Redacción | Activo$ Bolivia
El alteño Vladimir Nina es de las personas que sabe aprovechar una oportunidad cuando la ve y su sagacidad le permitió poner a su negocio de papas precocidas entre los 15 emprendimientos finalistas del concurso “Emprender en tiempos de crisis”, organizado por la Fundación Samuel Doria Medina Arana. Su negocio, elegido de entre 4.330 propuestas, abastece a restaurantes de comida rápida.
En una entrevista con la agencia ANF, Vladimir contó que sus padres vivían de la siembra de papa en Huarina, poblado cercano al lago Titicaca. Él dejó la ciudad para volver a Huarina pensando dedicarse a la actividad familiar, pero no tuvo éxito.
Decidió volver a la ciudad y optó por poner un negocio de comida al paso. Ahí fue que se dio cuenta que los negocios como el suyo tenían problemas para abastecerse de papas para freír y que la demanda era muy alta.
Entonces se le ocurrió que, si ese era un problema para los pequeños comerciantes como él, debía de ser mayor para los grandes restaurantes y cadenas de comida rápida. Así fue como surgió su idea de negocio, que aún no está bautizado, pero él piensa llamarlo “Yo papa”.
Vladimir compra papa de Chuquisaca y Tarija para llevarla a El Alto, donde en el barrio de Alto Lima tiene una pequeña fábrica donde la papa es pelada, lavada y picada para luego pre cocinarla. Explica que esta última parte del proceso es la más delicada porque primero se deben hervir las papas y después pasarlas por aceite.
Ya precocida, la papa se congela para su distribución. Este proceso permite a los clientes ahorrar tiempo (se fríe en 2 a 3 minutos) y tener un producto crocante.
El producto tiene alta demanda, tanto en La Paz como en El Alto, y sobrepasa su capacidad de producción, es por eso que, si gana el concurso, planea invertir el dinero para comprar maquinaria industrial.