Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia
Incendios por todos lados, focos de calor que no dan tregua y un país que sigue parchando emergencias con lo que tiene. La historia se repite cada año en Bolivia y la reciente ola de incendios forestales, como el de Tarija que movilizó a más de 600 personas y aviones de la Fuerza Aérea, es solo el último recordatorio de nuestra enorme vulnerabilidad climática.
En medio de este escenario preocupante, hay una luz al final del túnel y es que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acaba de lanzar un nuevo programa regional de transferencia de riesgos de desastres, que podría convertirse en una tabla de salvación para países como el nuestro.
El programa suena técnico, pero la idea es sencilla: que los Estados puedan “transferir” sus riesgos de desastres naturales a mercados internacionales de reaseguros y capital. Así, en vez de que toda la carga financiera la asuma el gobierno en medio del caos, parte del daño puede ser absorbido por aseguradoras globales. Traducido, significa que habría menos golpe al presupuesto cuando un país arda, se inunde o se seque.
Aunque la iniciativa arranca en Belice, Honduras y Panamá, Bolivia tiene todas las condiciones para ser parte, como exposición brutal al cambio climático, pocas herramientas financieras para responder rápido y muchas deudas que podrían volverse más manejables con las nuevas Cláusulas de Deuda para la Resiliencia Climática del BID. Además, este programa eleva el fondo regional a 5.000 millones de dólares hasta 2026.
Mientras tanto, Defensa Civil informó que hay 140 focos de calor activos en el país, la mayoría en Santa Cruz. El resto se reparte entre Beni, Cochabamba, La Paz, Oruro, Tarija y Pando. Cada foco es un potencial desastre o una oportunidad para recordarle al Gobierno que fortalecer la resiliencia climática no puede seguir en pausa.
El verdadero reto está ahora en manos de las futuras autoridades, quienes deberán decidir si seguir apagando fuegos con baldes o aprovechar estos mecanismos internacionales para estar un paso adelante.