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domingo, octubre 12, 2025
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Tuto vs. Rodrigo: las recetas económicas rumbo a la segunda vuelta

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Jorge Quiroga (izq.) y Rodrigo Paz, los candidatos que van a la segunda vuelta electoral en Bolivia.

Redacción | Activo$ Bolivia

El 19 de octubre, Bolivia irá a una segunda vuelta electoral decisiva y el debate no solo está en quién será el próximo presidente, sino en qué plan económico tiene más chances de estabilizar al país. Jorge “Tuto” Quiroga (Alianza Libre) y Rodrigo Paz Pereira (PDC) llegan con propuestas que, aunque distintas, también muestran varias coincidencias. Este es un breve análisis comparativo elaborado por el economista Fernando Romero.

¿Qué dice Tuto?
Quiroga pone el foco en achicar el déficit fiscal del 10% al 3%. Para eso plantea recortar ministerios (de 17 a 12), bajar gastos en viajes y viáticos, y reducir impuestos a un único 10% para IVA, IUE y RC-IVA. Además, quiere atraer inversión privada garantizando seguridad jurídica, incluso vendiendo o entregando a trabajadores las empresas estatales que no sean rentables. En hidrocarburos y minería, habla de biocombustibles y de invitar a empresas extranjeras a explotar litio con mejor tecnología.

¿Y Rodrigo Paz?
El candidato del PDC propone descentralizar la economía, redistribuyendo recursos fiscales 50/50 entre el gobierno central y las regiones. Quiere congelar el gasto en empresas públicas deficitarias y el ingreso de nuevo personal al Estado. También sugiere un “perdonazo tributario” y bajar aranceles a menos del 10%. En tecnología, apuesta por blockchain y un sistema digital para transparentar las compras públicas. Para el dólar, propone un Fondo de Estabilización Cambiaria que unifique el tipo de cambio.

Puntos en común
Romero apunta que ambos coinciden en reducir el gasto público, apoyar al sector privado y reactivar el sector energético. Los dos ven clave incentivar biocombustibles y revisar subsidios y precios de combustibles. En resumen, coinciden en achicar al Estado, atraer inversión y ordenar las cuentas.

Eso sí, más allá de las promesas, la ejecución dependerá del verdadero estado en que reciban las finanzas públicas: déficit alto, escasez de dólares, problemas de carburantes y una inflación que ya preocupa a las familias.

En octubre, el voto definirá no solo quién llega a la Casa Grande del Pueblo, sino también qué receta económica intentará curar una economía que pide auxilio urgente.

Redacción | Activo$ Bolivia

El 19 de octubre, Bolivia irá a una segunda vuelta electoral decisiva y el debate no solo está en quién será el próximo presidente, sino en qué plan económico tiene más chances de estabilizar al país. Jorge “Tuto” Quiroga (Alianza Libre) y Rodrigo Paz Pereira (PDC) llegan con propuestas que, aunque distintas, también muestran varias coincidencias. Este es un breve análisis comparativo elaborado por el economista Fernando Romero.

¿Qué dice Tuto?
Quiroga pone el foco en achicar el déficit fiscal del 10% al 3%. Para eso plantea recortar ministerios (de 17 a 12), bajar gastos en viajes y viáticos, y reducir impuestos a un único 10% para IVA, IUE y RC-IVA. Además, quiere atraer inversión privada garantizando seguridad jurídica, incluso vendiendo o entregando a trabajadores las empresas estatales que no sean rentables. En hidrocarburos y minería, habla de biocombustibles y de invitar a empresas extranjeras a explotar litio con mejor tecnología.

¿Y Rodrigo Paz?
El candidato del PDC propone descentralizar la economía, redistribuyendo recursos fiscales 50/50 entre el gobierno central y las regiones. Quiere congelar el gasto en empresas públicas deficitarias y el ingreso de nuevo personal al Estado. También sugiere un “perdonazo tributario” y bajar aranceles a menos del 10%. En tecnología, apuesta por blockchain y un sistema digital para transparentar las compras públicas. Para el dólar, propone un Fondo de Estabilización Cambiaria que unifique el tipo de cambio.

Puntos en común
Romero apunta que ambos coinciden en reducir el gasto público, apoyar al sector privado y reactivar el sector energético. Los dos ven clave incentivar biocombustibles y revisar subsidios y precios de combustibles. En resumen, coinciden en achicar al Estado, atraer inversión y ordenar las cuentas.

Eso sí, más allá de las promesas, la ejecución dependerá del verdadero estado en que reciban las finanzas públicas: déficit alto, escasez de dólares, problemas de carburantes y una inflación que ya preocupa a las familias.

En octubre, el voto definirá no solo quién llega a la Casa Grande del Pueblo, sino también qué receta económica intentará curar una economía que pide auxilio urgente.

Bolivia: ¿nuevo imán educativo en Sudamérica?

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Bolivia tiene ante sí una oportunidad para atraer estudiantes extranjeros, pero requiere elaborar una estrategia y voluntad para optimizar el sistema.

Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

La región vive tiempos de ajuste. Mientras Argentina celebra haber controlado su inflación, sus ciudadanos sienten el peso del aumento del costo de vida. Paraguay se afianza como un polo económico estable. En otros países, la devaluación de sus monedas encarece los estudios en el exterior. En medio de estas transformaciones, Bolivia podría recuperar un rol protagónico en la educación superior.

Varias voces del sector privado educativo coinciden en que el país está ante una oportunidad para reposicionarse como destino académico. Según Willian Shoaie Baker, presidente de la Asociación Nacional de Universidades Privadas (ANUP) Santa Cruz, el tipo de cambio paralelo ha convertido a Bolivia en una opción «barata» para quienes desean estudiar carreras como Medicina o Enfermería.

“Bolivia se vuelve competitivo, pero necesitamos mejorar los procesos migratorios y de titulación si queremos atraer nuevamente a los estudiantes del exterior”, señala Shoaie. Antes de la pandemia, se estimaba que unos 20.000 estudiantes brasileños residían en Santa Cruz. Hoy, apenas 5.000 continúan en el país. A pesar de esta disminución, la tendencia empieza a revertirse.

Pero no solo se trata de atraer, sino también de recuperar. Shoaie advierte una nueva dinámica y es el retorno de estudiantes bolivianos que estaban en Argentina, impulsado por la creciente dificultad económica para mantenerse allá. “Hoy, un padre necesita tres veces más dinero para sostener a su hijo en Argentina. Muchos están regresando y convalidando materias aquí”, explica.

Foto: Correo del Sur.

Un modelo con efectos multiplicadores

Hugo Enrique Montaño, expresidente de la ANUP Bolivia, recuerda que el crecimiento de universidades privadas en ciudades como Santa Cruz y Cochabamba en la última década estuvo estrechamente ligado a la llegada de estudiantes extranjeros. “La matrícula de brasileños permitió inversiones en infraestructura y equipamiento que beneficiaron a todos. El efecto fue multiplicador: se movieron sectores como la vivienda, el transporte y la alimentación”, afirma.

