21.9 C
Cochabamba
sábado, junio 21, 2025
InicioConyuntura¿Puede Bolivia pasar hambre con tanto alimento alrededor?

¿Puede Bolivia pasar hambre con tanto alimento alrededor?

La solución no es solo producir más, sino hacerlo de forma más justa, equitativa y resiliente.

Redacción | Activo$ Bolivia

Bolivia es uno de los países más biodiversos de la región, con suelos fértiles, clima variado y una cultura agrícola milenaria. Tenemos papa, quinua, arroz, maíz, frutas y hasta superalimentos que exportamos con orgullo. Entonces, ¿por qué hay cada vez más gente que tiene dificultades para llenar el plato?

Aunque no estamos en riesgo de hambruna como la que enfrentan países en guerra o con crisis humanitarias severas, los expertos alertan que la inseguridad alimentaria está creciendo, especialmente en comunidades rurales, periurbanas y en las ciudades con altos niveles de pobreza.

“El país produce alimentos, pero eso no garantiza que todos puedan acceder a ellos”, explica el economista José Antonio Pérez, especialista en seguridad alimentaria. “Hay problemas estructurales: bajos ingresos, aumento de precios, dependencia de ciertos rubros y poca resiliencia frente al cambio climático”, añade.

Lo que dice la ONU

Según el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias 2024, elaborado por la ONU junto a la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (WFP), Bolivia no está en la lista de países con riesgo de hambruna, pero sí se reconocen “niveles crecientes de inseguridad alimentaria aguda”.

Además, el WFP advierte que fenómenos como las sequías, los bloqueos prolongados, la escasez de diésel o el alza en los fertilizantes pueden romper fácilmente la cadena alimentaria en zonas vulnerables.

¿Y la producción nacional?

Bolivia sí tiene capacidad de producir alimentos, pero el problema es más complejo. “Mucho de lo que se cultiva está orientado a la agroindustria o a la exportación, como la soya. La agricultura familiar, que es la que alimenta al mercado interno, está muy descuidada”, comenta Verónica Vargas, ingeniera agrónoma con experiencia en desarrollo rural.

Además, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más del 30% de la población vive en situación de pobreza y gasta más del 50% de sus ingresos en alimentos. Eso significa que cualquier alza de precios, escasez o conflicto logístico tiene impacto directo en su alimentación.

La incidencia del clima

El cambio climático también juega su parte. Este año, varias zonas agrícolas del altiplano y los valles registraron sequías prolongadas y heladas anticipadas, lo que afectó la producción de papa, hortalizas y cereales. En el oriente, las lluvias intensas y la falta de acceso al diésel paralizaron parte de la cosecha.

Alerta necesaria

Bolivia, por ahora, no está en peligro de hambruna, pero tampoco puede dormirse. La inseguridad alimentaria ya está presente, especialmente para quienes viven del día a día. La solución no es solo producir más, sino hacerlo de forma más justa, equitativa y resiliente.

Como dice el último informe de la FAO sobre América Latina, “el hambre no siempre es por falta de alimentos, sino por falta de acceso”. Y eso, en Bolivia, ya está pasando.

Dejar un comentario

¿Qué Te Parece la Noticia?

Reviews (0)

Este artículo aún no tiene reseñas.

Debes Leer