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Redacción | Activo$ Bolivia
El conflicto entre la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce) y la Fábrica Nacional de Cemento S.A. (Fancesa) ha sido una de las disputas empresariales más relevantes de los últimos años en Bolivia. La contienda legal comenzó en 2017, cuando Fancesa denunció que Soboce había incurrido en prácticas de competencia desleal mientras era su copropietaria.
Desde el inicio, el proceso estuvo marcado por apelaciones y recursos legales presentados por Soboce en un intento de revertir el fallo inicial que favoreció a Fancesa. A pesar de estos esfuerzos, las instancias judiciales superiores fueron ratificando la sentencia en favor de la cementera chuquisaqueña.
El punto culminante de esta disputa llegó con la resolución definitiva del Tribunal Supremo de Justicia, que confirmó la obligación de Soboce de pagar 744 millones de bolivianos a Fancesa. Este dictamen marcó un precedente en la regulación de la competencia en el sector.
El fallo fue recibido con entusiasmo en Chuquisaca. Guido Calvo, presidente del directorio de Fancesa, calificó el día como un momento histórico y un acto de justicia para la empresa y la región. Sin embargo, el abogado Paul Tolavi advirtió que Soboce podría intentar dilatar el pago mediante maniobras legales, lo que mantiene en incertidumbre la ejecución del fallo.
Con el proceso judicial concluido, la atención ahora se centra en cómo y cuándo se materializará el pago. Mientras tanto, el sector empresarial y la opinión pública siguen de cerca este desenlace, que podría sentar un precedente en futuras disputas comerciales en Bolivia.
(Con datos de Correo del Sur)