Entre las instituciones que aprovecharon este impulso están UNIVALLE, UDABOL y UPAL, que se posicionaron como referentes en salud y áreas técnicas. No obstante, Montaño también es realista y opina que alcanzar los niveles de matrícula previos a la pandemia no será inmediato.

El desafío está en la implementación de políticas que permitan capitalizar el momento. “Hay que autorizar visas temporales, flexibilizar requisitos como el pasaporte y facilitar la importación de equipamiento educativo. Solo así se podrá atraer a más estudiantes”, plantea Montaño.

Paraguay como espejo

Mientras Bolivia busca recuperar su lugar, Paraguay muestra cómo una economía estable y políticas favorables pueden transformar a un país en centro académico. Con casi la mitad de población que Bolivia, ha logrado posicionarse como destino educativo emergente. El secreto está en su apertura: trámites ágiles, promoción del país como opción de calidad y reglas claras.

Montaño y Shoaie coinciden en que Bolivia necesita avanzar hacia ese modelo, sin perder tiempo, teniendo en cuenta que tenemos la ventaja del idioma, de la cercanía geográfica y de buenos indicadores en educación superior. Solo falta voluntad para optimizar el sistema.

Oportunidad sí, pero con estrategia

Actualmente, las universidades privadas bolivianas concentran cerca de 250.000 estudiantes, lo que equivale a la mitad de la matrícula de las universidades estatales. Sin embargo, los estudiantes extranjeros representan menos del 5% de este total. Para aumentar ese porcentaje, no basta con esperar que lleguen: hay que ir a buscarlos, ofrecer condiciones claras y sostenibles, y fortalecer la propuesta académica.

Bolivia tiene ante sí una ventana de oportunidad. Aprovecharla depende de su capacidad para resolver trabas institucionales, actualizar su visión del sistema universitario y asumir que la educación superior también puede ser motor económico.

Hoy más que nunca, estudiar en Bolivia no solo puede ser una opción viable para miles de estudiantes extranjeros, sino una estrategia de desarrollo para el país.

Del hilo al ladrillo: el empresario que viste ciudades a medida

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Álvaro Verduguez es un empresario enfocado en la calidad y la excelencia.

Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

¿Será posible que de la aguja al ladrillo se pueda hilvanar una vida exitosa? De ello solo puede dar fe Álvaro Verduguez, quien hizo que su negocio de alta costura, donde priman el glamour y elegancia, se constituya en la piedra fundamental y primer escalón hacia su nueva actividad empresarial: el campo inmobiliario.

Verduguez, gerente propietario de la sastrería “El Corte Inglés”, se ha labrado un camino propio, uno donde cada decisión parece calculada con la precisión de un buen corte. Su trayectoria es la historia de un emprendedor nato que se ha formado capa por capa.

Es un empresario que no sólo diseña hermosas prendas o edifica estructuras físicas, también ha creado una identidad empresarial sólida que trasciende desde Cochabamba.

Los primeros pasos de este inquieto ejecutivo fueron en el mundo de la moda, entre finos y delicados hilos y telas. Su primer negocio fue una sastrería para caballeros, orientada a un público exigente que valora la elegancia clásica, el buen gusto y el detalle artesanal.

Esta reconocida empresa no solo le dio un conocimiento profundo sobre la importancia del trato personalizado y la estética, sino que sentó las bases para el enfoque centrado en el cliente y en los detalles que hoy aplica en el sector de la construcción.

Emprender creando valor

Cuando Álvaro Verduguez terminó su carrera de Administración de Empresas, decidió lanzarse al mercado con una idea que desafiaba la lógica convencional del negocio textil en Bolivia.

En un sector saturado por el contrabando, la ropa de segunda mano y las prendas importadas, apostó por un enfoque radicalmente distinto: la confección a medida con altos estándares de calidad, fusionando tecnología y talento artesanal.

Esta visión permitió a “El Corte Inglés” posicionarse como un referente en vestimenta personalizada, ofreciendo un producto que ninguna prenda industrial podía igualar. La propuesta no solo apuntaba a una prenda exclusiva, sino a una experiencia completa, eliminando las tediosas pruebas y entregando productos terminados en tan solo 24 horas.

“La calidad y la excelencia en los procesos nos han hecho crear una marca de prestigio a nivel nacional”, afirma.

El éxito fue tal que la empresa, hoy con 32 años de trayectoria ininterrumpida, logró expandirse con agencias en Cochabamba, La Paz, Sucre y Santa Cruz.

Desde la fundación de su empresa en 1993, “El Corte Inglés” (Verduguez y Vargas SRL), hasta su más reciente incursión en el rubro inmobiliario, el empresario ha consolidado una trayectoria donde la pasión por el detalle, disciplina organizacional y un entendimiento profundo de lo que significa crear valor desde el servicio, se fusionan como un sello distintivo de su marca.

El gusto de explorar nuevas áreas

En 2018, Verduguez dio un nuevo paso, esta vez, hacia la industria de la construcción y el desarrollo inmobiliario. Aunque podría haberse conformado con el éxito alcanzado en el rubro textil, decidió crecer y explorar una nueva área de negocios. “Es muy reconfortante poder satisfacer dos necesidades primordiales del ser humano: vestimenta y vivienda”, reflexiona.

La decisión no fue fortuita. Desde su visión, el crecimiento empresarial no depende tanto del rubro, sino de las políticas internas de calidad, organización y visión estratégica. Así, trasladó los valores que marcaron su éxito en la confección —disciplina, atención al detalle y orientación al cliente— al desarrollo de proyectos inmobiliarios.

Actualmente, lleva adelante emprendimientos en la ciudad de Santa Cruz, con la misma obsesión por la excelencia y la innovación.

Espacios con alma

En un medio donde la construcción se reduce a lo estructural, Verduguez apuesta por proyectos donde se combinen practicidad, belleza y soluciones adaptadas al cliente. “No se trata solo de levantar paredes; se trata de crear espacios con alma, que respondan al estilo de vida de quienes los habitan”, afirma.

Cochabamba es la base de su actividad en el campo inmobiliario, pero ahora se ha expandido a la ciudad de Santa Cruz, donde el negocio es prometedor y donde está consolidando su nueva faceta.

No sigue tendencias, las interpreta y las adapta al contexto local. Su mirada va más allá de lo funcional. Sabe que, en un entorno donde competir por precio suele ser la norma, el verdadero valor está en diferenciarse por calidad, experiencia de usuario y cuidado en el servicio.

Filosofía empresarial

Álvaro Verduguez no se considera un empresario hecho, sino uno en permanente construcción y dispuesto a reinventarse. Cada proyecto es para él una oportunidad para aprender algo nuevo, para mejorar procesos, para repensar el negocio.

Tiene la sensibilidad del diseñador y la mente estratégica del empresario. Su fórmula exitosa es saber delegar, pero nunca pierde de vista el control de calidad. Cree en los equipos interdisciplinarios, en la formación constante y en las alianzas con proveedores que compartan su ética profesional.

