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lunes, octubre 13, 2025
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La incubadora que transforma emprendimientos en motores de cambio

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«Lavanda» es uno de los ejemplos más exitosos de emprendimiento con aceites esenciales impulsado por EMBATE. (Fotos: Paola López A.)

Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

Si todavía hay quienes dudan del potencial innovador en Bolivia, es porque no han escuchado hablar de EMBATE. Esta incubadora de Empresas con Base Tecnológica, nacida en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), cumple cinco años consolidándose como un semillero de emprendimientos con impacto real, tangible y en expansión.

Rodrigo Echavarría Herrera, responsable de EMBATE, resume el momento con claridad: “El crecimiento ha sido exponencial”. Y lo dice con respaldo. Actualmente, 24 proyectos están en incubación y preincubación; pero la meta es ambiciosa: superar los 40 hasta septiembre de este año.

¿Qué hace que EMBATE destaque? Una estrategia integral y bien pensada. Aquí no solo se ofrece formación académica, sino también asesoría especializada, espacios de prototipado, laboratorios de realidad virtual, oficinas propias para los equipos emprendedores y hasta un showroom para mostrar avances. Todo en un entorno moderno, dentro de la UMSS.

“Contamos con una infraestructura sin precedentes en Bolivia. No existe otro espacio de incubación con laboratorios, un observatorio estadístico y áreas de capacitación tan bien integradas”, señala Echavarría, mientras participa junto a emprendedores en el campo ferial de Alalay, en la FEXCO 2025.

Uno de los casos que más ilusiona es Lavanda, un emprendimiento de aceites esenciales desarrollado en Pocona. La fundadora logró vender toda su producción anual a un empresario nacional. Gracias a este impulso, la comunidad ha comenzado a ver el cultivo de lavanda como una opción agrícola viable. Empleo, innovación local y diversificación productiva en un solo proyecto.

Q’Rikito es un emprendimiento de sopas instantáneas con sabores nacionales.

Otro aspecto clave del modelo EMBATE es su enfoque inclusivo. Las capacitaciones se adaptan a distintos niveles de formación, incluso para personas que nunca pasaron por una universidad. La consigna es clara: la innovación debe estar al alcance de todos.

¿Y el futuro? El horizonte de 2025 ya está trazado. EMBATE planea abrir nuevas convocatorias, fortalecer alianzas dentro y fuera del país, y publicar material académico adaptado a la realidad nacional. Todo esto con un solo objetivo: consolidar a la UMSS como un actor clave en el desarrollo económico y social de Bolivia.

EMBATE no solo impulsa proyectos. Está construyendo un ecosistema donde las buenas ideas pueden convertirse en oportunidades reales.

BoA con ofertas especiales y la promoción de vuelos a Chile

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El stand de BoA en la FEXCO 2025.

Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

Desde su amplio y cómodo stand, Boliviana de Aviación (BoA) dice nuevamente presente en la FEXCO con promociones especiales, como el

5% de descuento en todos los vuelos al interior para quienes acudan a su stand a comprar su boleto. La promoción también es válida para quienes adquieran su boleto en la página web de la aerolínea.

En su renovado stand, BoA informa al visitante sobre sus rutas nacionales e internacionales, además de brindar una experiencia con realidad virtual en alas de BoA.

Islas para ofrecer información sobre rutas a los visitantes.

Ruta a chile

La apertura de una nueva ruta a Iquique y Santiago de Chile es otra de las novedades que la empresa ha concretado recientemente.

Si bien -oficialmente- ya se inauguraron las nuevas rutas a Chile, las operaciones requieren un trámite administrativo que está en proceso de conclusión.

Con esta nueva conexión aérea se consolidará el turismo y el comercio fronterizo que sostienen Chile y Bolivia desde hace décadas.

De momento, se conoce que BoA realizará dos vuelos semanales a eso destinos; pero esa frecuencia y el costo de pasaje se conocerá con mayor detalle hasta la primera quincena del mes de mayo, fecha tope que se impuso BoA.

Dheli FIV, la diva bovina que vale más que un departamento en Miami

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Dheli FIV, la vaca boliviana que causa sensación entre los ganaderos brasileños por su alta genética. (Foto: Unitel)

Redacción | Activo$ Bolivia

La genética bovina en Bolivia no solo es cosa seria, también es motivo de orgullo nacional. Y un ejemplo es Dheli FIV, una vaca que nació en tierras bolivianas, cruzó la frontera y acaba de hacer historia al ser valorada en nada menos que 1,5 millones de dólares en una feria especializada en Brasil.

“Ella ha salido por un valor de $us 1,5 millones”, confirmó Yesmine Ribera, gerente de Cabaña Santiago, una de las copropietarias de este ejemplar de élite. Dheli nació en la cabaña El Trébol, pero desde hace tres años es parte de un joint venture entre la Cabaña Santiago y Cabaña Mónica, dos nombres de peso en el mundo ganadero.

Desde su adquisición, Dheli no ha parado de subir en cotización. Tiene seis años, un físico envidiable (al menos en el mundo bovino) y una conversión alimentaria que impresiona a los expertos. En otras palabras, come eficientemente y produce carne de calidad. Un combo perfecto.

Llevarla a Brasil no fue tan fácil como empacar maletas. Se requirieron varios trámites de exportación y toda una logística que demostró que cuando se trata de genética animal, Bolivia también sabe hacer las cosas bien. Y ahora, la inversión da frutos porque Dheli fue presentada en una feria en Brasil, este domingo pasado, y enamoró a un productor, quien decidió adquirir el 33% de su propiedad. Hoy, el trío de propietarios comparte a esta celebridad del campo.

“La vaca ha dejado bastantes hijos allá en Bolivia y bueno, estamos orgullosos de este gran logro que es para todos los bolivianos”, añadió Ribera, emocionada.

