
Edwin Carpio san Miguel | Activo$ Bolivia
Cuando la vida te da pandemia, haz chocolates que alegren el alma. Eso fue exactamente lo que hizo Yesenia Soria Galvarro Velarde, una joven ingeniera comercial que, en medio de la crisis sanitaria de 2020, encontró en la adversidad la inspiración para construir ChocoBox, un emprendimiento que combina dulzura, creatividad y mucho, mucho corazón.
Todo comenzó con una idea que parecía sencilla pero que tenía mucho trasfondo: vender chocolates y dulces por delivery para levantar el ánimo —y la inmunidad— de la gente confinada. La propuesta fue un éxito mientras duró la emergencia. Sin embargo, cuando la normalidad empezó a asomar tímidamente, la demanda bajó y Yesenia entendió que era momento de reinventarse.
Consciente de que ChocoBox ya se había ganado un pedacito en el corazón de sus clientes, decidió darle un giro al negocio y optó por hacer cajas de desayuno personalizadas, llenas de detalles emotivos, sabores exquisitos y una presentación que hace suspirar a quien la recibe. Globos, mensajes, postres artesanales y mucho amor son parte del «combo» que convierte un desayuno en un recuerdo imborrable.

El gran salto llegó el 14 de febrero de 2021, en plena celebración de San Valentín, cuando ChocoBox vivió su primera gran venta masiva. Desde ese día, el camino estuvo claro y Yesenia supo que la clave no era solo vender productos, sino generar emociones.
Por supuesto, nada de esto habría sido posible sin su pequeño gran equipo: su amiga Kenia Revote, su hermana Valentina y su tía Carola. Mientras Kenia y Valentina arman y decoran las cajitas (con precisión de cirujanas y alma de artistas), Carola, la «tía multiusos», se encarga de administrar las redes sociales y coordinar los pedidos, transformándose en la community manager que toda marca emergente sueña tener.

Desafíos de un negocio con alma
Emprender nunca es un camino fácil y Yesenia lo sabe bien. Durante estos cinco años, ha enfrentado obstáculos como la falta de recursos, los altos costos de los insumos y la necesidad de aprender de todo: desde recetas de pastelería hasta estrategias de marketing digital. Pero si algo caracteriza a esta emprendedora es su capacidad de adaptarse, su sensibilidad y su compromiso genuino con cada cliente.
Porque ChocoBox no solo entrega desayunos, entrega cariño empaquetado, cuidadosamente diseñado para sorprender, emocionar y hacer sentir especial a quien lo recibe.
Además de sus jornadas maratónicas de trabajo, Yesenia también se da tiempo para compartir su experiencia como creadora de contenido en TikTok, motivando a otros emprendedores a nunca bajar los brazos.
Y así, de chocolate en chocolate, de desayuno en desayuno, Yesenia Soria sigue demostrando que los sueños grandes empiezan con pequeños gestos y, claro, con cajas llenas de amor.

Un futuro que se expande
ChocoBox se encuentra en una etapa crucial. Con una marca ya consolidada en Cochabamba, su creadora sueña con expandir su emprendimiento a La Paz y Santa Cruz, y lo hará de la mano de otras mujeres emprendedoras que, como ella, buscan crear un negocio que combine propósito y rentabilidad.
Primero será La Paz, su ciudad natal, y luego Santa Cruz. Porque si algo ha demostrado Yesenia es que, cuando el motor de un emprendimiento es el cariño auténtico, no hay límite que detenga su crecimiento.
ChocoBox no es sólo desayunos lindos, es una marca que conecta, emociona y celebra la vida, un bocado de felicidad que transforma un momento en un recuerdo inolvidable.