El mismo criterio que Verduguez aplicó en su sastrería –la medida exacta, el gusto del cliente, el equilibrio entre forma y función– hoy aplica en el sector de la construcción. Cada proyecto es un “traje a medida”, pensado desde una lógica de armonía estética y eficiencia operativa. “No vendemos metros cuadrados, vendemos calidad de vida”, dice, resumiendo su filosofía empresarial en este nuevo y dinámico campo.

Carol Ilievski y la coca legal que conquista al mundo

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La empresaria orureña Carol Ilievski.

Sandra Arias Lazcano | Activo$ Bolivia

Cuando se piensa en industrialización de la hoja de coca, muchos imaginan debates políticos, obstáculos legales y promesas incumplidas. Pero Carol Ilievski, empresaria boliviana de mirada estratégica y agenda global, logró ir más allá de los discursos y creó una industria legal basada en la coca que ya factura millones, abastece a Europa, Asia y EE.UU., y ahora incursiona en el mundo de la cosmética de lujo, también usando coca. Todo esto, sin perder su esencia de ingeniera, su mirada humanista y su estilo de liderazgo firme, ético y metódico.

Su historia no empieza con trajes ejecutivos ni en un laboratorio de alta tecnología, sino con el legado familiar: un padre ingeniero y una madre gremialista. De ahí sacó la pasión por las ciencias exactas y el temple para liderar. Estudió ingeniería, luego economía y gobierno en Harvard, se especializó en administración y finanzas, y más tarde amplió su visión en filosofía, derecho y relaciones internacionales. También pasó por Oxford. ¿Suena a mucho? Sí, pero para Carol el tiempo se administra como una inversión: “Soy testimonio de que sí se puede construir una vida productiva sin sacrificar lo esencial”. Y lo ha demostrado.

Coca Blast, una revolución verde

Cuenta que, en 2009, mientras estudiaba en Harvard, presentó un proyecto en su clase de finanzas internacionales: una bebida energizante llamada Coca Blast, elaborada con hoja de coca “descocainizada” (sin cocaína u otros alcaloides psicoactivos). Lo que empezó como un experimento académico se transformó en una innovación de alto vuelo. Patentó la fórmula, registró la marca comercial y cedió los derechos por diez años a la empresa IMB Innovations en Estados Unidos. Sin embargo, cuando los acuerdos económicos no se cumplieron como esperaba, Carol tomó una decisión firme y guardó el producto; pero no la visión.

La industrialización de la hoja de coca se convirtió en un proyecto de vida. Hoy, su empresa produce más de 400 productos derivados de la hoja ancestral, desde suplementos hasta materia prima para otros laboratorios. Se venden en Europa, Australia, Estados Unidos y Japón, operando bajo estrictos estándares legales, con aprobaciones de la DEA, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.) y autoridades regulatorias internacionales. “Lo que el Estado boliviano no pudo hacer en décadas, nosotros lo hicimos con inversión, ciencia y visión”, asegura.

Carol Ilievski junto a su hijo, a quien cedió el manejo de sus negocios.

El arte de multiplicar coca sin escándalo

Para proteger sus fórmulas, Carol diseñó una estrategia digna de thriller corporativo y es que desarrolló cuatro híbridos de hoja de coca, cultivados en lugares tan dispares como Perú, Ecuador, Sri Lanka y Estados Unidos. Así evita que alguien pueda copiar sus productos, ya que cada variedad aporta una parte específica de la fórmula. “No tenemos patentes, tenemos trade secrets como Coca-Cola. Las patentes caducan; los secretos industriales, no”.

Las plantas procesadoras se encuentran en Charlotte (Carolina del Norte) y cerca de Boston. Desde ahí se ensamblan los ingredientes para producir lo que ella llama “coca legal”. Es un negocio global que opera lejos de los titulares políticos y con absoluta legalidad. Con tres tiendas online y dos centros de distribución, las ventas de su línea de suplementos oscilan entre los 5 y 10 millones de dólares anuales.

Coca en versión beauty

Después de años de trabajo legal e inversión en permisos y certificaciones, Carol ya tiene su nueva joya empresarial: Obelisk Beauty, una línea de cosméticos a base de coca. El proceso tomó dos años y más de 5 millones de dólares en trámites legales, además de otros 20 millones en patentes, desarrollo e infraestructura. Hoy, Obelisk Beauty tiene luz verde para vender en Japón, Suiza, Estados Unidos y la Unión Europea.

¿Una crema facial con coca? Sí. Y no, no te va a poner eufórica. Pero sí está diseñada para regenerar tejidos, hidratar y proteger la piel, con el aval de laboratorios y agencias de control internacionales. “Queríamos demostrar que la hoja de coca puede usarse de forma correcta, con ciencia y sin tabúes”, explica Carol.

¿Y la política?

Aunque su incursión en el ámbito político boliviano ha sido reciente, Carol prefiere hablar de logros tangibles, no de slogans. Por razones legales y éticas, cedió el manejo operativo de sus empresas a su hijo y esposo, ya que las reglas en EE.UU. impiden que personas políticamente expuestas (PEP) participen en compañías privadas. Hoy, desde Bolivia, observa, analiza y actúa como una ciudadana más; pero con un historial que la respalda y un liderazgo que no pasa desapercibido.

No se considera una outsider, pero tampoco encaja en los moldes de la política tradicional. Ha dicho públicamente que la administración pública necesita “menos populismo y más gestión”, y que las decisiones deben basarse en datos, evidencia y responsabilidad. Sin estridencias ni poses mesiánicas, busca posicionar un discurso técnico en un entorno saturado de promesas.

Convergencia Renovadora (CORE) es la sigla de su partido político y dice que ya fue aprobado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE); pero decidieron no presentarse porque, al ser un partido nuevo, no llegarían al 3% de votación requerido para no perder su personería jurídica. Entonces, no abandona la política, sino que su objetivo próximo son las elecciones subnacionales. “Es una cuestión estratégica, que se maten entre los que están arriba por ahora, entre todos los emergentes, antiguos y demás”.

Mientras muchos aún debaten qué hacer con la hoja de coca, Carol Ilievski ya la transformó en bebidas, cápsulas, cremas y una marca internacional. ¿Cuál es la clave de su éxito empresarial? Tal vez esté en la ecuación entre ética, estrategia y una hoja milenaria que, en sus manos, dejó de ser un problema y se convirtió en una oportunidad que ella tomó.

Bastardo Wines, la bodega de garaje tarijeña que rompe esquemas con vinos con actitud

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Andrés Selum, uno de los creadores de Bastardo Wines.

Sandra Arias Lazcano | Activo$ Bolivia

En el mundo del vino, hablar de bodegas de garaje suena casi romántico. Son esas microbodegas que nacen en espacios mínimos, a veces literalmente en un garaje, y producen lotes muy reducidos, con un control casi obsesivo sobre cada detalle. Nada que ver con la industria masiva. Este concepto se volvió famoso en Burdeos en los 90 con los llamados garajistas y hoy tiene su versión boliviana con Bastardo Wines.

