que consumimos. Esto significa subsidios cada vez más caros y una carga fiscal insostenible.

El impacto es directo porque 393.675 empresas en el país y más de 65 mil en Cochabamba han visto encarecidos sus costos logísticos, perdiendo competitividad y frenando su productividad. De hecho, se estima que las pérdidas ya representan el 3,68% del PIB nacional.

Para el ciudadano de a pie, el golpe se siente en la canasta básica. El alza en combustibles genera un efecto en cadena que encarece alimentos, transporte y servicios. Con un crecimiento proyectado de apenas 0,62% para Cochabamba en 2025, la región estaría acumulando tres años de estancamiento.

El informe habla sin rodeos de un escenario de estanflación (ese mix peligroso de precios altos y crecimiento bajo). Y como salida, plantea una agenda público–privada que priorice garantizar combustibles, reducir trámites con soluciones digitales, abrir líneas de financiamiento y establecer reglas claras que devuelvan confianza a las inversiones.

Si no se toman medidas urgentes, Bolivia no solo tendrá más dificultades para mover sus camiones y fábricas, sino que también verá cómo se erosiona el empleo formal y el consumo interno. La FEPC ya puso la alarma sobre la mesa, ahora falta ver si alguien la escucha.

Dejar un comentario

¿Qué Te Parece la Noticia?

Reviews (0)

Este artículo aún no tiene reseñas.

Debes Leer