Redacción | Activo$ Bolivia
En medio de la crisis de abastecimiento de gasolina y diésel, el sector privado tiene una propuesta concreta para cambiar el juego. La Cámara Nacional de Industrias (CNI), en representación del Comité Multisectorial, presentó un proyecto de Decreto Supremo que busca liberar la importación, el transporte y la comercialización de combustibles en Bolivia.
El documento fue enviado al presidente Luis Arce y plantea tres objetivos clave: garantizar el suministro de combustibles, fomentar la competencia en el mercado y proteger los derechos de los consumidores.
«Creemos que esta regulación es fundamental para el desarrollo económico y social del país», sostuvo Pablo Camacho, presidente de la CNI.
Pero la propuesta va más allá: también busca incentivar la importación mediante una exención del gravamen arancelario durante tres años. Según los industriales, esto permitiría una reactivación económica al reducir costos y agilizar la distribución de combustibles en el país.
«Estamos seguros de que este proyecto beneficiará a la economía boliviana, a los consumidores y a las empresas que operan en el sector. Por eso, solicitamos su pronta consideración», explicó Camacho.
El sector privado deja claro que está listo para negociar y trabajar en conjunto con el Gobierno para encontrar una solución efectiva a la crisis energética. Ahora la pelota está en la cancha del Ejecutivo, que deberá decidir si apuesta por la libre importación o mantiene el control estatal sobre los combustibles.