
Redacción | Activo$ Bolivia
Bolivia se encuentra en la encrucijada de transformar su enorme riqueza en litio en un motor de desarrollo. Sin embargo, el empresario boliviano Marcelo Claure advierte que para lograrlo es crucial atraer inversiones serias y evitar asociaciones con empresas desconocidas, especialmente de China y Rusia.
Luego de participar en la BMO Mining Conference en Miami, Claure aseguró que el país necesita una inversión de 5 mil millones de dólares en los próximos cinco años para impulsar el desarrollo del litio. Según el empresario, las mejores oportunidades de colaboración están en Argentina, Chile, Estados Unidos y Australia, países con experiencia en la explotación y comercialización del recurso.
“Se debe evitar la asociación con empresas desconocidas, incluyendo las fabricantes de baterías de países como Rusia y China”, enfatizó, destacando que la prioridad debe ser la producción de carbonato de litio, la forma más comercializable del mineral.
Retos y proyecciones del litio boliviano
Claure, impulsor del proyecto integral Bolivia 360, identificó varios obstáculos que frenan el desarrollo del litio en el país. Entre ellos, la falta de mercados, la escasez de talento humano calificado y el dominio de China en la cadena de suministro.
A pesar de estos desafíos, el mercado global de litio está proyectado a crecer un 20% anual, alcanzando casi 3 millones de toneladas en cinco años y más de 7 millones en una década, con un valor estimado de 13.200 millones de dólares. Según Claure, si Bolivia actúa con rapidez, podría capturar el 10% de ese mercado.
De acuerdo con sus cálculos, el país podría exportar 207.360 toneladas en tres años, generando más de 3.110 millones de dólares en ingresos. En cinco años, esa cifra subiría a casi 300.000 toneladas y más de 4.400 millones de dólares. Y en diez años, Bolivia podría exportar más de 740.000 toneladas, alcanzando los 11.145 millones de dólares.
Seguridad jurídica y estrategia comercial
Para hacer realidad estas proyecciones, Claure insistió en que Bolivia debe garantizar seguridad jurídica y estabilidad en los contratos, atrayendo así inversionistas serios. Esto implicaría reformas legales y constitucionales que den confianza a los capitales extranjeros.
Además, propuso una estrategia de venta del carbonato de litio en la que el 80% del valor se reciba en efectivo y el 20% en participación dentro de las principales empresas productoras y compradoras del mundo. Esta estrategia, según el empresario, permitiría que Bolivia no solo genere ingresos inmediatos, sino que también aumente el valor de su participación accionaria, proyectada en 22.736 millones de dólares en una década.
“Los principales actores globales en la producción de litio están listos para invertir en Bolivia, pero para aprovechar esta oportunidad, debemos demostrar un compromiso serio y urgente. El tiempo de soñar ha terminado; el momento de actuar es ahora”, concluyó Claure, advirtiendo que, si Bolivia no toma decisiones estratégicas pronto, otros países ocuparán su lugar y la oportunidad histórica de desarrollo quedará en el olvido.