Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

Una carrera empresarial exitosa, precedida de una buena formación profesional y una mente hábil para los negocios resumen el perfil de José V. Camargo Magnani, un joven con espíritu emprendedor que convierte en oro todo lo que toca, como si fuera un “Rey Midas” de los negocios.

Es cochabambino, tiene 36 años y en los últimos 13 años creó varios emprendimientos y empresas, todos exitosos y hubo una época en la que llegó a generar casi un centenar de empleos.

Comenzó en 2012 con un emprendimiento de multiservicios denominado Servicios de Logística y Mercadeo. Luego creó “CM Catering Services” que pasó de ser una Sociedad de Responsabilidad Limitada a una empresa unipersonal con el nombre de CAMPCAT. También creó “La Casa de la Jiba”, “Almacén de Pizzas”, “Vistana Resto Bar y, actualmente, es socio del restaurante “Patrimonio”, inaugurado recientemente en Cochabamba.

Cuando estaba a punto de cumplir 23 años, obtuvo su licenciatura como ingeniero financiero en la Universidad Privada Boliviana (UPB). Trabajó durante seis meses en un banco, pero renunció porque tenía mayores ambiciones.

El empresario José Camargo Magnani.

PRIMEROS PASOS

En la búsqueda de oportunidades y de continuar aprendiendo, Camargo fue contratado como encargado administrativo de Avícola Sofía, empleo donde descubrió el mundo de la industria alimenticia.

A sus 24 años, un amigo de la universidad le ofreció trabajar en la avícola ALG realizando un estudio de mercado y dando asesoría financiera.

Al final de la consultoría, la empresa le otorgó la venta horizontal de sus productos en Cochabamba y, junto a su hermano, conformó una distribuidora con la cual trabajó durante dos años y medio, logrando excelentes ganancias. Para este proyecto, recurrió a un préstamo bancario para adquirir nueve vehículos, instalar almacenes y cámaras de frío con nueve empleados. El éxito logrado le permitió pagar el préstamo con holgura.

MULTISERVICIOS

En 2014, la empresa que estaba a cargo de las obras civiles de la Planta de Urea y Amoníaco, en el Trópico cochabambino, buscaba un proveedor de agua purificada y -casualmente- el hermano de José Camargo tenía una empresa de provisión de agua en esa región.

Tras una reunión con ejecutivos de la constructora, los hermanos Camargo cerraron trato no solo para proveerle agua, sino también para brindarle varios servicios: catering, mucamería, lavado de ropa y otros. No tenían experiencia, pero diseñaron un plan multiservicios minuciosamente planificado.

Al principio, la pequeña empresa atendía a 35 personas, pero en corto plazo amplió su capacidad para atender a más de 500 personas y durante los 365 días del año. Personal de empresas como Sinohydro, Ende Andina y de otras de Corea, Argentina, Ecuador y Perú comieron “de su mano” durante cuatro años y medio. En esa época fue cuando creó casi cien empleos para brindar todos los servicios requeridos.

Fruto del prestigio ganado, los hermanos Camargo fueron invitados a prestar similar servicio en Puerto Suárez, en el yacimiento del Mutún, en 2019; pero debido a los conflictos políticos de fines de ese año el negocio no pudo concretarse.

Un rinconcito que refleja la esencia de restaurante Patrimonio, el reciente negocio impulsado por José Camargo.

MÁS IDEAS, MÁS NEGOCIOS

Casi de inmediato, José Camargo abrió la cadena de comida a la parrilla bautizada como “La Casa de la Jiba”. Gracias al contacto con sus proveedores de carne de Santa Cruz concretó el proyecto junto a un par de socios.

Fue todo un “boom” en la ciudad de Cochabamba, ya que en tan solo seis meses y en plena pandemia abrió cuatro sucursales. El negocio se consolidó; pero, inquieto como siempre, hace un par de meses, Camargo decidió vender todas sus acciones porque tenía en manos un nuevo proyecto.

Recibió la invitación de Paseo Aranjuez para integrarse a su plaza de comidas con “Almacén de Pizzas”, empresa que cuenta con tres sucursales fijas y una móvil para atender eventos, ya sea cumpleaños o grandes conciertos musicales.

En 2021 fue uno de los socios de “Vistana Gastro Bar”, un restaurante de comida internacional; pero recientemente dejó esa sociedad para dedicarse de lleno a su flamante proyecto, el restaurante turístico “Patrimonio”, ubicado en lo más alto de la ciudad de Cochabamba, El Cristo de la Concordia, establecimiento que junto a sus tres socios busca posicionar como un referente gastronómico nacional e internacional.