Redacción | Activo$ Bolivia
En un rincón aún secreto de la ciudad —porque así es el estilo de Sabor Clandestino— se está gestando una de las competencias gastronómicas más originales de Bolivia. No se trata de un concurso de alta cocina ni de platos refinados. Aquí, lo que importa es el sabor con historia, la pasión molida a batán y la creatividad que arde como el sabor del locoto. Ha vuelto el evento que ya dejó huella en 2023: “Buscando la Llajua Más Irreverente de Bolivia”.
Todo empezó como una celebración de lo que muchos consideran un simple acompañamiento, pero que en realidad es un símbolo de identidad, de hogar y de fuego compartido: la llajua, ese picante imprescindible en las mesas bolivianas. En su primera versión, más de 60 personas se atrevieron a presentarse con recetas heredadas, inventadas, mezcladas o simplemente sentidas. Fue un homenaje sabroso, lleno de anécdotas y de talento popular. Este año, la apuesta es mayor: se espera que más de 200 personas se inscriban y demuestren que la irreverencia también se sirve en cucharitas.
El escenario, como manda la tradición del colectivo, será el cuartel general de Sabor Clandestino, cuya dirección solo conocerán quienes se animen a participar. Y es que este evento no se trata solo de competir, sino de vivir una experiencia: preparar tu llajua rodeado de otros amantes del sabor, entre risas, nervios y la expectativa del jurado. La convocatoria se abre a principios de julio, justo cuando La Paz se llena de celebraciones por su aniversario cívico.
No hace falta ser chef, ni tener un delantal profesional. Lo único que se necesita es ser mayor de 10 años, llevar tus ingredientes y tener una historia que acompañe a tu mezcla. Puedes llevar tu batán o usar uno de los que estarán disponibles. Y aunque la porción mínima es de solo 100 gramos, la intensidad del sabor y el relato que lo envuelve pueden marcar la diferencia.
Cada participante contará con 20 minutos para alistar los insumos y 10 minutos exactos para preparar su llajua. El jurado, encabezado por el carismático chef Marco Quelca, probará cada muestra con papas nativas cocidas. Se evaluará el sabor, el aroma, la técnica, el equilibrio y ese “algo más” que solo una buena historia puede aportar.
Los premios, por supuesto, estarán a la altura de la competencia: el primer lugar se llevará un menú degustación, el libro Del Concepto a la Realidad y el trofeo oficial. El segundo y el tercero también recibirán menús degustación de la obra actual de Sabor Clandestino, delantales y sus respectivos trofeos. Pero más allá de eso, el verdadero premio será formar parte de una comunidad que cree que la cultura también se come, se cuenta y se comparte.
Así que ya sabes. Si alguna vez hiciste una llajua que provocó aplausos, carcajadas o hasta lágrimas, este es tu momento. Porque no se trata solo de picante, se trata de identidad, de rebeldía, de corazón. Se trata de contar quién eres con locoto y tomate.
¿Te animas a moler tu historia?