Esta aventura tarijeña comenzó en 2023 de la mano de Andrés Selum y su socio, quienes se encargan de absolutamente todo, desde la recolección manual de la uva hasta el etiquetado final y, por supuesto, la comercialización. En total, producen unas 2.000 botellas al año, lo justo para mantener la esencia de lo artesanal y asegurar que cada vino lleve su sello personal.

Andrés cuenta que la idea del nombre surgió cuando se dieron cuenta de que quienes se dedican a la industria del vino usan su tradición familiar o sus apellidos para bautizar sus productos, algo que él y su socio no tienen. De ahí que surgió Bastado Wines.

Vinos con nombre y carácter propio

Lo primero que llama la atención de Bastardo Wines no es solo el sabor, sino la irreverencia de sus etiquetas.

  • Guajojo: inspirado en el ave a la que, injustamente, se le atribuye mala suerte. “La culpa no es del pájaro, sino de nuestras pavadas”, bromea Andrés. Y ese guiño humorístico está escrito en la etiqueta del producto.
  • Descarada: un vino que juega con la idea de empoderamiento femenino, acompañado de una definición de diccionario inventada que le da un toque divertido y atrevido.
  • Medias Tintas: un rosado hecho con la uva patrimonial Bichoqueña, que invita a tomar partido en la vida y no quedarse a medias, ni en el vino ni en las decisiones.

Una propuesta fresca en el mercado boliviano

Aunque su primera vinificación fue en 2023, Bastardo Wines ya se está abriendo camino y su principal mercado está en La Paz, aunque poco a poco su nombre comienza a sonar en otros rincones.

Por ahora, elaboran vinos jóvenes, sin crianzas largas ni reservas; pero la idea es crecer a su ritmo, sin perder lo que los hace únicos. Bastardo Wines no busca ser una bodega boutique ni competir con las grandes; quiere mantener el espíritu de “bodega de garaje”, esa filosofía de hacer vino con pasión, carácter y mucha autenticidad.

Este año se presentan en el Vinofest, el festival de vinos y singanis organizado por Feicobol y Fexco, que se realizará del 28 al 30 de agosto en el campo ferial de Alalay. Las entradas ya están a la venta en el sitio: www.todotix.com.bo/ticket/vinofest.

¿Renta Dignidad de Bs. 2000? La promesa electoral que podría reventar las cuentas públicas

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Redacción | Activo$ Bolivia

La Renta Dignidad siempre genera debate en Bolivia, pero esta vez la polémica subió de nivel con una propuesta electoral plantea subirla a Bs. 2000 mensuales para los “no rentistas” y Bs. 1000 para los “rentistas”. La idea suena atractiva para millones de adultos mayores, pero los números muestran otra cara y es que sería un gasto casi impagable para las arcas del Estado.

Actualmente, la Renta Dignidad llega a más de 1,2 millones de ancianos, con un presupuesto de Bs. 5.529 millones en 2025, apenas un 4% más que el año pasado. Pero si la promesa del candidato a la vicepresidencia Edman Lara (PDC) se cumple, el gasto anual saltaría a Bs. 30.171 millones, es decir, un 446% más.

¿De dónde saldría tanta plata?

El economista Fernando Romero hace cuentas:

  • Para los rentistas (21% de los beneficiarios), el pago anual sería de Bs. 3.540 millones.
  • Para los no rentistas (79%), la cifra se dispara a Bs. 26.631 millones.

En conjunto, la factura mensual sería de Bs. 2.514 millones. Para tener una idea, este monto es casi el 50% de todo lo que Bolivia gasta en sueldos públicos en un año, y prácticamente lo mismo que se destina a salud o educación.

¿Promesa electoral o riesgo fiscal?

Romero advierte que el país ya atraviesa un desequilibrio macroeconómico y que, antes de pensar en bonos imposibles de financiar, lo urgente es un plan de ajuste fiscal serio y consensuado. Sugiere que el gobierno saliente y las tres fuerzas políticas que cogobernarán tras la segunda vuelta electoral conformen mesas técnicas para hacer un diagnóstico realista de la economía y evitar que promesas emocionales se conviertan en una bomba de tiempo.

Para los ancianos, recibir Bs. 2000 cada mes suena a justicia social. Pero para las cuentas del país, es una promesa que podría costar casi lo mismo que todo el presupuesto de salud y educación juntos.

Turismo de compras a Bolivia y Paraguay deja crisis comercial en el norte argentino

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Cada día, argentinos llegan hasta Bermejo en busca de productos baratos de contrabando. (Foto: tn.com.ar)

Redacción | Activo$ Bolivia

La escena se repite cada día en la frontera norte de Argentina con filas interminables de autos rumbo a Bolivia y Paraguay, valijas repletas y del otro lado, locales con carteles de “liquidación” y puertas cerradas. El motivo es simple: la diferencia cambiaria hace que los precios en Bermejo (Bolivia) y Alberdi (Paraguay) parezcan de otro planeta.

El sitio argentino Todo Noticias reporta que, por ejemplo, en Bermejo, un kilo de carne cuesta $4000 argentinos (unos Bs 21,30). Y si hablamos de ropa, los números son todavía más tentadores: 12 jeans a $130.000 (cada uno a Bs 57), 12 camperas por $300.000 (Bs 133 cada chamarra) o 12 pares de zapatillas a $220.000 (Bs 97,50 cada par). Hasta los termos, símbolo del mate argentino, salen más baratos: tres por $40.000.

En Alberdi, la brecha es igual de llamativa: un aire acondicionado a $300.000, una heladera por $608.000 y un televisor de 85 pulgadas a $1.250.000. Lo curioso es que todo se paga en pesos argentinos, billeteras virtuales e incluso en cuotas sin interés, lo que multiplica el furor del “turismo de compras”.

El drama del comercio local

Mientras tanto, en ciudades como Orán, los comerciantes no encuentran cómo competir. Ariel Zablup, presidente de la Cámara de Comercio local, reveló que solo en los últimos meses se cerraron 40 negocios. En Formosa, el panorama es aún más crítico porque la Cámara de Comercio perdió 100 socios, las ventas cayeron un 70% y el contrabando se disparó.

En barrios como Circuito Cinco, se consiguen seis gaseosas de medio litro por $7000 o una de tres litros por $4000, todas de origen paraguayo. Hoy, casi toda la gaseosa que se toma en el noreste argentino cruza de contrabando.

Reclamos y parches

Los comerciantes argentinos exigen a sus autoridades medidas urgentes, entre ellas un régimen que exima del IVA a los turistas hasta un refuerzo del Plan Güemes para controlar el contrabando. En Aguas Blancas y Salvador Mazza, donde los tours de compras convirtieron las calles en estacionamientos gigantes, los municipios ya cobran una tasa extra de $1000 por auto, a modo de peaje.

