Redacción | Activo$ Bolivia
El 2014 fue el mejor año para Bolivia. Las exportaciones bolivianas, por primera vez en la historia del país, alcanzaron la cifra récord de 12.856 millones de dólares. Diez años antes, es decir en 2005, las ventas al mundo habían llegado a sólo 2.867 millones de dólares.
Pero ese crecimiento no se dio por arte de magia, ni por una brillante gestión de algún ministro en particular, tampoco por el trabajo del Presidente del gobierno de turno.
Resulta que años atrás, entre 1990 y 2005, los diferentes gobiernos de turno habían realizado gestiones que comenzaron a dar sus frutos precisamente a partir del año 2006. Parte de ese trabajo fueron las negociaciones, construcción de gasoducto y posterior venta de gas de Bolivia a Brasil desde 1999.
Asimismo, en el panorama mundial, los precios de las materias primas, como el petróleo y minerales, comenzaron a subir. De esa forma, de exportar 1.988 millones en minerales y gas en 2005, Bolivia saltó a exportar 10.552 millones en 2014.
A diez años de esa añorada época dorada, es decir durante el año pasado, las exportaciones bolivianas continuaron una tendencia a la baja. Una caída que ya había comenzado el año 2015. Según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE) a noviembre de 2024, las exportaciones bajaron a 8.138 millones de dólares.
De esta cifra, las ventas de gas natural y minerales bolivianos a los mercados internacionales sufrieron una enorme caída, del 21% en el primer caso y del 22% en el segundo.
Tanto el gas como los minerales son los llamados productos tradicionales, que en Bolivia siempre han constituido la mayor parte de las exportaciones nacionales.
Lo más preocupante es que entre enero y noviembre de 2024, las caídas de las exportaciones de productos no tradicionales, como la soya, girasol y otros, han sido muy dolorosas, en algunos casos de hasta el 41% respecto a los primeros once meses del año 2023.
En general, de enero a noviembre del pasado año 2024, las exportaciones bolivianas han sufrido un bajón de 19% comparadas con el mismo periodo de 2023.
Los pronósticos para 2025 en el campo de las exportaciones, consideradas el sueldo de un país, son poco alentadores. Sólo un drástico giro al modelo económico, que sería posible con un cambio de Gobierno, podría revertir la situación actual.