Redacción | Activo$ Bolivia
Este 2025, la Virgen de Urkupiña no solo recibirá ofrendas y devoción, sino también un homenaje a lo grande por los 200 años de Bolivia. En pleno Bicentenario, Quillacollo se convertirá en el epicentro de la cultura, la fe y la fiesta, con más de 83 fraternidades y 70 mil danzarines. Se calcula la asistencia de 600 mil visitantes.
La cita es del 9 al 11 de agosto, una semana antes de lo habitual debido a las elecciones presidenciales del 17. Pero eso no le quita brillo a esta festividad, declarada Patrimonio Cultural e Inmaterial del país. Al contrario, este año el mensaje es más potente: unidad, identidad y reencuentro con nuestras raíces.
La marca Paceña, auspiciante oficial desde 2016, se suma una vez más con todo el respaldo logístico, hidratación para los bailarines y un mensaje que ya se ha vuelto emblema: “Nada mejor que lo nuestro”.
Marcelo Paz, gerente regional de Ventas de CBN, dijo: “Nos vestimos con los colores de la tricolor para rendir homenaje no solo a la Virgen, sino también a los 200 años de historia que celebramos como país”.
La programación es la siguiente:
2 de agosto: Entrada Infantil y devociones marianas.
3 de agosto: Entrada Autóctona con más de 80 grupos y centros culturales.
9 de agosto: Entrada Folklórica, el gran desfile de colores, música y promesas.
10 de agosto: Misa solemne y segunda entrada.
11 de agosto: Peregrinación al Calvario, donde la fe alcanza su punto más alto.
Y aunque el calendario se haya movido, el espíritu sigue intacto. Las 56 fraternidades afiliadas a la Asociación de Fraternidades de la Festividad de la Virgen de Urkupiña y los 27 conjuntos solicitantes ya afinan sus pasos, bordados y coreografías para bailar en honor a la Virgen.