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domingo, octubre 12, 2025
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El girasol de San Julián mueve la economía boliviana y conquista al turista

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En Santa Cruz, San Julián brilla con el girasol y se convierte en capital productiva.

Redacción | Activo$ Bolivia

Desde finales de julio hasta estos días, un mar amarillo brilla en el horizonte de San Julián, provincia Ñuflo de Chávez, en Santa Cruz. No es casualidad que este municipio haya sido declarado en agosto como Capital de la Producción del Girasol, un título que va mucho más allá del simbolismo porque es el reconocimiento a más de tres décadas de esfuerzo, resiliencia y visión productiva.

Hugo Flores, presidente de la filial San Julián de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), habla sobre este producto: “Descubrimos que el girasol era más tolerante a la sequía, más comercial y con menor costo de inversión”. Esa elección estratégica hoy rinde frutos.

Productores de girasol afiliados a ANAPO San Julián.

En los años 90, un plan quinquenal apoyado por USAID encendió la chispa. Entonces, el girasol empezó a cultivarse como alternativa en tierras menos lluviosas y pronto se convirtió en un aliado de los agricultores y de la industria. Hoy, San Julián bordea las 95.000 hectáreas productivas, aportando más de la mitad de la superficie sembrada en la última campaña de invierno.

El impacto no se queda en lo local. Entre 2015 y 2024, Bolivia alcanzó una producción de hasta 205 mil toneladas (2021) y cerca de 900 millones de dólares en exportaciones, consolidando al girasol como el cuarto producto no tradicional más exportado del país.

Pero el girasol no solo mueve dinero, también cuida la tierra. Al rotar con otros cultivos, ayuda a descompactar el suelo, mejora la absorción de agua y nutrientes, y corta el ciclo de plagas que afectan a la soya. Además, es resistente a la sequía, lo que lo vuelve un cultivo estratégico en tiempos de cambios climáticos.

San Julián quiere aprovechar al máximo este impulso. El asambleísta Dilfe Rentería destaca que la declaratoria abre la puerta a mayor visibilidad, atracción de inversiones y hasta turismo productivo. Y es que el girasol no solo se vende, también enamora, ya que cada temporada, familias enteras llegan a las carreteras para tomarse fotos en los campos amarillos.

El reto ahora está en que las políticas públicas, la asistencia técnica y la inversión acompañen a los productores. Porque detrás de cada hectárea florecida hay familias que sueñan con un futuro donde el girasol no solo sea paisaje, sino motor de desarrollo sostenible.

Nuevo impuesto manufacturero, una idea que parece más simbólica que efectiva

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El presidente Luis Arce firma el anteproyecto de ley del impuesto alternativo que debe ser tratado en el Legislativo. (Foto: ABI)

Redacción | Activo$ Bolivia

El gobierno finalmente presentó su Impuesto Alternativo Manufacturero (IAM), pensado para pequeñas industrias y empresas unipersonales con ventas menores a Bs 700 mil al año. La idea es arrancar con un 1% de alícuota y subir hasta 5% en cinco años, eliminando el IT y el IUE, pero manteniendo el IVA. Suena bonito hasta que se analizan los detalles.

Según el economista Hugo Siles, “el IAM es más un gesto simbólico que una medida efectiva. Su impacto fiscal es casi nulo: apenas Bs 15 millones sobre los 50 mil millones que recauda el Estado”. Además, llega demasiado tarde porque quedan menos de 70 días para que concluya este gobierno y, sin mayoría en el parlamento, aprobarlo será un dolor de cabeza.

Siles también advierte sobre la desigualdad que generaría entre los contribuyentes porque no todas las pyme serán alcanzadas por la medida y eso puede complicar aún más la formalización que supuestamente busca el gobierno.

Agrega que es una medida que podría haber sido transformadora hace cuatro años; pero ahora parece más una medida política que un cambio real para las pequeñas industrias.

Un empresario apasionado por la tecnología con propósito

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El empresario sucrense Daniel Mendivil.

Sandra Arias Lazcano | Activo$ Bolivia

Mientras muchos recién descubren las criptomonedas o se animan a probar la inteligencia artificial, Daniel Mendivil ya lleva años nadando en ese mar profundo de la tecnología. Suena exagerado, pero no lo es, este boliviano que estudió Derecho e Ingeniería Comercial en Sucre, y más tarde un MBA en Córdoba, apostó por la innovación desde que el “blockchain” era apenas un murmullo lejano en el mundo tech y llamó su atención de sobremanera.

“Mi entrada al universo cripto fue en 2015, cuando todavía era un nicho desconocido y no la locura de ahora. No lo hice para ganar dinero rápido, sino porque vi un cambio de paradigma”, cuenta Daniel.

Esa visión de largo plazo lo llevó a formarse también en manejo de nuevas tecnologías y transformación digital empresarial, en Argentina y Estados Unidos, incluyendo un programa en la Universidad de Stanford que implantó en él una nueva forma de pensar y un chip que ha marcado su carrera profesional: el chip de la innovación constante, pero con propósito.

