Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia
El modelo financiero boliviano está al borde de una crisis estructural como consecuencia directa de más de una década de distorsiones provocadas por las políticas de control de las tasas de interés y la bolivianización forzada del crédito. Para revertir esta situación, el analista económico Mauricio Ríos plantea liberar las tasas de interés.
La reciente circular emitida por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) que instruye a la banca atender solicitudes de reprogramación y diferimiento de pago de créditos hasta diciembre, ha encendido las alarmas. La Asociación de Bancos Privados de Bolivia (ASOBAN) observa con preocupación el impacto de estas medidas, que podrían comprometer la solvencia del sistema financiero y deteriorar aún más la cultura de pago.
Crédito barato
Ríos señala que, desde la aprobación de la Ley de Servicios Financieros, en 2013, el Banco Central de Bolivia (BCB) recuperó la facultad de intervenir directamente en las tasas de interés, lo cual provocó un auge artificial impulsado por crédito barato.
«Este auge insostenible generó errores de inversión que ahora deben liquidarse», dice Ríos. Sectores como la construcción, epicentro de este “boom”, enfrentan una caída abrupta en demanda, precios y alquileres, acumulando lo que Ríos califica como “activos tóxicos”.
Mora “disfrazada”
El economista advierte que el sistema bancario boliviano está “disfrazando” el verdadero nivel de morosidad. Aunque la tasa oficial de mora ronda el 3,5%, si se considera la reprogramación y los diferimientos, el índice real podría acercarse al 20%.
Uno de los aspectos más preocupantes, según Ríos, es la vulnerabilidad de los depositantes. “Nadie habla de los ahorristas, que están atrapados sin poder retirar sus depósitos, principalmente en dólares. Las tasas de interés actuales no incentivan el ahorro y sin ahorro real no hay crédito sano”, afirma.
Respecto a los efectos de medidas similares adoptadas en 2021 (por la pandemia) y en 2023 (en respuesta a la crisis cambiaria), Ríos asevera que no hubo impacto positivo de esas medidas y las reprogramaciones solo postergaron el problema, perjudicando a los ahorristas y reduciendo la capacidad del sistema de generar nuevos créditos.
Deudas en bolivianos
La raíz del problema es estructural. “Desde el Gobierno, se empujó a la población a endeudarse en bolivianos y se desincentivó el uso de dólares. Hoy, muchos no pueden pagar sus créditos ni vender los bienes adquiridos, atrapando a los bancos en una maraña de activos que nadie quiere”, explica.
Ríos afirma que seguir presionando al sistema financiero sin liberar las tasas de interés solo empujará al país hacia una crisis más profunda. Recomendó al futuro gobierno enfrentar este dilema desde el primer día y restituir el rol del mercado en la determinación de las tasas de interés.
“Es necesario que el sistema bancario asuma sus riesgos reales, que los clientes comprendan su capacidad de repago y que se restablezca la confianza de los ahorristas. No hay otra salida que la liberalización de tasas”, insiste el experto.