¿Quién diría que una vaca nacida en Bolivia llegaría tan lejos y con tanto valor? Dheli FIV ya no es solo un símbolo de excelencia genética, sino también una embajadora silenciosa —pero muy ruidosa en resultados— de lo que Bolivia puede ofrecer al mundo.

(Con datos de la Red)

El boliviano se devalúa en 100% frente al dólar paralelo (y hasta un poco más)

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Redacción | Activo$ Bolivia

¿Se acuerdan cuando decíamos que el dólar estaba “estable”? Bueno, eso fue hace unas cuantas semanas. Ahora, la historia es otra. El mercado paralelo, ese que no aparece en los informes oficiales pero que todos consultan en grupos de WhatsApp y chats cripto, ha mostrado un salto que tiene en vilo a todos: el dólar se vende hasta en Bs. 14,47, cuando hace poco costaba Bs. 11,48.

El economista Luis Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, dice que es una devaluación de más del 100% si lo comparamos con el tipo de cambio oficial (que sigue en Bs. 6,96, como si nada pasara).

¿Qué pasó en Bolivia para que el dólar explote de esta manera?

Romero explica al menos cuatro razones. Primero, YPFB confesó públicamente, hace varias semanas, que no tiene dólares para importar carburantes. Así, sin anestesia. Eso encendió las alarmas, porque si la principal empresa estatal no tiene liquidez ¿quién la tiene?

Segundo, el Banco Central quiso “hipotecar” el 80% del oro de nuestras reservas para buscar financiamiento. Eso, más que tranquilizar, generó más preguntas que respuestas.

Tercero, la oposición se fracturó en plena previa electoral, demostrando que la “unidad” duraba menos que un billete de 10 bolivianos en una feria.

A eso hay que sumar que Moody’s bajó la calificación crediticia de Bolivia porque vio una tormenta perfecta: poca gobernabilidad, mucha deuda, poco crecimiento (apenas un 1,2% proyectado para este año) y una inflación que podría llegar al 15%.

El resultado, dice Romero, es miedo, incertidumbre y especulación. La gente empieza a refugiarse en lo único que parece tener valor: el dólar. Así sea en efectivo o en criptos.

El mercado paralelo refleja lo que la gente realmente siente y es que el boliviano ya no alcanza, ni convence. A mayor incertidumbre, más se demanda el dólar. A mayor demanda, más sube su precio.

Ahora, el dólar ya no es solo una moneda, es un termómetro emocional de un país que no sabe qué pasará en los próximos meses. Y mientras tanto, los precios suben, el sueldo se achica, y todos nos preguntamos: ¿Dónde quedó esa “estabilidad” de la que tanto nos hablaronD

Cozzolisi, un legado familiar en expansión

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La empresa innova constantemente con nuevos sabores y productos.

Gustavo Villarroel Terrazas | Activo$ Bolivia

Comenzó como un pequeño negocio de pizzas, una iniciativa familiar que rápidamente logró crecer y expandirse de Cochabamba a La Paz, Santa Cruz y Sucre.

Hace 39 años, en abril de 1986, abrió sus puertas Cozzolisi, brindando únicamente pizzas; pero con el tiempo fue innovando con la línea gourmet y sumando otros productos al menú, como pastas, lomitos, paninis y ensaladas.

“La idea siempre ha sido ofrecer variedad sin perder la esencia y la calidad que nos caracteriza”, explica Ericka Estenssoro D Grandchant, hija mayor de la familia, quien junto a su hermano Luis continúan el legado que dejaron sus padres.

La fundadora de la empresa, Jackeline D Grandchant (centro) junto a sus hijos Luis y Ericka.

La adversidad toca la puerta

Después de sobrellevar las adversidades que todo el mundo enfrentó con la pandemia, el año 2020, la fundadora de la empresa, Jackeline D Grandchant, asumió el reto de reabrir la marca en Santa Cruz, apostando por la mejor zona e invirtiendo en un lugar amplio y confortable para el público.

Nadie imaginó que, después de todo el arduo trabajo para cumplir ese cometido, al poco tiempo de la reapertura de Cozzolisi en la capital oriental la tragedia llegó a la familia. Primero el destino se llevó la vida de Jacqueline, que hasta esos días era quien comandaba la empresa.

Tras ese penoso desenlace, a los pocos meses Ericka y Luis enfrentaron la pérdida de su padre, quedando los dos jóvenes solos a cargo del legado de la familia.

En los últimos años, Jacqueline fue el corazón de la empresa. Una mujer trabajadora, dedicada y con una visión aguda para los detalles. No solo se preocupaba por el buen trato a los clientes, sino que siempre estaba innovando con nuevos sabores y productos.

Ericka Estenssoro, la actual administradora de Cozzolisi.

“Su pasión por el negocio la llevó a crear combinaciones únicas, ampliar el menú y mantener el estándar de calidad que nos distingue. Gracias a su visión, Cozzolisi no solo se mantuvo en el tiempo, sino que siguió evolucionando”, destaca Ericka.

Legado en crecimiento

La administración de Cozzolisi hoy está a cargo de Ericka, que lleva adelante un trabajo en equipo, con responsabilidades tanto conjuntas como individuales.

Nació en La Paz el 25 de marzo de 1986 y creció en Cochabamba. Estudió Ingeniería Comercial en la Universidad Católica y luego decidió especializarme aún más con una maestría en Marketing y Ventas en la Escuela Europea.

“A lo largo de los años, he trabajado en diferentes empresas, adquiriendo experiencia en varias áreas, pero lo que realmente me apasiona es nuestro negocio familiar, donde he podido combinar mis conocimientos con el amor por lo que hacemos”, enfatiza.

Su hermano Luis se encarga del área de marketing, ya que cuenta con un máster en Marketing y Gestión Comercial en la Universidad EAE de Barcelona.

“Juntos, combinamos nuestras fortalezas para continuar con el legado familiar y llevar a Cozzolisi al siguiente nivel”, dice con determinación.

