Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia
La economía nacional pasa por uno de sus peores momentos y los números lo reflejan. Según el informe del primer trimestre de 2025 elaborado por la Cámara Departamental de Exportadores de Cochabamba (CADEXCO), las exportaciones bolivianas han caído más del 17% en comparación con el mismo periodo de 2024.
Juan Carlos Ávila, presidente de la CADEXCO, fue directo y sin rodeos: “Estamos muy preocupados. En lugar de crecer, nuestras exportaciones están disminuyendo drásticamente”. Y claro, con esas cifras, ¿quién no estaría alarmado?
La baja no afecta solo a un sector. Es transversal. Desde la agroindustria hasta la manufactura, muchos están sintiendo el golpe. Y aunque algunos pensaban que la volatilidad del dólar tenía algo que ver, Ávila aclara que el problema va mucho más allá.
¿Qué está pasando entonces? El diagnóstico es amplio: subida en los costos de materia prima, líos para transportar productos, cosechas que se retrasan y, en resumen, muchas trabas para seguir siendo competitivos. “Nos faltan recursos clave para mantener a flote los sectores productivos”, explica el representante.
Y el panorama no parece mejorar en el corto plazo. La proyección para el segundo trimestre es, por decir lo menos, incierta. Ávila lo resume con claridad: “Todo depende de si hay un cambio en el gobierno o un cambio en el modelo económico. Si no hay una transformación en las políticas públicas, la situación podría seguir siendo complicada”.
El barco exportador se tambalea, y más vale que alguien tome el timón antes de que el viento en contra nos deje sin rumbo.