Mientras los argentinos siguen cruzando la frontera en busca de precios más bajos, la competencia desigual deja a los comercios locales un paso más cerca de la quiebra. En Bolivia, el contrabando a la inversa continúa encareciendo los precios y hay productos que ahora cuestan hasta cuatro veces más que hace un año.

Por qué cerrar la aduana no sirve cuando el principal actor es el tipo de cambio

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Redacción | Activo$ Bolivia

En las redes sociales, el economista Gonzalo Chávez lanzó una reflexión que, entre humor y metáforas futboleras, pone en la mesa un tema clave: ¿de verdad cerrar la aduana soluciona algo?

Algunos libertarios, como Jaime Dunn, sueñan con ponerle dinamita a las oficinas aduaneras para que entren productos sin trabas. Suena atractivo pensar en menos coimas, menos burocracia y más ropa barata en el mercado. Pero, como dice Chávez, en economía la aduana es apenas un decorado. El actor principal es el tipo de cambio.

El portero vs. el marcador

Chávez explica que cerrar la aduana es como culpar al arquero de que tu equipo perdió 5-0. El portero puede haber fallado, sí, pero el marcador refleja todo el partido. En términos económicos, la aduana puede encarecer o abaratar productos específicos, mientras que el tipo de cambio mueve los precios de toda la economía.

  • Si la moneda se aprecia demasiado: exportar se vuelve caro, importar barato y los productores locales quedan arruinados.
  • Si se deprecia de golpe: los exportadores celebran, pero los consumidores enfrentan inflación y salarios que se achican.

En pocas palabras, la aduana es micro; el tipo de cambio es macro.

La magia y el peligro del dólar

Cuando la moneda local se fortalece, viajar y comprar afuera es un regalo; pero los exportadores se vuelven poco competitivos. Cuando se debilita, los exportadores ganan más pero el celular, la tele y hasta el pasaje a Miami se disparan de precio.

En regímenes fijos, el tipo de cambio da estabilidad y calma la inflación, aunque sea una ilusión pasajera. En regímenes flexibles, es el amortiguador que absorbe golpes externos. Y si la balanza de pagos sigue en déficit, tarde o temprano la devaluación toca la puerta.

Aduana: condimento, no plato principal

La aduana sirve, dice Chávez, porque protege sectores estratégicos, recauda impuestos, ordena flujos. Pero también distorsiona precios, alimenta la corrupción y tiene un alcance limitado. El tipo de cambio, en cambio, es bisturí macroeconómico porque define inflación, competitividad y expectativas.

La conclusión de Chávez es clara: dinamitar la aduana puede sonar divertido en campaña, pero sin una política cambiaria seria, es como ponerle sombrilla a un barco que se hunde. La brújula de una economía abierta no está en el sello del funcionario, sino en el número que marca el tipo de cambio.

El Wi-Fi gratis tiene su lado oscuro. Cómo navegar seguro en redes abiertas

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Redacción | Activo$ Bolivia

Imagina esta escena: entras a tu cafetería favorita, pides un latte y antes de que llegue tu bebida ya estás conectado al Wi-Fi gratis. Todo parece perfecto, pero detrás de esa comodidad puede estar acechando un ciberdelincuente esperando robar tus datos.

Las redes públicas, como las de aeropuertos, centros comerciales o restaurantes, suelen ser poco seguras. ¿La consecuencia? Quien sepa cómo hacerlo puede interceptar lo que escribes o envías. Y hablamos de cosas delicadas como correos electrónicos, contraseñas, números de tarjeta o incluso tu acceso a la banca en línea.

Los trucos más comunes de los atacantes

  • “Man in the middle”: el hacker se mete en medio de tu conexión para espiar todo lo que envías.
  • Redes falsas: crean una red con un nombre muy parecido al original (ejemplo: “Starbucks Free” en vez de “Starbucks Wi-Fi”) para que caigas en la trampa.
  • Phishing y smishing: correos o mensajes que parecen legítimos, pero te hacen entrar a páginas falsas para robar tus claves.

Cómo protegerte

El Banco Ganadero recomienda algunos hábitos simples que marcan la diferencia:

  1. Pregunta siempre el nombre oficial de la red antes de conectarte. Evita las imitaciones.
  2. No hagas compras ni transferencias en Wi-Fi público, aunque el sitio muestre candado o “https”. Mejor usa tus datos móviles o espera llegar a casa.
  3. Instala y usa una VPN: crea un “túnel” seguro que protege tu información de ojos curiosos.
  4. Desactiva la conexión automática y el uso compartido de archivos. Así evitas que tu dispositivo se conecte solo a redes desconocidas.
  5. Mantén tu sistema y antivirus actualizados. Un software desactualizado es como dejar la puerta abierta al ladrón.

Edgardo Cuellar, gerente de Negocios Digitales del Banco Ganadero, hace la siguiente reflexión: “La seguridad digital comienza con la conciencia. Unos minutos de prevención pueden evitar meses de problemas”.

Así que ya lo sabes, la próxima vez que el Wi-Fi gratis te guiñe el ojo, recuerda que la verdadera comodidad es navegar seguro.

Blue Road abre la puerta para que los bolivianos inviertan en Florida y consigan la green card

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Susana Lazzari, vicepresidenta corporativa de Blue Road, en la presentación del proyecto inmobiliario realizada en Santa Cruz.

Redacción | Activo$ Bolivia

¿Te imaginas invertir en un proyecto inmobiliario en Florida y, al mismo tiempo, abrir la posibilidad de conseguir la residencia permanente en Estados Unidos? Pues esa opción ya está más cerca que nunca para los bolivianos.

Blue Road, una de las desarrolladoras más reconocidas en el mercado inmobiliario estadounidense, acaba de aterrizar oficialmente en Bolivia de la mano de la constructora Conserso, una firma cruceña con más de 18 años de experiencia en proyectos de primer nivel. La alianza busca conectar a inversionistas bolivianos con proyectos residenciales y comerciales en Norteamérica, con el plus de asesoría para acceder a programas de residencia a través de inversión.

“Con esta unión, los bolivianos tendrán acceso a proyectos con respaldo, seguridad jurídica y acompañamiento integral en todo el proceso”, explicó Vicente Sosa, gerente de Conserso. La idea es abrir una puerta confiable y segura para quienes sueñan con diversificar su capital en EE.UU. y, de paso, aspirar a la famosa “green card”.

¿Y por qué Santa Cruz? Porque es el motor económico de Bolivia, concentra el mayor dinamismo en el sector inmobiliario y reúne a los inversionistas más activos del país. Conserso aporta además su experiencia en el mercado local, garantizando que el salto hacia proyectos internacionales se haga con el respaldo de un socio sólido.

Vicente Sosa, gerente general de Conserso.

El lanzamiento se realizó en Fexpocruz, con la reconocida Desirée Durán como maestra de ceremonia, y sirvió para presentar los proyectos, explicar el modelo de inversión y detallar los pasos para aplicar a la residencia.

