Sandra Arias Lazcano | Activo$ Bolivia
El dólar físico amaneció este jueves en 13,28 bolivianos y el digital en 13,66. ¿Qué pasó con esos casi 20 bolivianos que costaba en mayo? Pues hay una tendencia a la baja que se mantiene, por ahora. La cotización del dólar en Bolivia cayó este mes a su nivel más bajo del año y todo el país lo está notando, especialmente quienes tienen un pie en el mercado paralelo.
El economista Fernando Romero dice que esta es una bajada coyuntural, no estructural y obedece a una combinación de factores económicos, sociales y políticos.
Uno de los más fuertes es que la gente dejó de correr desesperada a comprar dólares. ¿Por qué? Primero, porque la plata ya no alcanza. La inflación hace que la mayoría prefiera gastar en comida, salud, educación o pagar deudas, antes que ahorrar en billetes verdes.
Segundo, hay un cambio en el aire político. Las encuestas muestran que el próximo gobierno podría inclinarse hacia el libre mercado, lo que genera una sensación de esperanza de que las cosas podrían mejorar: más dólares, menos inflación, menos escasez de diésel. Y eso baja la ansiedad, y la demanda, de comprar dólares como refugio.
Además, hay un par de fenómenos que ayudan: el ingreso de divisas por contrabando, especialmente desde Argentina y Perú, y el turismo fronterizo, sobre todo del norte argentino, que llega con pesos o dólares en la mano y los cambia para aprovechar los precios bajos en Bolivia.
Y, por si fuera poco, el gobierno aflojó un poco la correa porque desde hace algún tiempo se puede ingresar hasta 50 mil dólares con un simple formulario, lo que también ayuda a que circulen más billetes gringos en el mercado.
Eso sí, Romero hace notar que el dólar digital sigue siendo un mundo aparte, mucho más volátil y propenso a cambios bruscos. Hoy puede bajar, pero en unas horas podría volver a subir. Mucho depende también de que no ingrese un comprador grande de activos virtuales.