Su camino profesional arrancó temprano, a los 18 años, en el área de relaciones públicas de Tigo en Sucre. Después, en Córdoba, se volvió coordinador de una incubadora de startups tecnológicas y llegó a ser socio fundador de una academia de programación para niños llamada “Megamentes”. Después volvió a Bolivia por razones personales.

Nuevo aire para el rubro óptico

Ya de vuelta y viviendo en Sucre, asumió la gerencia comercial de Óptica Santa Lucía, una empresa familiar que está a punto de cumplir 50 años y que tiene presencia en 5 ciudades del país. Desde entonces, Daniel junto a su equipo se han convertido en el motor de una revolución silenciosa en el rubro óptico boliviano porque la transformación digital que impusieron en Sucre se irradió a otras ciudades y, poco a poco, va cambiando las reglas del mercado.

“Transformar digitalmente una óptica no es solo vender online. Es diagnosticar, planificar e implementar herramientas que mejoren la experiencia del usuario y le faciliten la vida”, dice. Bajo esa lógica durante su gestión se impulsaron proyectos como el espejo virtual inteligente, que recomienda monturas analizando rasgos faciales con IA, y la incorporación de nuevas herramientas tecnológicas en campañas publicitarias, análisis de datos y experiencia del cliente.

Crecimiento sostenido

Los resultados no se hicieron esperar y se reflejan en un crecimiento interanual constante y bastante importante dentro un mercado que desaceleró su crecimiento desde la pandemia, en nuevas sucursales y en más puntos de distribución en ciudades importantes como Cochabamba, La Paz y Santa Cruz que han marcado la agenda de expansión de la empresa.

Y aunque muchas personas creen que no conocen aún la marca Santa Lucía fuera de Sucre, probablemente ya interactuaron con sus campañas publicitarias optimizadas con inteligencia artificial o con alguno de sus productos de distribución B2B.

“Estamos haciendo cosas que ni siquiera se ven aún en Latinoamérica. El espejo virtual, es un claro ejemplo, lo desarrollaron en Europa y lo lanzamos aquí en 2022”, explica Daniel, convencido de que el tamaño del mercado o su ubicación dentro del mismo no debería limitar la ambición de una empresa.

Además del negocio B2C (de la empresa al consumidor final), Santa Lucía tiene también un laboratorio B2B (de empresa a empresa) que provee lentes a ópticas de todo el país, lo cual implica otro nivel de gestión y atención a estándares de calidad.

¿Y qué sigue?

“Nuestro próximo paso es desarrollar soluciones propias que estén relacionadas a la tecnología y por medio de herramientas como la inteligencia artificial, gamificacion de procesos de atención y postventa, generar impacto en toda la industria óptica, no solo en nuestra empresa”, dice Daniel mostrando que, en su mente, la tecnología y los negocios no paran.

Aunque el Derecho quedó como una herramienta complementaria, hoy su formación en múltiples disciplinas se refleja en una mirada estratégica, técnica y humana. “La tecnología lo ha cambiado todo a través de la historia, pero hasta ahora no ha reemplazado el criterio humano. Lo importante es saber adaptarse, sin dejar de lado la esencia del negocio, que es mejorarle la vida al cliente”.

Desde Sucre, Daniel Mendivil demuestra que no hace falta estar en Silicon Valley para innovar en serio.

Impulsar el capital humano sigue siendo la deuda pendiente del país

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Redacción | Activo$ Bolivia

En Bolivia solemos hablar de déficit fiscal, de reservas internacionales o de reformas económicas como si fueran las únicas prioridades del país. Pero hay un tema igual de urgente, o quizá más, que seguimos empujando al último lugar de la lista: el capital humano. Y no se trata solo de mejorar un par de colegios o abrir nuevas universidades, sino de entender que la educación, en el sentido más amplio, necesita un tratamiento de emergencia.

El economista Gonzalo Chávez lo plantea sin rodeos y afirma que la situación educativa es tan crítica que deberíamos tratarla como si fuera una epidemia, con recursos extraordinarios, protocolos rápidos y un sentido de urgencia que hoy simplemente no existe. El problema es que seguimos con una mentalidad conservadora que admite la importancia de la educación, pero siempre la deja detrás de la coyuntura económica de turno.

La propuesta es clara. Chávez dice que necesitamos un shock educativo, un golpe de timón que nos saque de la inercia. No basta con pensar en el sistema formal —guarderías, colegios, universidades— porque el aprendizaje puede y debe estar en todas partes: en las empresas con entrenamientos cortos, en talleres comunitarios, en bootcamps tecnológicos, en clubes de lectura, en programas de alfabetización digital y en cientos de espacios que hoy no están siendo aprovechados.

Si no se entiende esto, no habrá modelo económico, sea estatista o de mercado, que nos saque adelante. Sin capital humano, simplemente no hay capital, dice Chávez, y es ahí donde está la verdadera diferencia entre un país que solo maquilla sus números y otro que de verdad construye desarrollo.