Las oficinas de Conserso están abiertas para quienes quieran dar el siguiente paso: zona El Remanso, Boulevard Jardines del Norte VI, locales 5 y 6. Porque invertir en Florida ya no es un sueño lejano, ahora está al alcance de los bolivianos con visión internacional.

Camino Plaza, un “laboratorio” de experiencias

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Cada espacio del hotel Camino Plaza fue concebido para hacer que el confort se sienta familiar, incluso lejos de casa.

Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

Hay hoteles donde uno simplemente pasa la noche y otros a los que siempre quieres volver. En Cochabamba, el Hotel Camino Plaza no solo ha hospedado a estrellas de talla mundial y ejecutivos de todo el mundo, también ha cultivado una comunidad de visitantes frecuentes para quienes es su “segundo hogar”. Bajo la visión de su gerente propietario, René Polo, este espacio fue concebido para hacer que el confort se sienta familiar, incluso lejos de casa.

En un entorno económico adverso y un mercado hotelero cada vez más saturado y competitivo, la historia de René Polo se erige como un ejemplo de visión, perseverancia y reinvención constante pues no solo construyó un establecimiento de cinco estrellas, sino que diseñó sus planos y su sistema de gestión, entre otras tareas, convirtiendo al hotel en un verdadero laboratorio de experiencias, comodidad y calidez.

Obsesión por el detalle

Hotel Camino Plaza nació hace una década, inicialmente con 28 habitaciones; pero hoy cuenta con 60, más cuatro departamentos tipo apart hotel, todo ubicado en el corazón de la apacible zona de Cala Cala, en la ciudad de Cochabamba.

Su esencia se define no por la cantidad de habitaciones sino por la diversidad porque cada habitación tiene identidad propia, un amoblado distinto, colores únicos y una concepción personalizada. “Una habitación para cada experiencia”, dice Polo, cuya obsesión por el detalle ha convertido al hotel en el favorito de artistas de renombre internacional como Maluma, Becky G o Leo Dan, y de ejecutivos que requieren comodidad, privacidad y funcionalidad confortable.

Vista interior de una de las habitaciones del hotel.

Hospitalidad “inteligente”

Pero este hotel no es solo un destino, es también un refugio de alta eficiencia. Desde su software de gestión desarrollado por el propio Polo hasta un sistema de atención personalizado que anticipa las preferencias del cliente recurrente, todo responde a un concepto integral de hospitalidad “inteligente”. “La hotelería no es poner camas y alquilar cuartos. Es una ciencia del confort y el confort exige tecnología, estética, logística y emoción”, describe Polo.

El hotel fue concebido para ejecutivos que necesitan más que un espacio para dormir. Cuenta con salas de reuniones integradas a las habitaciones, cafetería, restaurante, gimnasio, spa y piscina, todos de uso exclusivo para sus huéspedes. Este enfoque ha posicionado al Camino Plaza como el hotel ejecutivo por excelencia de Cochabamba, donde incluso el silencio nocturno es parte de la experiencia.

Compromiso con su equipo

La ruta hacia el éxito ha estado lejos de ser sencilla. La pandemia hizo que el hotel se mantuviera cerrado por un año, pero sin despedir ni un solo trabajador. Una decisión que significó un enorme esfuerzo financiero, pero que reafirmó el compromiso de Polo con el equipo humano que sustenta el servicio.

En el Camino Plaza también hay espacio para ayudar a la formación de estudiantes universitarios que necesitan realizar pasantías.

René Polo, gerente y propietario del hotel Camino Plaza.

El hotel de las estrellas
En sus 10 años de operaciones, Camino Plaza ha albergado a más de 120 artistas de talla internacional. Figuras como Maluma, Becky G, Nicky Jam o Miriam Hernández han hecho de este hotel su residencia exclusiva en Cochabamba. “Hoy los artistas exigen hospedarse aquí. No es una casualidad, es el resultado de una experiencia cuidada hasta en el mínimo detalle”, asegura René Polo.

Más allá del confort, los visitantes valoran el trato cálido, el respeto a su privacidad y un ambiente que trasciende el hospedaje para convertirse en un recuerdo grato del país. “Cuando un artista se va feliz, se lleva una buena imagen de Bolivia”, afirma.

René Polo, un trotamundos

René Polo ha recorrido el mundo con su maleta siempre lista, acumulando experiencias en hoteles de América, Europa y del resto del mundo.

Sus constantes viajes académicos le dieron una mirada única sobre la hospitalidad, la comodidad y los detalles que definen una estadía inolvidable. Con ese bagaje, decidió no solo replicar, sino reinventar la experiencia hotelera en Cochabamba. Así nació el Hotel Camino Plaza.

A pesar de las crisis sociales, la pandemia y la competencia desleal, Polo no se rinde. Pudo retirarse del rubro con holgura financiera, pero eligió quedarse y hoy se mantiene firme, apostando por la industria hotelera como un verdadero héroe del turismo boliviano.

Creatividad ante lo adverso

Frente a la creciente competencia informal de plataformas como Airbnb y la falta de políticas estatales para impulsar a las empresas formales, Polo denuncia el desamparo del sector hotelero, que además enfrenta una presión tributaria agobiante.

“En Bolivia, abrir un hotel es como abrir cinco empresas al mismo tiempo, y el Estado en lugar de apoyar, castiga”, reflexiona. Pese a ello, este empresario hotelero no se rinde. Además de proyectar un nuevo salón de eventos para 700 personas, impulsa el turismo gastronómico como estrategia de diversificación. Recientemente, organizó una experiencia culinaria con el pescado amazónico paiche, atrayendo visitantes de distintas regiones del país y del exterior.

Pasión y estrategia

Más allá de su rol como empresario hotelero, Polo es también un impulsor del turismo regional. Lidera el Observatorio del Turismo de Cochabamba y promueve proyectos como “Cochabamba Ciudad Universitaria”, convencido de que la economía del conocimiento y el turismo pueden revitalizar la ciudad. “Cochabamba tiene todo para ser un destino: clima, ubicación, cultura, talento humano. Solo falta visión de Estado”, asegura.

Polo es un empresario que ha demostrado que cuando la pasión se mezcla con inteligencia empresarial y compromiso social, incluso un contexto adverso puede convertirse en una plataforma de innovación.

El dólar paralelo sigue a la baja un día después de las elecciones en Bolivia

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Redacción | Activo$ Bolivia

Las elecciones presidenciales del pasado domingo, en Bolivia, dejaron a Rodrigo Paz, de centroderecha (o más bien centro progresista), en el primer puesto, mientras que el expresidente Jorge Quiroga, de derecha, le pisa los talones. Ambos irán a una segunda vuelta que está prevista para el 19 de octubre de 2025.

Pero ¿qué pasó en el mercado cambiario? Hay tres datos clave, según el sitio dolarboliviahoy.com: hoy, lunes 18 de agosto, el dólar paralelo se vende a 13,59 bolivianos y se compra a 13,52 bolivianos. El día de la elección, esos valores fueron 13,67 bolivianos (venta) y 13,60 bolivianos (compra), lo que significa que continúa la bajada.