Un sueño hecho realidad que brilla en Uyuni

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Juan Gabriel Quesada, gerente de Hidalgo Corporation.

Sandra Arias Lazcano | Activo$ Bolivia

El Salar de Uyuni, uno de los paisajes más icónicos de Bolivia, guarda entre sus cristales de sal una historia de perseverancia, innovación y amor familiar. Juan Gabriel Quesada, actual gerente de Hidalgo Corporation, lleva en la sangre la pasión por el turismo, heredada de su padre, Juan Quesada Valda, pionero en la industria y creador del primer hotel de sal del mundo.

Con más de 45 años de historia, la familia Quesada ha transformado el turismo en Uyuni. Juan Quesada Valda, oriundo de Potosí, descubrió el Salar en un viaje donde, tras una noche gélida atrapado en medio de este desierto blanco, soñó con un refugio construido de sal. Así nació el “Palacio de Sal”, un hotel inicialmente inaugurado en 1994 dentro del Salar y posteriormente trasladado a sus orillas en 2004.

A los 21 años, Juan Gabriel tomó las riendas tras la trágica muerte de su padre, en 2009, y desde entonces ha expandido el legado familiar con nuevas experiencias y proyectos. Bajo su liderazgo, el “Palacio de Sal” se convirtió en un hotel cinco estrellas, con un spa único en Bolivia, restaurantes que destacan la gastronomía nacional, mejoras en las habitaciones, un nuevo bar, y para mejorar la experiencia del visitante, inauguraron un parque temático.

Este nuevo atractivo refleja, en su primera fase, lo que eran las ferias antiguas en la zona de Pulacayo, en la época del auge minero. Hay juegos y otros atractivos que, hoy en día, podrían considerarse diversiones para niños; pero en aquel entonces eran atractivos para mayores. Hay una rueda de la fortuna, carrusel, fogoneros para ver las estrellas, columpios, trampolines, juegos de cachinas, rayuela, sapo, futbolín y hasta un bar dentro de un micro, que era el transporte de antaño.

En la segunda fase se incluirán todo lo que son saberes ancestrales, es decir, permitirá revivir cómo vivían los indígenas a orillas del Salar, cómo hacían su comida a leña, cómo era la medicina tradicional, sus bebidas, costumbres y bailes.

Hidalgo Corporation también gestiona los hoteles “Jardines de Uyuni” y “Jardines de Mallku Cueva” que está enclavado en una roca y es el lugar de pernocte para la gente que va a conocer las lagunas de colores. Ambos están en proceso de remodelación para alcanzar la categoría cinco estrellas.

Además, la empresa cuenta con Hidalgo Tour, que ofrece tours de lujo en la región con furgonetas de lujo con internet satelital y otras comodidades. Y una línea de negocio complementaria es la marca gastronómica Tika, con la que ha incursionado en el catering.

El compromiso con la sostenibilidad es otro pilar fundamental. La Fundación Juan Quesada Valda trabaja con comunidades locales como Colchani, transformándola en una ciudad modelo de turismo. La energía solar, el compostaje y el reciclaje son prácticas cotidianas en la corporación, que también planea nuevas experiencias turísticas en ciudades como Potosí y Cochabamba.

Otras unidades de negocio

A medida que pasaban los años, Juan Gabriel Quesada se dio cuenta de que necesitaban servicios con los que no contaban. Entonces, decidió crear nuevas unidades de negocio y así nació su empresa constructora, donde un equipo de especialistas se encarga del diseño y construcción de sus hoteles, restaurantes y oficinas.

También se creó una empresa de social media, marketing y publicidad en la que trabajan más de 15 personas, ya que en Bolivia no hay empresas especializadas en marketing turístico u hotelero. Esta nueva unidad nació después de la cuarentena por la pandemia para incursionar en nuevos canales de ventas, como las redes sociales.

Por todas las unidades de negocio que incluye es que la empresa se denomina Hidalgo Corporation.

Moda andina
Hidalgo Corporation no solo se enfoca en la hotelería y el turismo. Prepara el lanzamiento de Tessara, una marca de ropa de lujo inspirada en el safari andino, cuyo debut fue previsto para junio de 2025. Este emprendimiento refleja la visión de Juan Gabriel Quesada de proyectar la riqueza cultural boliviana al mundo a través de diversas plataformas, desde la gastronomía hasta la moda.

El sueño de Juan Gabriel no solo es mantener vivo el legado de su padre, sino también generar empleo y desarrollo para Bolivia, demostrando que los sueños, cuando se persiguen con pasión, pueden transformar realidades.

¿Quién manda en la banca boliviana? Así quedó el ranking CAMEL 2024

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Redacción | Activo$ Bolivia

En medio de un panorama económico desafiante, el sistema bancario boliviano demostró que está sólido y sakudable. Y si te preguntas cuál es el banco “top” del año, te contamos que BancoSol se llevó el oro en el ranking CAMEL 2024, elaborado con base en datos oficiales de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).

El CAMEL es un sistema de evaluación que mide la salud financiera de los bancos a partir de cinco áreas clave: Capital, Activos, Administración (Management), Rentabilidad y Liquidez en una escala del 1 al 5. La lógica es simple: mientras más cerca del 1 esté la calificación, mejor. Así que cuando BancoSol marcó 2,40 puntos, quedó clarísimo quién es el líder del año.

Así está el Top 3 del ranking 2024:

  1. BancoSol – sólido como una roca, con el mayor índice de solvencia (15,25%) y una morosidad bajísima (1,5%).
  2. Banco BISA – rendimiento notable con una rentabilidad (ROA) del 1,19% y un manejo eficiente de sus gastos.
  3. Banco Ganadero – el más rentable del sistema: ¡1,86% de ROA! Además, fue el banco que más ganó en proporción a sus activos.