Entonces, plantea que la apuesta es doble. Por una parte, es preciso estabilizar la economía; pero, por otra parte, al mismo tiempo, se debe poner como propósito nacional la transformación del capital humano. Porque solo con una sociedad que aprende y se reinventa se podrá cerrar la brecha de décadas de desarrollo que nos separa de otros países.

El megaproyecto Ivirizu tiene retraso y no generará energía en 2025, pese a los anuncios

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Ivirizu sigue siendo un proyecto con gran potencial, pero por ahora solo es una promesa inconclusa. (Foto: ABI)

Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

El proyecto hidroeléctrico Ivirizu, presentado con bombos y platillos en diciembre de 2024 por el presidente Luis Arce, todavía no genera un solo kilovatio de energía para el país. Aunque se había anunciado que en marzo de este año ya estaría aportando electricidad al Sistema Interconectado Nacional (SIN), lo cierto es que el calendario no se cumplió y la realidad no habrá energía de Ivirizu en 2025.

Este megaproyecto, ubicado en pleno Parque Carrasco, a 118 kilómetros de Cochabamba, prometía revolucionar la matriz energética con una capacidad de 290 MW, equivalente a casi una quinta parte de la demanda diaria de todo el país. La inversión no fue poca: Bs 4.200 millones, con el 90% del financiamiento a cargo del Banco Central de Bolivia (BCB).

Pero la historia de Ivirizu está lejos de ser lineal. Arrancó en 2018, se frenó en 2020 por la pandemia y el cambio de gobierno y se reactivó en octubre de 2021. Desde entonces, ha sorteado un sinfín de obstáculos: problemas geológicos, deslizamientos que obligaron a estabilizar la zona de casa de máquinas y complicaciones en el montaje electromecánico. Aunque el avance global ya supera el 91%, las líneas de transmisión y subestaciones —que son clave para inyectar energía al sistema— apenas llegan a un 60% de ejecución y podrían extenderse hasta 2026.

El tema no solo es técnico, también es político porque alimenta la pugna interna en el partido de gobierno. El diputado del MAS del ala evista Héctor Arce, uno de los más críticos a la gestión de Luis Arce, no dudó en remarcar que Ivirizu debía estar operando desde 2021. Según sus cálculos, la demora le cuesta al país alrededor de 50 millones de dólares al año, además de mantener funcionando a las termoeléctricas que consumen gas, un recurso que Bolivia podría estar exportando.

A eso se suma otra preocupación: el embalse de Sehuencas, que no logró almacenar toda el agua prevista debido a filtraciones detectadas en la presa de 120 metros de altura. Para solucionarlo, se aplicaron mallas de impermeabilización y hasta se inyectó cemento líquido, una medida que retrasó todavía más los plazos.

Ivirizu sigue siendo un proyecto con gran potencial, pero por ahora solo es una promesa inconclusa. Cochabamba esperaba celebrar un nuevo aniversario cívico con la energía limpia de esta planta, pero tendrá que esperar, probablemente hasta dentro de un par de años.

La desbandada de fin de ciclo: ejecutivos dicen adiós antes que Arce

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Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

A menos de dos meses de dejar la presidencia, Luis Arce Catacora enfrenta lo que parece un desfile de renuncias en instituciones estratégicas. Y no hablamos de cargos menores: en solo dos semanas, Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y la Gestora Pública cambiaron de jefes como si fuera una carrera de relevos.

El primero en soltar la posta fue Omar Alarcón, expresidente de YLB, salpicado por el escándalo de Botrading, empresa intermediaria acusada de sobreprecios en la importación de combustibles. Su reemplazante es Pablo Nina Terán, exgerente legal de la estatal.

Luego vino el turno de la ANH. El 22 de agosto, Germán Jiménez dejó el timón justo en plena crisis de combustibles, cuando las filas en los surtidores se alargan y se calcula que hasta un 25% del diésel y la gasolina importados se van al contrabando. El nuevo encargado de enderezar el barco es Joel Callaú.

La tercera pieza que se movió fue la Gestora Pública, la institución que maneja los ahorros de jubilación de millones de bolivianos. El 25 de agosto, Jaime Durán renunció y en su lugar fue posesionado Darwin Ugarte Ontiveros.

¿Motivos personales o huida anticipada?

Para el analista Franklin Pareja, estas salidas no son casuales. “No están renunciando, están escapando para no asumir responsabilidades en una transición ordenada”, dijo sin rodeos. Y advierte que lo visto en YLB, ANH y Gestora podría repetirse en gigantes como YPFB, ENDE, BOA o EMAPA, donde se mueven miles de millones de dólares bajo un manto de opacidad.

La sensación es la de un gobierno que se queda solo, con un presidente que encara su salida rodeado de tensiones y sospechas.