En realidad, esto forma parte de una tendencia más grande porque hace apenas tres meses, en mayo, el dólar paralelo rondaba los 20 bolivianos. Así que pasar de 20 a menos de 14 representa una caída fuerte y sostenida.

Se respira un ambiente más relajado en el mercado cambiario, sin que el oficial (que sigue fijo en Bs 6,96 desde hace años) compita; pero esa brecha aún deja claro que el boliviano está lejos de recuperar estabilidad plena.

Los expertos coinciden en que esta tendencia a la baja del dólar paralelo podría estar reflejando algo que todos esperan: un probable cambio hacia políticas más favorables al libre mercado, con Paz y Quiroga como protagonistas. Las encuestas y el nerviosismo financiero ya habían reaccionado antes, varias semanas atrás. Pero ojo, aunque bajó, el dólar paralelo aún está muy lejos del oficial. Eso muestra que la desconfianza no desaparece de un día para otro.

Lo otro que salta a la vista es que ese descenso coincide con el nerviosismo post-electoral y una mayor confianza en que venga un gobierno “pro-estabilidad” o “más recortador del despilfarro”. Rodrigo Paz apuesta por modernizar, abrir y descentralizar; Quiroga, por la austeridad, privatizaciones y coordinación con FMI y otros actores internacionales.

Así que, el que logre arrastrar a los votantes de otros candidatos y se vea con capacidad de pactar podría ser decisivo para mantener al dólar calmado.

Pero ojo, la economía sigue frágil. Con reservas bajísimas, cualquier sacudida electoral o internacional puede volver a poner al boliviano contra la lona.

BeeRenter y Eslipinbo son la nueva competencia para Airbnb en Bolivia

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Sandra Arias L. | Activo$ Bolivia

En Bolivia, los alquileres vacacionales tipo Airbnb tienen nuevos jugadores. Dos nuevas plataformas están pisando fuerte, se trata de Eslipinbo (una plataforma internacional, pero con una versión con sabor local) y BeeRenter.

¿Qué ofrece Eslipinbo?

Eslipinbo es básicamente una plataforma de alquiler de corto plazo hecha y adaptada especialmente para Bolivia. No hay muchos datos disponibles todavía (aún no hay información concreta sobre su número de alojamientos o tarifas promedio); pero apunta a facilitar la oferta de alojamientos en moneda local y con métodos de pago que funcionan mejor para el público boliviano. Adiós complicaciones con tarjetas internacionales. Por lo demás, parece una alternativa organizada y pensada en los anfitriones y viajeros afectados por las restricciones de las plataformas globales.

BeeRenter para todos

BeeRenter ya tiene más presencia online. La plataforma permite que cualquier persona suba un anuncio gratis y controle su disponibilidad, reglas de la casa, precios y todo desde su panel, con pagos seguros vía PayPal o Stripe. Además, ofrece protección para anfitriones y verificación de identidad de los huéspedes, lo que da un plus de confianza.

¿Y Airbnb sigue firme?

Sí, pero con tropezones. A la fecha, Airbnb mantiene miles de opciones en Bolivia, por ejemplo, en Santa Cruz hay cerca de 4.500 propiedades disponibles, 3.100 con piscina, 2.500 con espacio de trabajo y mil para familias. La cantidad de reseñas supera las 51.000. En La Paz hay unas 417 opciones y precios accesibles desde unos 129 bolivianos la noche.

Sin embargo, algunos anfitriones locales están teniendo problemas reales. Las restricciones bancarias complican los pagos, muchos usuarios incluso prefieren cerrar negocios fuera de la plataforma para evitar el pago de comisiones o bloqueos de sus tarjetas. Así que, aunque Airbnb sigue siendo el más conocido, está enfrentando desafíos serios en Bolivia debido a la dificultad de conseguir dólares.

Ventajas para Bolivia

Para los anfitriones, la existencia de plataformas como Eslipinbo (adecuada al contexto) o BeeRenter pueden ofrecer opciones más flexibles y transparentes en moneda local, sin tantas trabas tecnológicas o burocráticas.

Para el caso de los viajeros, ya sean locales o internacionales, hay más opciones para elegir, precios potencialmente mejores y pagos más cómodos.

Ambas opciones promueven un consumo más consciente porque, al haber competencia, le dan un empujón al rubro para que todos mejoren sus tarifas, la atención y las facilidades de uso.

La moda con fuertes raíces de “Hijos de Ramón”

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A la der., Fernando Justiniano y Carlos Arauz, creadores de la marca “Hijos de Ramón” y a la izq. uno de sus diseños.

Sandra Arias Lazcano | Activo$ Bolivia

Cuando Carlos Arauz y Fernando Justiniano decidieron unir sus talentos para fundar “Hijos de Ramón”, en 2017, quizás no imaginaban que años después estarían redefiniendo lo que significa el lujo desde una perspectiva profundamente boliviana. Lo que empezó como una propuesta moderna y transgresora en moda masculina, hoy se ha transformado en un proyecto cultural que dialoga con las fibras naturales, el arte popular y la identidad de la mujer latinoamericana.

Del gato Ramón a la identidad cruceña

El nombre “Hijos de Ramón” tiene una historia tan particular como encantadora: viene del nombre de un gato. Sí, un felino que conquistó el corazón de ambos diseñadores y por eso ambos decidieron nombrar así su marca. Pero lo que parecía un guiño informal, terminó sonando a firma europea de alta moda. “La gente pensaba que era una marca española. Nos gustó ese malentendido porque el nombre es fuerte y fue una forma de decir ‘aquí estamos’”, cuenta Carlos.

Moda con alma y con historia

Tras la pandemia, su visión dio un giro profundo. La escasez de materiales importados los empujó a mirar hacia adentro. Comenzaron a trabajar con artesanos de lugares como Paurito, San José de Chiquitos y la comunidad de Santa Rita en Concepción. Allí encontraron no solo fibras como el motacú, el cusi o el jipijapa, sino también historias, técnicas ancestrales y saberes que hoy se reflejan en cada prenda.

“Hijos de Ramón” no sigue las tendencias, las crea. Se inspiran en semillas, flores endémicas como la ceiba camba, raíces y relatos heredados. Carlos lo dice claro: “No diseñamos con base en lo que está de moda. Nuestra identidad siempre está de moda”.

Una prenda, mil sentidos

Cada vestido, cada blusa o accesorio que sale de “Hijos de Ramón” lleva consigo un pedacito de la tierra baja boliviana. Y no es exageración porque muchas de las prendas son pintadas a mano, cuentan con tintes naturales, y tejidos con fibras vegetales recolectadas y procesadas de forma artesanal.

“No hacemos ropa desechable. No es para usar un día y olvidarla. Queremos que cada prenda sea una obra de arte que te acompañe, que genere conversación. Que alguien te pare y te pregunte: ‘¿De dónde es eso?’”, explica Carlos. Esa es la esencia de su propuesta: moda que conecta, que cuenta historias, que tiene alma.

