Redacción | Activo$ Bolivia
Hace no mucho, todos veíamos a Elon Musk, el genio detrás de Tesla y SpaceX, codeándose con el expresidente Donald Trump como parte de su equipo de asesores empresariales. Pero como en toda relación, las cosas no salieron bien, y Elon decidió decirle adiós. ¿Qué pasó?
Resulta que Musk se unió al Foro de Estrategia y Políticas de Trump en 2017, junto a otros magnates y líderes del mundo corporativo. La idea era asesorar al entonces presidente en temas de innovación, economía y negocios. Pero desde el inicio, las cosas no fueron color de rosa.
El primer gran quiebre se dio con la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, esa iniciativa global para frenar el cambio climático. Musk, un firme defensor de la sostenibilidad y la lucha contra el calentamiento global, no dudó en abandonar el consejo de asesores apenas Trump hizo oficial el retiro. “El cambio climático es real”, dijo Musk, dejando claro que no podía estar del lado de alguien que no lo entendiera.
Pero eso no fue todo. Las decisiones políticas de Trump, cargadas de controversia, también pusieron a Musk contra las cuerdas. Temas como la inmigración, el manejo de las tensiones raciales y, por supuesto, la postura anticiencia en la pandemia, hicieron que la relación se fuera enfriando.
Pero para la segunda vez de Trump en la presidencia de EE.UU. las cosas cambiaron y Musk fue puesto al frente del grupo de trabajo de reducción del gasto gubernamental. Con ese cargo, ayudó a dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental, conocido como DOGE, creado este año.
Fue designado por Trump como «empleado especial del gobierno», lo que le permitió trabajar en un puesto gubernamental durante 130 días al año. Contados desde la toma de posesión de Trump el 20 de enero, alcanzaría ese límite hacia finales de mayo.
«Al finalizar mi periodo programado como Empleado Especial del Gobierno, me gustaría agradecer al presidente @realDonaldTrump por la oportunidad de reducir el gasto innecesario», escribió Musk en X.
La salida de Musk se produce después de que el multimillonario criticara en una entrevista el proyecto presupuestario de Trump que está siendo discutido en el Congreso de EE.UU. y que incluye exenciones fiscales multimillonarias y una promesa de aumentar el gasto de defensa.
“Francamente, me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gastos, que aumenta el déficit presupuestario, en lugar de reducirlo, y socava el trabajo que está realizando el equipo de DOGE”, dijo en una entrevista. Argumentó que el plan de Trump «no solo no reduce, sino que aumenta el déficit presupuestario «.
Musk sigue manteniendo buenas relaciones con Trump, según funcionarios de la Casa Blanca citados por el New York Times. Pero, a la vez, el expresó que está desilusionado con Washington y frustrado por los obstáculos que encontró al trastocar la burocracia federal, lo que plantea dudas sobre la solidez de la alianza entre el presidente norteamericano y el hombre más rico del mundo.
Musk anunció la semana pasada que planea gastar “mucho menos” dinero en política en el futuro, pero aún no está claro si estas declaraciones indican algún cambio en su compromiso de destinar US$ 100 millones a grupos políticos controlados por el presidente.
También declaró la semana pasada, citado por la BBC, que planea reducir considerablemente su dedicación a la política en el futuro y se comprometió a enfocarse en Tesla, su compañía de coches eléctricos.