Pero no solo se trata de liderazgo, el informe destaca que la banca boliviana, en general, goza de buena salud. La rentabilidad promedio del sistema subió a 0,86%; la mora está bajo control, apenas en 3,1%; los depósitos crecieron más del 76% y la liquidez (es decir, la capacidad de pagar lo que deben a corto plazo) se mantiene fuerte en casi 30%.

Ahora, en cuento al tamaño, Banco Unión lidera en activos (más de Bs. 55.000 millones), en créditos (Bs. 32.000 millones) y en depósitos (Bs. 30.900 millones). Es el gigante del sistema, aunque no el mejor calificado en salud financiera.

El dato curioso es que, aunque BancoSol no es el más grande, sí es el más eficiente, sólido y rentable en términos de evaluación CAMEL. Una muestra clara de que el tamaño no lo es todo.

En resumen, 2024 fue un año positivo para los bancos en Bolivia. Si estabas buscando referencias para abrir una cuenta, pedir un crédito o simplemente saber a quién le va mejor cuidando tu dinero, ahora tienes la lista.

De Bolivia al mundo con la robótica

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Francisco Triveño en una entrevista televisiva realizada en Cochabamba.

Sandra Arias Lazcano | Activo$ Bolivia

Francisco Triveño Vargas es un ejemplo inspirador de cómo la perseverancia, la dedicación y el enfoque en la excelencia pueden abrir las puertas del mundo. Su pasión por la tecnología le llevó a jugar en las grandes ligas de la robótica. Esta es su historia.

Nació en 1972 y su infancia transcurrió en la zona sur de Cochabamba, en Jaihuayco, donde la carencia de agua potable marcó los primeros años de su vida. A los cuatro años, su familia de ocho, encabezada por Francisco Triveño López y Rosa María Vargas Terán, se trasladó a Quillacollo, que en aquella época resultaba un mejor lugar para vivir.

Allí comenzó su vida académica y fue en el colegio San Martín de Porres donde se graduó con honores, en 1989. Pero fue un evento en 1987 el que marcó un antes y un después: una feria de ciencias estudiantil despertó su interés por la tecnología.

Una carrera transformadora

Entre 1991 y 1996, estudió Ingeniería Eléctrica en la universidad estatal de Cochabamba, donde comenzó a explorar su interés por la robótica. Su carrera profesional comenzó en 1997, cuando trabajó en ENTEL, en el área de telefonía inalámbrica, y también fue docente en el colegio Federico Froebel.

Triveño cuando recibía uno de los títulos académicos que logró en el extranjero.

Un convenio entre la universidad de Santa Catarina, en Brasil, y la estatal de Cochabamba fue clave en su formación de posgrado. En 1998, ese acuerdo le permitió partir a Brasil a hacer una maestría en Ingeniería Eléctrica, después hizo un doctorado que concluyó en 2005. Estas experiencias le permitieron profundizar en áreas como robótica y automatización, mientras acumulaba especializaciones en aeronáutica y sistemas complejos.

Liderazgo en la industria aeronáutica

En 2002, su talento y formación lo llevaron a formar parte de EMBRAER, la reconocida empresa brasileña de aviación. A pesar de ser extranjero, fue seleccionado para un puesto clave en el desarrollo de sistemas de control de vuelo.

Su trabajo incluyó la certificación de la primera generación de fly by wire, tecnología que revoluciona el control de aeronaves al sustituir sistemas mecánicos por electrónicos. También contribuyó al desarrollo de aviones emblemáticos como el carguero militar KC-390 y el interceptador Super Tucano. Se retiró de la empresa en 2021 por razones personales.

Sus logros también incluyen haber sido parte del programa de propuesta de leyes de control para los tres ejes de una aeronave comercial, el diseño del piloto automático de un interceptador militar, del equipo que propuso generar código en house (software embebido), de la etapa de pre-ensayos y análisis del primer entrenador militar de Turquía y fue parte del desarrollo del primer taxi aéreo para Japón.

Un pionero en robótica educativa

Quiso contagiar su interés por la robótica a las nuevas generaciones. Por eso, en 2011, coadyuvó a la fundación de la primera escuela de robótica educativa en La Paz, Bolivia. Además, impartió conferencias sobre robótica industrial, educativa y aérea, promoviendo este campo emergente en el país. Fue tutor de las primeras tesis de robótica en el país y creó aulas especializadas en universidades bolivianas y del exterior.

Francisco Treviño junto a un equipo de expertos asiáticos.

Un vínculo permanente con Bolivia

Aunque su carrera lo llevó a escenarios internacionales, nunca perdió su conexión con Bolivia. Su familia y su compromiso con los más jóvenes han sido un motor constante. Durante su última visita, en abril de 2024, colaboró con varias universidades bolivianas orientando a estudiantes y compartiendo su experiencia.

Actualmente, es consultor para Oriente Medio y Asia, diseñando controladores de vuelo y sistemas automatizados. Además, planea nuevas iniciativas, como el lanzamiento de la segunda edición de su libro Modelado, simulación y Control de Sistemas, en 2025.

Alimentos bolivianos con destino global

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De la Selva ha conquistado más de 15 países con productos de alta calidad.

Sandra Arias Lazcano | Activo$ Bolivia

Hace dos décadas, con una visión clara y un firme compromiso con la agroindustria, nacía De la Selva, una empresa boliviana que hoy es referente en la producción y exportación de alimentos en conserva. Su trayectoria es una historia de innovación, esfuerzo y expansión internacional, con un fuerte enfoque en la calidad y la sostenibilidad.

Natural y saludable

Desde su creación, De la Selva ha trabajado bajo el principio de ofrecer alimentos naturales y saludables. Su especialidad radica en la producción de palmito en conserva en diversas presentaciones, así como piña en almíbar.

“Nos dedicamos a la innovación y al desarrollo de productos alimenticios seguros y de alta calidad, adaptados a las tendencias actuales del consumidor”, explica el CEO de la empresa, Sergio Tejada Taborga.

