Redacción: Agencias-Cochabamba

En cualquier rincón del país, en este preciso momento, una idea puede estar camino a convertirse en un emprendimiento, en el que la originalidad y el talento se fusionan para ser una herramienta del desarrollo económico boliviano.

El libro “Economía Creativa en Bolivia”, del investigador del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), Santiago Laserna, muestra un panorama completo sobre las oportunidades que existen en el país y cómo la creatividad y la innovación pueden ser un verdadero motor del desarrollo.

Laserna explica que simples ideas o iniciativas pueden ser un potencial transformador de las ciudades y escalar internacionalmente. “La economía de Bolivia es una fuente renovada de oportunidades y progreso, desprendiéndose de prácticas económicas antiguas que demostraron no ser sustentables (…) Nos acostumbramos a siempre estar buscando el ‘próximo gas’ y eso nunca genera crecimiento sostenido. No hay ningún país que haya logrado desarrollo solo gracias a eso. Por eso es importante mirar a nuevas alternativas”.

El libro, que cuenta con la colaboración de Olimpia Peñaloza, Gabriela Sanjinés y Daniel Moreno, es el resultado de un largo periodo de investigación y se constituye, hasta la fecha, en el documento más completo sobre esta temática en el país.

El economista Santiago Laserna en la presentación del libro «Economía Creativa en Bolivia».

Los datos

Para entender mejor cómo se da esta dinámica, Laserna divide la economía creativa en tres grupos:

Grupo 1: actividades económicas más creativas, artes y cultura. Personas que se dedican a la “fabricación de prendas de vestir”.

Grupo 2: actividades con una función práctica, como fabricación de muebles. También abarca a todo el sector deportivo.

Grupo 3: actividades que incluyen el rubro gastronómico y educación en todos sus niveles. También están las áreas de venta de productos fabricados en los dos primeros niveles.

La investigación indica que el 21% de la población económicamente activa de Bolivia, de áreas tanto urbanas como rurales (conformada, por un total 6.742.720 trabajadores, según datos del INE a 2022), pertenecería a la economía creativa del país.

En el documento se presentan 24 áreas en las que se desarrolla la economía creativa, pero se destacan las disciplinas de gastronomía, moda, educación, artesanía y deporte.  Además, un dato relevante es que existe una propensión clara de que la economía creativa está compuesta más por mujeres que por hombres, con un 65,58% de predominio del género femenino.

Por otro lado, las tres ciudades con mayor PIB de Bolivia (Santa Cruz, La Paz y Cochabamba) son también las que tienen mayor porcentaje de trabajadores en actividades creativas. “Esto refuerza nuestro postulación de que una economía grande tiene mayores probabilidades de también ser una economía diversa, apoyada en cierta medida por la innovación y la creatividad”, dice Laserna.

El economista Santiago Laserna junto a los coautores del libro.

Cochabamba

En Cochabamba, un dato relevante es que 4 de cada 10 personas están trabajando en el sector creativo, y el aporte más importante es de emprendimientos informales, siendo que 67% de los empleos son generados por este sector. Los emprendedores informales son los que más ingresos generan, pero también son los que menos porcentaje de sus ingresos destinan a pagar sueldos y salarios.

Consumos culturales

Un aporte trascendental del libro “Economía Creativa en Bolivia” es la encuesta sobre consumos culturales en el eje central La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, realizada hace solo dos meses. “Es un estudio único en el país y presentado como un reflejo de toda Bolivia y estoy seguro que va a generar mucho debate e interés por cómo se muestra a los bolivianos en sus hábitos de consumo”, dice el investigador del Ceres.

¿Qué música esuchan, qué libros leen, cuánto internet utilizan? Son algunas de las preguntas que se responden en esta encuesta, que posteriormente liberará los datos completos para que pueda ser insumo de nuevas investigaciones.

Por ejemplo, el Internet es uno de los recursos culturales con mayor registro de consu- mo, según los datos recogidos y en cuanto a la diferencia por género, el 86% de los hombres y el 85% de las mujeres hacen uso de este recurso, lo que indica que no existe una brecha notable.

El libro no constituye solo en una radiografía de la economía creativa boliviana, se presenta también como un desafío adicional para que se impulsen políticas estatales que ayuden al desarrollo de los emprendedores creativos. Por eso se incluyen casos de éxito de personas que con su talento y originalidad están siendo parte del crecimiento sostenido del país.