Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia
Penalizar el bloqueo de caminos como una medida urgente para frenar el deterioro económico y garantizar la estabilidad que exige la inversión privada es el planteamiento del candidato presidencial, Jorge “Tuto” Quiroga Ramírez.
La propuesta surgió durante el conversatorio organizado por la Cámara de Industria Comercio y Servicios de Cochabamba (ICAM) con la participación del candidato de Alianza Libre, quien respondió a las inquietudes del empresariado cochabambino.
Como preámbulo, Amilkar Rocha, presidente de la ICAM, recordó que, en 2024, Cochabamba soportó más de 90 días de paralización de actividades y en los que va de 2025 ya suman 40 jornadas de bloqueos acumulados, situación que impide la consolidación de Cochabamba como centro logístico, industrial y de integración nacional e internacional.
Propuesta de sanción
“El país no puede aspirar a convertirse en el corazón de Sudamérica si se interrumpe el flujo constante de bienes, personas e inversiones”, advirtió Jorge Quiroga.
Dijo que prevé planear que se incorpore en la legislación nacional el criterio del Estatuto de Roma sobre el “exterminio por privación” —una figura penal que tipifica como crimen de lesa humanidad la obstrucción deliberada del acceso a alimentos, medicinas y combustibles— para sancionar con severidad los bloqueos que paralizan el país. También dijo que, de ser elegido como presidente de Bolivia, creará mecanismos de resarcimiento civil que obligue a parlamentarios, concejales y funcionarios que inciten o promuevan bloqueos a responder con su patrimonio por los daños ocasionados a transportistas, comerciantes y productores.
“No puede ser que con una mano reciban sueldos del Estado y con la otra asfixien a la economía bloqueando caminos”, cuestionó.
Visión empresarial
El conversatorio sirvió de marco para un pronunciamiento empresarial. Desde la ICAM, se delineó una ambiciosa visión de desarrollo para Cochabamba al año 2030 que está basada en cinco pilares: integración logística, desarrollo industrial, economía naranja (salud, educación, tecnología, gastronomía), generación de recursos y un fuerte componente de conectividad física y digital.
Para ello, consideran urgente concluir tramos estratégicos como la carretera Cochabamba–Trinidad, implementar zonas francas industriales y comerciales en Santiváñez, y rehabilitar la Hidrovía Ichilo–Mamoré, lo que permitiría canalizar la producción del norte hacia los corredores bioceánicos.
Pero los empresarios subrayaron que todos estos planes dependen de una condición mínima: la garantía de libre transitabilidad y estabilidad institucional. “No podemos aspirar a almacenar la producción de soya, carne o productos manufacturados si nuestras rutas son tomadas cada semana”, advirtió Rocha.
Red de zonas francas
Quiroga Ramírez respaldó la visión de la ICAM y propone que, si es presidente, planea convertir a Bolivia en una red de zonas francas industriales y tecnológicas, similares al modelo chino impulsado por Deng Xiaoping. En ese marco, planteó instalar centros de manufactura de baterías de litio en el eje central, especialmente en el Parque Industrial de Santiváñez, en Cochabamba.
Tanto los empresarios como el candidato coincidieron en que el modelo de desarrollo debe incorporar también biotecnología, para revitalizar la agricultura cochabambina, y una presencia estatal efectiva en el trópico, una región que consideran está bajo el control del narcotráfico.
“Tenemos que recuperar el carácter productivo del Chapare. No puede haber islas al margen del Estado”, insistió el presidente de la ICAM, recordando que esa zona ocupa más del 50% del territorio del departamento.