Política, enfermedad y acusaciones

El panorama se adereza con el eterno choque entre Arce y Evo Morales. Mientras el presidente anunció que viajará a Brasil en octubre para un control médico anual tras superar un cáncer de riñón en 2018, Morales lo acusó de estar preparando su “fuga” junto a su familia.

Entre renuncias, peleas políticas y rumores de escapadas, el fin de ciclo del actual gobierno se pinta más turbulento que ordenado.

VINOFEST crece y proyecta impulsar la Ruta del Vino de Cochabamba

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Redacción | Activo$ Bolivia

El Recinto Ferial Alalay se vistió de gala este jueves para abrir las puertas de VINOFEST 2025, la feria que ya es marca registrada en Cochabamba y que, en su XII versión, apuesta por algo más grande: impulsar la Ruta del Vino en el valle.

Durante tres días, 60 bodegas nacionales, productores de quesos y jamones, y una cartelera musical que reúne a bandas como La Crimie, Las Churas y Fakto, harán de este festival un punto de encuentro entre tradición, innovación y diversión.

Pero más allá de las copas y las catas, VINOFEST está mostrando el verdadero peso de la industria vitivinícola en Bolivia, que tiene más de 20.000 empleos generados, un 105% de incremento en la producción en tres años y más de 300 mil dólares en exportaciones en 2024.

El vino, el singani y la identidad

El presidente de FEICOBOL, Antonio Torrico, recordó que VINOFEST nació para dar espacio a la producción nacional y que hoy se consolida como una vitrina que conecta a productores, turistas y amantes del buen vino. Esta edición también pone al singani en el centro de la escena, resaltando su valor patrimonial y su presencia creciente en mercados internacionales.

Además, Torrico anunció el impulso a la Ruta del Vino de Cochabamba, un proyecto que busca unir bodegas, valles y emprendimientos turísticos en una experiencia que va mucho más allá de la copa y es una apuesta por el turismo enogastronómico y cultural.

Representantes de Feicobol, Fexco y la Alcaldía de Cochabamba, instituciones coorganizadoras del evento.

La fuerza económica del vino

Por su parte, Juan Pablo Demeure, presidente de la FEPC, subrayó que la cadena vitivinícola ya es un motor económico. El consumo per cápita de vino en Bolivia creció 40% en tres años, mientras que el Valle Alto aporta 250.000 kilos de uva de altura al año. Todo esto se complementa con la producción de quesos y jamones, que encuentran en VINOFEST su mejor escenario para un maridaje perfecto.

La feria no solo conecta agricultura y gastronomía, también se enlaza con el entretenimiento, que representa más del 60% del gasto cultural en Bolivia y que proyecta superar los 370 millones de dólares en 2025.

Tres noches de fiesta

La programación incluye cursos de cata, talleres de maridaje y degustaciones guiadas, además de música en vivo en el Pabellón Unión Europea. Todo mientras el Pabellón Americano se convierte en el corazón de la muestra de vinos, lácteos y embutidos.

Las entradas cuestan Bs 50 para el acceso a la exposición y degustación, y entre Bs 100 y 150 para los conciertos, disponibles en Todotix y en Farmacorp a nivel nacional.

Nacionalizar “chutos”: la polémica promesa de Paz que reaviva el debate en Bolivia

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Hay representantes del sector automotor que califican la oferta de «apología del delito». (Foto: Tarija Conecta)

Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

El tema de los “autos chutos” vuelve a prender fuego en la política boliviana. Esta vez, la chispa la encendió Rodrigo Paz Pereira, candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC), con su propuesta de nacionalizar los vehículos indocumentados que circulan en el país.

¿El resultado? Un rechazo inmediato de la Cámara Automotor Boliviana (CAB) y la Asociación de Radio Móviles de Cochabamba (ARAMCO), cuyos representantes coincidieron en calificar la idea como una “apología al delito”.

La mirada de ARAMCO

Mauricio Leoni, su presidente, fue tajante: “Es descabellado pensar en incorporar más de un millón de autos robados al parque automotor”. Hace notar que Cochabamba ya está colapsada en tráfico y contaminación. Y si a eso se suma el ingreso masivo de vehículos ilegales, el panorama sería un desastre con más polución, más caos vial y mayor presión sobre el ya limitado suministro de gasolina y diésel.

Leoni incluso alertó que el solo anuncio de una posible nacionalización ya disparó el contrabando de autos. O sea, la promesa electoral está generando el efecto contrario: más chutos entrando al país.

La posición de la CAB

Del otro lado, Orlando Encinas, gerente de la CAB, recordó lo ocurrido en 2011, cuando una medida similar provocó un boom de robos de autos en países vecinos, sobre todo en Chile. “Si volvemos a abrir esa puerta, Bolivia será visto como receptor de vehículos robados”, advirtió.

