
Redacción | Activo$ Bolivia
A menos de dos días de que Rodrigo Paz asuma oficialmente la presidencia de Bolivia, el mercado cambiario parece haberse adelantado al cambio político. El dólar paralelo ronda los Bs 10,66 y muestra una tendencia a la baja. Hay que recordar que, en mayo pasado, el dólar paralelo (digital) llegó a rozar los veinte bolivianos y el dólar físico en el mercado negro rondaba los 16 bolivianos.
¿Se está estabilizando la economía? No exactamente. Lo que se percibe es una ola de confianza anticipada más que un cambio estructural.
Por qué bajó el dólar paralelo
Durante meses, el precio del dólar informal fue el termómetro del miedo. Miedo a la escasez de divisas, a la falta de rumbo y al descontrol fiscal. Pero ahora el panorama político es más claro.
Desde que se confirmó la victoria de Rodrigo Paz y se acercó su posesión, muchos actores del mercado (importadores, cambistas, empresarios y familias) comenzaron a soltar los dólares que guardaban “por si acaso”.
Esto generó una mayor oferta de divisas en la calle, y cuando hay más oferta, el precio cae. A eso se suma que quienes antes compraban por precaución ahora prefieren esperar las primeras señales del nuevo gobierno.
El efecto confianza
El discurso de Paz, enfocado en la estabilidad fiscal, la transparencia y el trabajo conjunto con el sector privado, está generando expectativa.
Esa expectativa reduce la presión sobre el dólar negro, porque los agentes económicos piensan que podría venir una normalización cambiaria o al menos una gestión más ordenada.
El resultado es lo que los economistas llaman una “baja psicológica”, es decir, los precios bajan no por medidas concretas, sino porque la gente cree que pronto habrá cambios.
Pero el desequilibrio sigue
Pese a la caída, el dólar paralelo todavía se ubica más del 50% por encima del tipo de cambio oficial (Bs 6,96).
Eso muestra que la brecha cambiaria no ha desaparecido; simplemente se relajó.
La verdadera prueba llegará cuando el nuevo gobierno empiece a tomar decisiones sobre gasto público, reservas internacionales y política productiva. Si esas medidas generan confianza real, el mercado podría estabilizarse. Si no, el dólar podría volver a subir tan rápido como cayó.
Qué puede pasar ahora Los próximos 30 a 60 días serán clave. Si el equipo económico de Rodrigo Paz actúa con coherencia y comunica bien sus medidas, el paralelo podría bajar de los Bs 10.
Pero si reina la incertidumbre o las decisiones son contradictorias, el rebote será inevitable.