Entre lino, algodón y sueños colectivos

Esta entrevista se realizó a inicios de mayo y Carlos contó que se encontraban desarrollando una colección cápsula para el Día de la Madre. Como en anteriores propuestas, el lino y el algodón fueron los protagonistas, en conjunto con técnicas de teñido artesanal. “No hacemos colecciones grandes, sino pequeñas ediciones con mucha intención. Y siempre en colaboración con mujeres artesanas, sobre todo ahora con la comunidad de Santa Rita”, comentaba.

Aunque no se definen como una marca cara, tampoco entran en la categoría de moda rápida. “Nuestro precio es justo. No es carísimo, pero tampoco regalado. Pagamos lo que corresponde al artesano. La prenda que compras cuenta una historia y tiene un valor real”, asegura Carlos.

Una propuesta que trasciende fronteras

Aunque nacida en Santa Cruz, la marca tiene clientas en República Dominicana, Miami, Asunción y México. “Nuestra ropa está pensada para climas cálidos. La mujer que vestimos es fresca, alegre y colorida, muy conectada con la estética tropical de Latinoamérica”, dice Carlos Arauz.

El desafío, sin embargo, ha sido cultural. “Al principio costaba que la gente confíe en una marca nacional. Hay una idea errónea de que lo caro o lujoso tiene que venir de afuera. Nosotros creemos que el verdadero lujo es el trabajo manual, la pieza única, lo hecho con raíces y manos bolivianas”.

Moda que también viste casas

Lo interesante de “Hijos de Ramón” es que no solo visten cuerpos, sino también hogares. Fernando Justiniano, artista plástico y diseñador de interiores, se encarga de desarrollar piezas decorativas, cuadros y objetos que comparten la misma filosofía: lo natural, lo orgánico y lo identitario. Así, la marca se convierte en un universo estético completo que celebra lo cruceño desde múltiples frentes.

Educación, arte y un futuro colectivo

Carlos Arauz, además de diseñador, es docente. Ha trabajado con instituciones como el Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (CEPAD) para capacitar a artesanos en pueblos de la Chiquitania. Su visión va más allá de la moda: “No es solo vestir bonito, es también empoderar, enseñar, compartir. Queremos que más personas conozcan lo hecho en Bolivia, que consuman café, chocolate, arte, ropa, todo de aquí”.

Su formación es tan híbrida como su marca. Es químico industrial de base, luego estudió Diseño de Modas, y ahora está cursando Relaciones Internacionales para proyectar aún más la identidad regional. “Queremos llevar la moda boliviana al mundo, pero sin perder lo nuestro. Al contrario, haciéndolo visible”.

¿Y el futuro?

Lo ven colaborativo, con más espacio para nuevos diseñadores, pero también con un público más consciente. “La gente tiene que valorar lo hecho a mano, lo que tiene historia, lo que nos conecta con nuestras raíces. Hay que animarse a consumir arte local, moda local, identidad local”.

“Hijos de Ramón” no es solo una casa de modas. Es un manifiesto viviente de que el lujo puede provenir de la ceiba camba, sentirse como el algodón teñido a mano, y contar historias de abuelas que cosían su ropa de bolsas de harina. Es una oda a lo cruceño, tejida con arte, pasión y mucha, pero mucha identidad.

¿Seguirá bajando el precio del dólar?

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Por Hugo Siles Espada (*)

En los últimos días, la cotización del dólar en los mercados descendió hasta 14 bolivianos tras alcanzar un récord histórico de 19 bolivianos hace un par de meses atrás. ¿Seguirá bajando el precio del dólar en Bolivia?

En la actual coyuntura, el descenso del dólar obedece a dos factores centrales:

Primero: A nivel nacional, el descenso del dólar está influenciado por las expectativas racionales (información económica y política actual) y expectativas adaptativas (memoria pasada) sobre el rumbo y derrotero de la economía tras las elecciones presidenciales del 17 de agosto. El mercado está en tregua cambiaria, aguardando el resultado que emergerá de las urnas. Los agentes económicos están en “espera” de la definición política presidencial.

Asimismo, la depreciación del dólar, en la actualidad, se ve impulsada por el superávit en balanza comercial registrado en mayo de 2025 que implica ligera afluencia de divisas; por el uso intensivo de criptoactivos por los agentes económicos para realizar operaciones de comercio exterior; por el mayor flujo de divisas en el mercado informal resultado de las exportaciones informales (contrabando a la inversa) y economías subterráneas. 

Otro de los factores centrales para la depreciación del dólar es el retiro del sector público de la compra de USDT en el mercado virtual de divisas. La intervención del Estado en la compra de divisas virtuales generó anteriormente alza del precio del dólar.

Segundo: A nivel internacional, el descenso del dólar en Bolivia se debe a la guerra comercial que se desató entre Estados Unidos, Europa, China y ahora Sudamérica, en particular Brasil por la posición política adoptada por Lula Da Silva.

La subida de aranceles establecida por Donald Trump generó retaliaciones económicas en las distintas regiones y gobiernos del mundo.  Las monedas regionales cobraron mayor valor respecto del dólar, es decir, se apreciaron. El euro se apreció, el sol peruano se apreció, el peso chileno, el peso de Colombia se apreció.

En esta guerra comercial mundial, el dólar perdió fortaleza relativa como medio de pago a nivel internacional y como activo reserva del valor. ¿Quién ganó? Ganó y gana el oro y la plata, cuya cotización es ascendente.

Los bloques económicos, entre ellos el Mercosur y los BRIC, liderados por Brasil, están buscando realizar transacciones comerciales al margen del dólar y están con mayor énfasis y propósito para crear una moneda regional.

El futuro del dólar

Desde el enfoque estructural, el futuro del dólar en Bolivia dependerá principalmente en el corto plazo de: 1) la decisión política económica del próximo gobierno de levantar o mantener el subsidio al diésel y gasolina y 2) continuar o reducir el déficit fiscal. La política pública de gasto fiscal para financiar la industrialización con sustitución de importaciones genera (y generó) déficits comerciales y fiscales desde hace una década con la consiguiente caída de las reservas internacionales netas y el descenso de dólares en los mercados nacionales, presión inflacionaria y caída del poder de compra de los sueldos y salarios.

En la semántica de la economía de signos y señales que vivimos y en la lógica de la sintaxis económica racional, la expectativa es que el día “D” (el 17 de agosto) el comportamiento del tipo de cambio, en el cortísimo plazo, se verá influenciado por:

– Si gana la opción política de mercado, el dólar tenderá a estabilizarse o depreciarse.

– Si gana la opción política de intervención del Estado, el dólar tenderá a apreciarse. Aunque en Bolivia todo es posible que pase o que sea al revés. 

Vivimos en Bolivia, donde los economistas somos unas aves más, cuyos cantos pueden o no ser erráticos. 

(*) El autor es economista.