Encinas asegura que hoy circulan en el país al menos 1,2 millones de autos chutos. “Cualquiera que diga menos está mintiendo. Hay registros claros en la zona franca de Iquique que muestran la magnitud del negocio”, enfatizó. Y lanzó la pregunta incómoda: “¿Por qué premiar a quienes optaron por la vía ilegal cuando tantos bolivianos cumplen con la ley y pagan sus impuestos?”.

Un problema que se repite

La CAB y ARAMCO coinciden en algo: nacionalizar no soluciona nada. Al contrario, legitima el contrabando, fortalece mafias y daña la imagen del país frente a sus vecinos. Lo que se necesita, dicen, es reforzar el control fronterizo y ordenar el parque automotor con políticas serias.

La propuesta de Rodrigo Paz reabrió un debate caliente que enfrenta intereses políticos, necesidades sociales y, sobre todo, el eterno dilema boliviano de qué hacer con los autos chutos. Para unos, representan un alivio económico para miles de familias; para otros, son la prueba de que la ilegalidad sigue marcando la agenda.

Lo que está claro es que, como coinciden los dirigentes: no se puede permitir que la política justifique el delito.

Los ciberatacantes ahora invierten para conocer mejor a sus víctimas

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De secuestro de datos a secuestro de servicios: la nueva jugada de los hackers.

Redacción | Activo$ Bolivia

¿Pensabas que los ciberataques eran solo correos truchos prometiéndote herencias millonarias? Pues no porque los cibercriminales “evolucionaron”. Los atacantes digitales se han vuelto mucho más inteligentes y estratégicos. El último Reporte Global de Amenazas 2025 de Fortinet revela que, en solo seis meses, Bolivia sufrió 155,5 millones de intentos de ciberataques y lo más alarmante es que ya no son tiros al aire. Ahora los hackers investigan a sus víctimas antes de dar el golpe.

En vez de lanzar campañas masivas, están invirtiendo tiempo y tecnología en reconocimiento profundo. Para muestra: entre enero y junio se detectaron 77 millones de escaneos activos en el país, equivalentes a 36.000 intentos por segundo. Estos escaneos son como “radar” para ubicar puntos débiles en redes y servicios vulnerables.

Y sí, la inteligencia artificial (IA) juega un papel central en este nuevo escenario. Del lado oscuro, herramientas como FraudGPT o WormGPT generan correos de phishing casi perfectos, crean mapas de superficies de ataque y ejecutan campañas de ingeniería social a una velocidad que asusta.

Pero del lado defensivo, también hay buenas noticias. Empresas como Fortinet están integrando IA para detectar malware desconocido, resumir alertas y acelerar la respuesta de los analistas, ayudando a reducir ese desgaste que suele dejar a los equipos de seguridad agotados.

No sólo roban datos

Lo más preocupante es que los atacantes ya no se conforman con robar datos y ahora van por algo más jugoso. Las redes industriales y la infraestructura crítica (manufactura, telecomunicaciones, salud y finanzas) se han convertido en blanco principal. ¿Por qué? Porque no se trata solo de secuestrar información, sino de secuestrar servicios completos. Imagina el costo de parar una línea de producción durante horas o de interrumpir un hospital. Ese es el nuevo manual de extorsión: calcular el daño y ponerle precio.

De hecho, la industria manufacturera repite como el sector más atacado por segundo año consecutivo. Y lo mismo ocurre en telecomunicaciones y servicios financieros, donde los cibercriminales despliegan ataques personalizados por sector.

¿Qué deben hacer las organizaciones?
Fortinet recomienda tres cosas básicas pero urgentes:

  1. Cerrar brechas de seguridad que aún parecen obvias, pero siguen abiertas.
  2. Invertir en operaciones de seguridad (SecOps) informadas contra amenazas.
  3. Planificar para lo inevitable: un ataque llegará tarde o temprano, y hay que estar listos para responder.

Los cibercriminales ya no son improvisados, son estrategas. Y mientras la digitalización y el 5G conectan más y más dispositivos, la defensa no puede quedarse en lo tradicional. La ciberseguridad hoy exige anticipación, inteligencia en tiempo real y una mentalidad de “si pasa, estamos preparados”.

El dólar paralelo vuelve a bajar en Bolivia

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Redacción | Activo$ Bolivia

Después de que, en mayo pasado, el dólar paralelo llegó a rozar los 20 bolivianos, comenzó una tendencia a la baja que se mantiene hasta ahora y once días después de la primera vuelta electoral, el precio ha marcado un nuevo hito; pero antes de ver las cifras, analicemos por qué está bajando el dólar paralelo.

Los expertos coinciden en tres razones principales. La primera son los factores políticos y coyunturales porque el país está en época electoral y por eso hay menos gente comprando dólares por especulación, por tanto, la incertidumbre política frena la demanda. Además, las expectativas sobre un posible cambio de gobierno (con políticas más promercado) calman un poco el ambiente.