Uno de los aspectos más destacados de su modelo de negocio es su relación con la comunidad. Aunque cuenta con plantaciones propias de palmito, el 95% de su materia prima proviene de más de 2.000 familias productoras.

Además, su moderna planta industrial en el Trópico de Cochabamba cumple con los más rigurosos estándares de calidad e inocuidad alimentaria, con certificaciones como IFS y Kosher. También se enorgullece de contar con un equipo de trabajo compuesto en más del 85% por mujeres, promoviendo la inclusión y el empoderamiento en el sector.

Japón, un hito histórico

El año 2024 marcó un antes y un después para De la Selva al convertirse en la primera empresa boliviana en exportar palmito al exigente mercado japonés. Este logro, resultado de años de trabajo y cumplimiento de altos estándares de calidad, posiciona a la empresa como una referencia en el sector agroindustrial de Bolivia.

Este éxito no es casualidad, Sergio Tejada ha liderado la empresa con una visión de crecimiento y sostenibilidad. Ingeniero agrónomo de formación, comenzó su carrera junto a su padre, Javier Tejada, un empresario visionario que impulsó la construcción de la planta procesadora en Isarzama, Entre Ríos, estratégicamente ubicada cerca de las principales zonas productoras de palmito.

Liderazgo y visión empresarial

Desde 2010, cuando asumió la gerencia general, Sergio Tejada ha llevado a De la Selva a un crecimiento constante. Su participación en programas de capacitación internacional, como el proyecto CBI de Holanda, le permitió acceder a mercados europeos y cerrar acuerdos con clientes de Francia, Bélgica, España, Israel y otros países. Además, ha desempeñado roles clave en gremios industriales como la Cámara Departamental de Industria y la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Cochabamba (ICAM) contribuyendo activamente al desarrollo del sector en Bolivia.

Para Tejada hijo, el éxito empresarial se basa en tres pilares fundamentales: liderazgo, resiliencia y valores. “El éxito de cualquier empresa no depende solo de uno, sino de un equipo bien consolidado”, señala. Asimismo, destaca la importancia de enfrentar los desafíos con serenidad y aprender de cada experiencia.

Con más de 20 años en la industria, De la Selva no solo ha logrado consolidarse en el mercado nacional, sino que ha conquistado más de 15 países con productos de alta calidad. Su misión es seguir expandiéndose y posicionarse como una marca líder en el sector de alimentos saludables a nivel global. Con un equipo comprometido, una visión clara y un enfoque en la innovación, De la Selva continúa escribiendo su historia de éxito, llevando lo mejor de la agroindustria boliviana al mundo.

De ladrillos a cerámica sostenible

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Luis Laredo, gerente general de CIMCO.

Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

La historia de Cerámica CIMCO SRL es un relato de transformación e innovación. En 2025, esta empresa cochabambina celebra su 50 aniversario con una nueva visión: modernizar su producción y reforzar su compromiso con el medio ambiente.

El próximo 24 de marzo marcará el inicio de un nuevo ciclo para CIMCO, con el lanzamiento de una línea de cerámica ecológica producida con tecnología de punta.

Luis Laredo, gerente general, destaca que estas cinco décadas han sido un desafío constante. «Hemos enfrentado muchos retos, pero siempre con la mirada puesta en innovar y crecer», señala. Para conmemorar su aniversario, CIMCO ha implementado equipos avanzados con software de alta gama, que permitirán ofrecer revestimientos personalizados a partir de mediados de 2025.

La sostenibilidad es clave en esta nueva etapa. Laredo adelanta un proyecto ecológico que iniciará en Sacaba, con el objetivo de crear un sistema de negocios colaborativos con los municipios cochabambinos. Aunque los detalles aún se mantienen en reserva, promete que será un paso significativo para la industria y el medio ambiente.

Desde su fundación en 1975, CIMCO ha evolucionado. Los primeros pasos de esta industria fueron marcados por el padre de Luis Laredo con la producción de cerámica que estaba orientada a sustituir al ladrillo convencional de ese entonces.

El año 2013 significó un punto de inflexión. La empresa experimentó un cambio de administración con nuevos propietarios, nueva razón social y con la incorporación de nuevos socios a la compañía, ahora encabezada por Luis Laredo hijo.

Fue a partir de entonces que introdujo el Sistema de Gestión Ambiental y obtuvo la certificación ISO 14000, en el marco de su Responsabilidad Social Administrativa, lo que le permitió optimizar recursos y reducir emisiones contaminantes.

Actualmente, utiliza un 60% de aguas residuales industriales no contaminantes y ha disminuido un 20% el uso de materia prima mediante la incorporación de residuos sólidos industriales, aportados por dos industrias locales.

Hoy, CIMCO cuenta con 21 productos de cerámica y produce 80 toneladas diarias, a pesar de la caída del 30% en la demanda de materiales de construcción. Su equipo está formado por 45 empleados directos y genera 110 empleos indirectos, sin contar los otros empleos indirectos relacionados con la distribución, comercialización y transporte.

Además, ahora hay sangre nueva al haberse incorporado la tercera generación familiar, puesto que el hijo y el sobrino de Laredo comenzaron a trabajar en la empresa motivados por los nuevos desafíos.

Gastroenterología de vanguardia en Cochabamba

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Los equipos que utiliza el Dr. Grover Vargas son de última tecnología para lograr un diagnóstico preciso.

Sandra Arias Lazcano | Activo$ Bolivia

En 1996, Grover Vargas ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Simón sin imaginar que su trayectoria lo convertiría en un referente en la gastroenterología en Cochabamba. Con una formación sólida y una visión innovadora, el Dr. Vargas trabaja en la modernización del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del sistema digestivo, marcando un hito en la medicina boliviana.

El inicio de una pasión

El año 2000 marcó el inicio de su interés por la gastroenterología, cuando, como estudiante, comenzó a desempeñarse en el Instituto Gastroenterológico Boliviano Japonés en Cochabamba. Fue en ese entorno donde descubrió su inclinación por la ecografía y la endoscopia digestiva.