La segunda es la inyección de divisas y entrada de liquidez debido a que se han aprobado créditos externos, se inyectaron dólares frescos al mercado y se mejoraron indicadores como los bonos soberanos. Eso generó un alivio transitorio. También está el hecho de que el Estado lanzó instrumentos financieros como el Bono Bicentenario ligado al oro, que atrae ahorro en bolivianos y reduce la presión sobre el dólar.

La tercera razón es que hay una menor demanda interna. El deterioro del poder adquisitivo ha llevado a familias y empresas a priorizar gastos esenciales, no a cubrirse en dólares. Eso baja la demanda, aunque sea momentáneamente.

¿Por cuánto tiempo se mantendrá esta tendencia?

Es un fenómeno fragmentado y frágil. Los expertos dicen que esta baja es temporal, un espejismo preelectoral; la crisis cambiaria de fondo sigue ahí enmarcada por el déficit fiscal, reservas bajas, presión sobre importaciones y alta inflación.

Si no hay cambios estructurales (recuperar reservas, mejorar balanza comercial, aprobar créditos estables), es probable que el dólar vuelva a dispararse después de las elecciones.

Dólar deja el tope de los Bs 13

A las 09:23 de este 28 de agosto, el precio de venta del dólar paralelo bajó a 12,78 bolivianos y para la compra está a 12,95 bolivianos, según el sitio dolarboliviahoy.com

El dólar paralelo se refiere al precio del dólar estadounidense en el mercado no oficial. Este valor puede diferir del tipo de cambio oficial establecido por las autoridades monetarias y es influenciado por la oferta y la demanda en el mercado local.

Conocer el precio del dólar paralelo es esencial para individuos y empresas que realizan transacciones en dólares. Esto incluye ahorros, inversiones y compras de bienes y servicios que se cotizan en dólares.

¿Por qué no vemos alivio en precios?

Aunque el dólar baje, los precios no bajan inmediatamente. Muchos productos fueron comprados con el dólar caro (Bs 16–17), y esos costos se trasladan al consumidor.

La inflación sigue siendo alta: interanual general de 15 %, alimentos al 24 %, ubicando a Bolivia entre los países con más inflación en Sudamérica.

Entonces, el dólar paralelo bajó, pero esto no significa que todo se normalizó. Es más bien una corrección temporal impulsada por expectativas políticas, un respiro fiscal y maniobras del Estado.

Mientras tanto, el ahogado sistema cambiario sigue sin oxígeno con pocas reservas, alta inflación importada y déficit persistente.

Si el próximo gobierno no actúa rápido, este bajón del dólar puede revertirse con fuerza.

VINOFEST 2025 integra espectáculos, gastronomía y producción agroindustrial

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Redacción | Activo$ Bolivia

Cochabamba cierra agosto con uno de los eventos anuales más esperados. Del 28 al 30 de agosto, el Recinto Ferial Alalay será la sede del VINOFEST 2025, una cita que combina lo mejor de la música, la gastronomía y la industria vitivinícola.

No es un evento cualquiera, son tres noches de conciertos en vivo, más de 60 expositores nacionales e internacionales y un sector vitivinícola que en Bolivia creció un impresionante 105% entre 2021 y 2024. Todo esto en una industria del entretenimiento que este año moverá hasta USD 374 millones, con los espectáculos en vivo llevándose la mayor tajada del gasto de los consumidores.

Nueve grupos en tres noches

La cartelera llega variada y promete fiesta para todos los gustos:

  • Jueves 28: Dúo Molleros, La Crimie y Cantares de Tarija, con armonías contemporáneas y música del sur.
  • Viernes 29: Sentir de Voces, Las Churas y la Orquesta Hermanos Rodríguez, pura energía popular para bailar.
  • Sábado 30: Nina, Grupo Fakto y Ayjuna, el cierre a cargo de nuevos talentos y fusiones modernas.

Mucho más que música

El VINOFEST no solo es música y copas de vino. Habrá catas guiadas por sommeliers, talleres de maridaje, charlas sobre la cultura vitivinícola y venta directa de productos gourmet. El Pabellón Americano reunirá vinos, lácteos y embutidos, mientras que el Pabellón Unión Europea se convertirá en escenario de los conciertos.

Entradas y acceso

El acceso a la exposición y degustaciones costará Bs 50, mientras que los shows tendrán precios desde Bs 100 hasta Bs 200. Este último ticket incluye también ingreso al Pabellón Americano. Los boletos ya están disponibles en www.todotix.com y en todas las sucursales de Farmacorp.

Este festival no es solo entretenimiento, también es un motor económico y cultural.

Así que, si estás en Cochabamba, ya tienes plan para el fin de semana con tres días de feria, nueve bandas, vinos, comida, cultura y negocios. Todo en un mismo lugar.

Éxodo silencioso de bolivianos a Chile en busca de oportunidades

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De Bolivia a Chile, el viaje obligado en busca de trabajo y estabilidad.

Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

Cada vez son más los bolivianos que cruzan la frontera rumbo a Chile con una sola meta: encontrar mejores oportunidades de vida. Hoy, la comunidad boliviana en el vecino país supera las 180 mil personas, lo que la convierte en la quinta colectividad extranjera más numerosa en tierras chilenas.