Concluyó sus estudios en 2002 y, en 2005, ingresó a la residencia médica en la especialidad de gastroenterología, la cual completó en 2008. En aquellos años, el Instituto de Gastroenterología implementó la atención vespertina, y el Dr. Vargas formó parte del equipo de médicos que revitalizó la institución. En 2010, fue becado a Brasil por la Asociación Interamericana de Gastroenterología para especializarse en motilidad y endoscopía digestiva. De regreso en Bolivia, trabajó en el Hospital Viedma por casi cinco años.

En 2016, ingresó nuevamente al Instituto Gastroenterológico Boliviano-Japonés, donde ejerce funciones asistenciales y de docencia. Actualmente, es jefe de Enseñanza e Investigación y lidera proyectos institucionales, destacando la consolidación de la primera unidad de trasplante hepático en Bolivia.

Una respuesta a la alta demanda

En 2020, con el objetivo de ampliar su impacto, fundó el centro privado de endoscopia ECO-GASTRO-DIAGNÓSTICO S.R.L., equipado con tecnología de última generación. “La gastroenterología tiene alta demanda en Cochabamba debido a los hábitos alimenticios locales. Queríamos ofrecer un servicio que combine comodidad, diagnóstico y tratamiento con alta eficiencia, calidad y calidez”, explica.

Gracias a sus buenas relaciones con FUJINON, líder mundial en endoscopia, logró equipar su centro con tecnología de vanguardia. Sus equipos aumentan la imagen endoscópica hasta 120 veces, permitiendo la detección de lesiones precancerosas y la realización de intervenciones preventivas. “Es tecnología combinada con inteligencia artificial, brindando resultados rápidos, altamente sensibles, confiables y seguros”, destaca.

Mirando hacia el futuro

Vargas sueña con expandir su emprendimiento y consolidar un instituto privado de gastroenterología con tecnología de clase mundial. Para ello, continúa capacitándose y estableciendo alianzas internacionales para mantenerse a la vanguardia de su especialidad. “La formación en medicina es continua y, en mi caso, imprescindible para implementar tecnologías que beneficien a los pacientes”, afirma.

Con una trayectoria marcada por trabajo, perseverancia e innovación, Grover Vargas Bazoalto ha transformado la atención gastroenterológica en Cochabamba y está trazando un camino inspirador para futuras generaciones de profesionales.

Seis cursos online para impulsar tu negocio sin salir de casa

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La capacitación programada para 2025 se realizará entre mayo y octubre.

Redacción | Activo$ Bolivia

Este 5 de mayo arranca una nueva edición del programa “Dirección de Negocios, Trabajando Juntos” del Banco Económico, pensado especialmente para mujeres que están sacando adelante sus propios negocios. ¿Lo mejor? Es gratis, 100% virtual y abierto a emprendedoras de todo el país, sin importar dónde estén.

Desde su creación en 2005, este programa ya ha ayudado a más de 7.000 emprendedores bolivianos, y desde 2017, el foco está en empoderar a las mujeres microempresarias y emprendedoras (MYPE). En 2025, se ofrecerán seis cursos virtuales, con una duración de entre 20 y 30 horas, pensados para que cada participante salga con herramientas reales para mejorar su negocio.

“Nuestro compromiso es acompañar a las mujeres en su camino hacia el éxito”, dice Silvia Nuñez, encargada de RSE y Educación Financiera del Banco Económico. Y realmente lo hacen: además de la formación, las participantes se suman a la comunidad Red Mujer, donde pueden acceder a beneficios exclusivos, un espacio de coworking gratuito en Santa Cruz y una red de apoyo con otras emprendedoras que enfrentan los mismos desafíos.

Este ciclo formativo no solo busca enseñar, sino también reactivar la economía desde el corazón de los negocios locales: las mujeres que día a día sacan adelante sus emprendimientos con garra y creatividad. “Queremos que cada mujer se sienta respaldada y encuentre en Red Mujer un espacio de crecimiento”, agrega Nuñez.

Las inscripciones ya están abiertas y se pueden hacer a través de la web del Banco Económico. Si tienes una idea, un emprendimiento en marcha o simplemente ganas de aprender y conectar con otras mujeres emprendedoras, este programa es para ti.

Las manos que mueven la economía popular

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Albina Orozco heredó el puesto de venta de su madre, en el mercado Calatayud, uno de los más importantes de Cochabamba.

Sandra Arias Lazcano | Activo$ Bolivia

A Elizabeth N., de 53 años, le cuesta un poco hurgar en su memoria para recordar qué edad tenía cuando empezó a trabajar en un mercado de Cochabamba (que prefiere que no nombremos por temor a que sus hijos se enojen). Hace cuentas y dice que tenía 16 años, es decir que hace 37 años que se levanta todos los días a las 4 de la mañana (a veces antes) para ir a abastecerse de papa y verduras, que vende en el puesto que le dejó su mamá.

El Mercado Campesino y el Mercado Santa Bárbara son sus destinos diarios para regatear con los intermediarios un precio conveniente, más ahora que el alza de precios deja poco margen de ganancia. El tiempo apremia, debe cargar todo para llegar lo antes posible a su puesto y lo hace sola, a pesar de la pesada carga, porque su sustento depende de eso.

A varias cuadras de distancia, en el mercado Calatayud, María Julia Q. de 63 años, vende abarrotes y cuenta que cada día (mejor dicho, cada noche) se levanta a las 03:30 para llegar a su puesto una hora después, junto a su esposo, quien le ayuda a abrir y acomodar todo antes de ir a su trabajo.

El mercado es una extensión del hogar para muchos niños.

¿Cómo está? Es la primera pregunta y ella responde que muy preocupada. Pasa que los clientes de ese mercado, en su mayoría, son dueños de pensiones y restaurantes; pero en el último tiempo hay menos compradores. “Se están cerrando los restaurantes”, dice con preocupación y calcula que ahora tiene casi la mitad de clientes que antes porque “todo ha subido”. Inmediatamente, hace un detalle pormenorizado y comparativo del alza de precios de varios alimentos de primera necesidad. Ella no sabe de microeconomía, pero ¿cómo dudar de que puede testear la economía cotidiana?

Elizabeth sí está consciente de que su trabajo es parte del engranaje económico. “Si no hubiera mercado, no habría economía. Mediante eso se mueve la economía”, afirma. La pregunta le da pie para revelar, con timidez, que tiene una profesión (aunque también evita contar cuál) y dice con evidente frustración que no la ejerce porque los profesionales son mal pagados, así que no le sirvió de nada sacrificarse estudiando.

Ellas, como muchas, sostienen la economía informal sin reconocimiento, mientras enfrentan un entorno laboral hostil (en muchos casos), problemas estructurales en los mercados que no facilitan su trabajo y la indiferencia de los medios que sólo aparecen cuando hay bloqueos o conflictos para preguntarles: “¿Por qué subieron los precios?”. Este último es el reclamo de Ana María Heredia, vendedora del mercado 25 de Mayo, a quien le enoja que se difunda la idea de que son ellas las que elevan los precios, cuando son los intermediarios quienes los imponen.

María Julia dice que nunca le entrevistaron (hasta ahora) para preguntarle cómo se sentía o cuánto esfuerzo hay detrás de su trabajo. Tampoco le preguntan sobre el estado del mercado, que para ella está en completo abandono de parte de las autoridades.

Su aporte en cifras

Con más del 80%, Bolivia tiene un elevado índice de empleo “informal”. El estudio “Mujeres trabajadoras. Manos invisibles que mueven la economía en Bolivia”, publicado en marzo de 2024 por la Coordinadora de la Mujer, elige llamarle empleo no formal, independiente o por cuenta propia como una forma de reivindicar su importancia para la autonomía económica de las mujeres.

Fuente: Coordinadora de la Mujer con datos de la OIT.

El siguiente dato ilustra el impacto de las mujeres cuentapropistas de la economía informal y es que su participación en actividades de comercio, restaurantes y hoteles es de más del 70%, según refleja el estudio “Caracterización de mujeres cuentapropistas informales en Bolivia” (OIT, ONU Mujeres y PNUD. 2022), realizado en las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

Fuente: Con datos de la Encuesta de Hogares del INE 2020.

Pese a que los mercados populares concentran hasta el 70% de la actividad comercial diaria en zonas urbanas del país y a la preponderancia de mujeres en la venta ambulante y en los mercados, su aporte económico no aparece en las estadísticas oficiales de manera amplia y detallada.

No hay, por ejemplo, informes oficiales sobre el volumen de ventas o sobre el movimiento económico que generan. Tampoco hay estadísticas sobre los empleos conexos que impulsan en rubros como el transporte, venta de comida, carga y descarga de productos o cualquier otro servicio.

Ana María Heredia vende en el mercado 25 de Mayo desde hace 30 años.

¿A qué se debe esta invisibilización? Juana Olivera, socióloga y activista por los derechos de las mujeres, responde: “Así pasa con casi todo lo que ocurre respecto al aporte económico que realizamos las mujeres, lo que se hace es precisamente eso: no se recupera ni se contabiliza como parte de un aporte sustancial y significativo a la economía del país. Se ha naturalizado (no hacerlo)”.

Además, muchas veces, este trabajo es tan invisibilizado que el dinero que generan las mujeres se considera como un ingreso adicional al ingreso “central” de sus pares masculinos.

¿Por qué? Porque están insertas en el marco de un mercado de trabajo “informal” que limita las posibilidades de recuperar estadísticamente su verdadero aporte económico, no solamente a la economía de sus familias, sino al Producto Interno Bruto (PIB) del país, responde Olivera.

Por si esto fuera poco, hay otra variable importante: las mujeres trabajan el doble o el triple al mismo tiempo al combinar, en paralelo, tiempos dedicados al cuidado de sus hijos e hijas, de su familia y al cumplimiento de todas las responsabilidades que se les han asignado por cuestiones de género.

 Limpiar, cocinar, lavar, cuidar a niños y niñas, llevarlos a la escuela, recogerlos y más son las tareas que se da por descontado que debe hacer una mujer mientras cumple con sus iniciativas productivas en los mercados o en pequeños negocios.

María Julia Q. también heredó su puesto en el mercado Calatayud de su madre, donde vende desde hace casi 40 años.

Es lo que hace Ana María, que espera a su pequeño con el almuerzo listo. Llena con agua una bolsa de plástico donde hace que se lave las manos. Mientras él toma su sopa, ella pica perejil para vender y le pregunta sobre las tareas del colegio. Es el momento de compartir, luego ella retomará la venta y el niño hará sus deberes.

Entonces, no sólo no se valoran los ingresos que generan, sino que la actividad del cuidado, que ejercen casi por inercia, no se toma en cuenta como un trabajo y por eso no se contabiliza. Olivera considera que la falta de datos es una sería limitación e incide en la falta de investigaciones sobre el aporte económico de estas mujeres que, efectivamente, combinan dos o tres dimensiones laborales.

La economía del cuidado es todo lo que tiene que ver con las condiciones para generar el bienestar físico, emocional y mental de las personas. No es considerado trabajo y no se le asigna un valor monetario, pese a que es un concepto reconocido en la Constitución Política del Estado.

Pero sí es un trabajo, sin horario, sin límite de tiempo, debilita la calidad de vida de las mujeres y limita sus posibilidades. Por otra parte, las mujeres que ejercen esta combinación de roles no gozan de beneficios sociales, no tienen seguro médico ni un salario asegurado y dependen exclusivamente de las condiciones que le otorga el mercado.