La explicación está a la vista: la crisis económica y social que atraviesa Bolivia ha empujado a miles a mirar hacia afuera. Entre la falta de dólares, el alza del precio en el mercado paralelo, la escasez de hidrocarburos, la inflación que no da tregua y el déficit de empleos formales, muchos ciudadanos optan por migrar como salida a un panorama cada vez más incierto.

Un indicador de esta tendencia es la alta demanda de pasaportes en las principales ciudades del eje central. De hecho, han proliferado agencias que ofrecen gestionar los trámites migratorios por montos que arrancan en 200 bolivianos, una prueba clara de que el movimiento migratorio no se detiene.

¿Por qué Chile?

El atractivo chileno está en su estabilidad económica y en la amplia oferta de trabajo y educación. Según el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile, hasta diciembre de 2023 vivían allí casi 1,9 millones de extranjeros, un 4,5% más que en 2022. En esa lista, los venezolanos llevan la delantera (38%), seguidos de peruanos, colombianos, haitianos, bolivianos y argentinos.

Los rubros donde más presencia tienen los bolivianos son los de siempre: cosecha frutícola, confección, albañilería y minería. Mano de obra que, en muchos casos, resulta clave para sostener esas industrias.

Chile cavó zanjas en la frontera con Bolivia para intentar dificultar el paso de los migrantes.

Retos y barreras

Eso sí, no todo es fácil. Desde 2023, Chile endureció sus controles fronterizos, desplegando incluso tropas para frenar el ingreso irregular. Aun así, este año se firmaron acuerdos bilaterales con Bolivia para combatir la trata de personas y regularizar los flujos migratorios.

Para quienes optan por la vía legal, los requisitos son varios: pasaporte o cédula vigente, antecedentes penales, documentos apostillados, fotos recientes y una cuenta migratoria en línea. Con todo eso, se puede aplicar a una residencia temporal de dos años.

Una realidad que ya no sorprende

El flujo migratorio boliviano hacia Chile crece cada año y, lejos de ser una moda pasajera, se está convirtiendo en parte de la realidad estructural del país. Al final, detrás de cada número hay historias de familias que buscan nuevas oportunidades, aunque eso signifique empezar de cero al otro lado de la frontera.

Para 2030, tres de 4 bolivianos vivirán en ciudades

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El centro infantil del Barrio Mil Colores en Villa Chapuma, La Paz. (Foto: GAMLP)

Redacción | Activo$ Bolivia

¿Te imaginas que en 2030 tres de cada cuatro bolivianos vivan en ciudades? Bueno, no es un escenario de ciencia ficción: las proyecciones apuntan a que el 75% de la población boliviana será urbana en apenas unos años. Y eso, aunque suena moderno, viene con un combo de retos muy pesados como servicios básicos al límite, más demanda de vivienda, expansión de asentamientos informales y, para rematar, una mayor exposición a desastres naturales.

La realidad ya nos abofeteó. Entre finales de 2023 e inicios de 2024, 317 de 366 municipios fueron afectados por inundaciones y deslizamientos que dejaron más de 230.000 personas damnificadas. Y lo más preocupante es que una quinta parte de la población, que aporta más del 20% del PIB, vive en zonas súper vulnerables. No es casualidad que las familias más pobres sean siempre las que más sufren y más difícilmente logran recuperarse.

Frente a este panorama, el Banco Mundial, junto con el Gobierno de Suiza (a través de la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos del Gobierno de Suiza-SECO), lanzó el Programa de Resiliencia Urbana en Bolivia. Suena técnico, pero en realidad significa algo simple: planificar ciudades que puedan resistir mejor los desastres y el cambio climático. La idea es integrar gestión de riesgos, planificación urbana y acción climática en un solo paquete, con un detalle clave: las comunidades participan en diseñar las soluciones.

Por ahora, La Paz y Santa Cruz de la Sierra son las ciudades piloto. En La Paz, por ejemplo, se implementaron mapas de vulnerabilidad y Soluciones Basadas en la Naturaleza para estabilizar taludes. Mientras tanto, en Santa Cruz se elaboraron mapas de riesgo climático y se formalizó un sistema institucional para responder a emergencias. En ambos casos, los Sistemas de Alerta Temprana (SAT) se han vuelto protagonistas: cada minuto de anticipación salva vidas, infraestructura y hasta la economía.

Otro hito son los Planes de Acción Climática (PAC), los primeros en Bolivia. Estos incluyen desde estudios de vulnerabilidad hasta opciones de financiamiento verde para ejecutar proyectos reales, no solo en papel. Y como no todo se trata de mapas y planes, también está el proyecto de mejora de barrios vulnerables, con la guía Barrios de Verdad y Mil Colores, que pone a los vecinos al centro del rediseño urbano con calles seguras, áreas verdes y espacios que responden a lo que la gente necesita.

Bolivia está escribiendo un nuevo capítulo urbano donde resiliencia no es una palabra de moda, sino una necesidad urgente. Con la colaboración entre gobiernos locales, organismos internacionales y comunidades, el país busca no solo sobrevivir a los desafíos del cambio climático, sino construir ciudades más humanas, seguras y sostenibles.

El legado energético de Arce: plantas a medias, dólares escasos y un futuro incierto

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La planta de biodiésel de Santa Cruz no funciona al top de su capacidad. (Foto: ABI)

Redacción | Activo$ Bolivia

Luis Arce insiste en que deja “la solución estructural” al problema de los hidrocarburos lista para el próximo gobierno. Según el presidente, hay 58 proyectos de exploración petrolera, de los cuales 18 resultaron exitosos, además de un paquete de plantas de biodiésel que –asegura– marcarán el camino hacia la soberanía energética.

Pero la realidad en el terreno parece bastante más gris. Por un lado, la planta de biodiésel de Santa Cruz (emplazada en la refinería Guillermo Elder Bell) produce 1.500 barriles diarios, pero aún funciona a media máquina. La segunda, en El Alto, será inaugurada en septiembre de este año, mientras que la de HVO (diésel renovable), prevista para 2026, quedó en pausa por la falta de dólares.

Para el gobierno, estos proyectos son parte de la Ley 1407 y el Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025, que promete que, cuando todo esté en marcha, Bolivia solo necesitará importar un 20% de los combustibles fósiles que consume.

El problema es que los expertos no lo ven tan claro. Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos, advirtió que “el país está quebrado energéticamente” y que las plantas carecen de materia prima asegurada, lo que las hace inviables frente al diésel importado. Detallando la situación actual, dijo que la planta de biodiésel de Santa Cruz “funciona a media máquina”; la planta de El Alto no está terminada y la planta de diésel renovable tampoco está terminada ni se realizó la ingeniería y remata diciendo: “qué bueno porque hubiera sido otro derroche de plata como la planta de urea”. Ríos afirma que el país está quebrado energéticamente y que es algo que puede demostrarle al presidente Arce.

Algo parecido señaló Raúl Velásquez, de la Fundación Jubileo, a El Deber. Calificó el programa de biocombustibles como “un fracaso”, argumentando que fue más propaganda política que un proyecto técnico sólido.

Mientras el gobierno pinta un panorama optimista hacia 2026-2027, los expertos advierten que los biocombustibles no serán la “solución estructural” que se prometió. El debate queda abierto: ¿legado energético o promesa inconclusa?

Yuca, el tubérculo que podría diversificar la economía de Bolivia

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Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

La yuca, ese ingrediente clave de nuestro tradicional cuñapé, podría convertirse en la próxima estrella de la industrialización boliviana. Un convenio firmado entre la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y centros de investigación de China busca llevar este cultivo a otro nivel y pasar de la chacra a la industria.

El acuerdo, sellado por el rector Boris Marcelo Calancha Navia y respaldado por el Centro de Nanotecnología y Biotecnología de la UMSS, abre la puerta a una cooperación científica inédita. El plan incluye tres ejes estratégicos: intercambio académico, investigación conjunta e innovación tecnológica. O, dicho más simple: mover estudiantes y científicos entre ambos países, hacer ciencia juntos y aplicar tecnología que funcione en la vida real.

El dato clave

Mientras Bolivia tiene una enorme diversidad de yuca con más de 400 accesiones recolectadas y 168 variedades únicas identificadas, en China apenas existen diez. Por eso, el gigante asiático está más que interesado en aprender de nuestro acervo genético, mientras que Bolivia necesita la tecnología y experiencia para procesar a gran escala.

El director del Centro, Jorge Rojas, explica: “Tenemos materia prima suficiente, pero no tecnología consolidada para industrializarla. Hoy importamos harina y almidón desde Brasil y Paraguay, cuando podríamos producirlo aquí mismo”.

El potencial es enorme. Más allá del almidón, la yuca puede convertirse en insumo para alimentos, farmacéutica e incluso plásticos biodegradables. De hecho, en Bolivia ya existen empresas que producen plásticos a base de almidón de yuca; pero muchas dependen de importaciones. Con este convenio, la meta es sustituir importaciones, generar cadenas de valor locales y abrir mercados de exportación.

La UMSS lleva siete años trabajando en este campo, y ahora con el respaldo de China busca que la investigación deje de ser solo documentos académicos y se transforme en innovación para el sector privado. Rojas añade: “Podemos convertirnos en proveedores de almidón para el mercado chino y, al mismo tiempo, desarrollar nuestras propias industrias”.

Este tubérculo, que acompaña nuestra cultura alimentaria desde hace siglos, está listo para jugar en las grandes ligas de la economía. Y si la alianza Bolivia-China logra cuajar, la próxima vez que pienses en yuca, quizá no solo recuerdes al cuñapé, sino también a un producto estrella de exportación.