Ante la ausencia de datos, para tener una idea del entramado económico que tejen solamente en su área inmediata de acción, el siguiente gráfico ilustra cómo las vendedoras de los mercados son un motor económico que crea interdependencia con otros varios actores, generando un flujo permanente de dinero al comprar, vender y demandar servicios conexos. Así, su actividad no sólo les proporciona ingresos a ellas y sus familias, sino que también sostiene una amplia gama de actividades económicas en su entorno.

En la ciudad hay 37 mercados establecidos legalmente y alrededor de 100 mil comerciantes, según datos municipales. Ya en 2008, el sociólogo y estudioso de la actividad comercial, Alberto Pizarro, lanzó un dato clave: el 80% de los puestos de venta eran propiedad de mujeres. Estos datos dan una idea del flujo económico que generan las mujeres en los mercados populares.

El pasado explica el presente

Es recurrente oír la frase: “La ciudad parece un mercado”; pero realmente así fue ya desde la época de la fundación. Lo que hoy es la plaza 14 de Septiembre era el mercado, donde las comerciantes eran mayoritariamente mujeres (como ahora). Y lo que hoy conocemos como la Cancha es porque realmente comenzó siendo una cancha de fútbol.

El sociólogo Alberto Rivera Pizarro (fallecido a principios de este año) contaba, en un estudio presentado hace más de 10 años por la Universidad Mayor de San Simón, que así se configuraba en 1900 la ciudad. Y el comercio no se limitaba a Cochabamba, porque había quienes llevaban a Santa Cruz la sal que compraban en Oruro. Así que vender y viajar siempre fue una actividad que caracterizó a los cochabambinos.

En aquella época no existía la Cancha, que se configuró como la conocemos recién en los años 60, cuando se definió que los comerciantes se ubicaran en la Av. San Martín y calle Jordán. A partir de entonces, el comercio fue expandiéndose hacia el sur y lo que era la cancha de fútbol en las calles Uruguay y Lanza (que iba a ser un parque) se transformó en el mercado Calatayud, uno de los más importantes. Después, fue expandiéndose hasta convertirse en el mercado que hoy conocemos como La Pampa.

Rivera explicaba que, entonces, las vendedoras necesitaban dónde vivir cerca de sus negocios y tener depósitos, entonces empezaron a urbanizar zonas como Huayra K’asa o Ticti. El flujo de dinero hizo que las comerciantes reinvirtieran en vehículos de transporte para sus productos, una tarea que permitió dar trabajo, inicialmente, a sus maridos.

Con los años, las ganancias se orientaron a comprar terrenos en mejores zonas, como la zona norte, y también a educar a sus hijos en la perspectiva de ofrecerles otra opción de futuro.

Mientras todo esto se desarrollaba a través de los años, el dinero que generaban las comerciantes fluía por los bolsillos de la ciudad, igual que ahora lo sigue haciendo.

Abrir y cerrar el puesto cada día, 7 días a la semana, es una pesada tarea que muchas de las vendedoras hacen en solitario.

Redes colaborativas dentro y fuera de casa

La interacción con los clientes o conversar con sus amigas son algunas de las cosas que animan el día a día de estas mujeres, aunque el ambiente laboral parece ser un poco ácido porque, como reza el famoso dicho q’ochala, “todo es miramiento”.

Aunque no todo es malo porque el espíritu colaborativo suele aflorar cuando es necesario. Es la historia de Ana María Heredia, quien desde muy joven empezó como comerciante ambulante. Ella tiene displasia de cadera y, cuando a los 20 años quedó embarazada, las dirigentes del mercado decidieron darle un puesto fijo para que pudiera trabajar y cuidar a su bebé.

Hoy, Ana María tiene 50 años y sigue vendiendo en ese puesto que le permitió criar a dos hijos y a un tercero que no esperaba. Su hijo menor es, en realidad, su sobrino. La esposa de su hermano se fue del país y ella tomó al niño a su cargo. “Es como mi hijo”, dice del pequeño de 11 años que vuelve del colegio de la mano de una muchacha. Las redes colaborativas siguen funcionando porque Ana María tiene la ayuda de esa joven, que es la encargada de recoger al niño cada medio día.

Sonia Verduguez tiene su puesto en el mercado 25 de Mayo y tiene muy presente que ella aporta a la ciudad a través del pago de patentes.

El mercado es una extensión del hogar para muchos niños que crecen, juegan y hacen las tareas escolares en medio de cestas, anaqueles y cajas.

Algunas vendedoras también tienen una red de apoyo en casa. Elizabeth N. reconoce que, si bien no tiene ayuda en el puesto, su esposo siempre fue un padre presente en cuanto a la crianza de los hijos y las tareas del hogar. Ana María también cuenta con su esposo, quien se levanta temprano para ir con ella a abastecerse de productos y llevarlos al mercado.

Sonia Verduguez, vendedora de frutas del mercado 25 de Mayo, cuenta que ella no madruga como el resto porque su hermana le ayuda abriendo el puesto a las 6 de la mañana.

El mercado es un gran entramado porque les permite hacer otras actividades para sumar ingresos, como el tradicional pasanaku, un sistema en el que un grupo de personas acuerda ahorrar en conjunto y se sortea quién recibirá el dinero periódicamente.

Elizabeth N. dice que es profesional, pero se dedica a la venta en el mercado porque obtiene mayores ingresos.

Ni improvisadas ni asistidas

Su oficio es duro, agotador, demandante. Es una rutina de lunes a lunes, desde la madrugada hasta el anochecer, salvo los domingos, cuando algunas, como Ana María, se dan licencia para llegar tarde por ir a misa. O los feriados, cuando sólo trabajan hasta el atardecer.

Pero no son seres condenados; tienen proyectos y sueños. A algunas de ellas, el mercado les ha permitido lograr sus objetivos. Elizabeth cuenta, con la voz quebrada por la emoción, que su mayor logro es que sus cuatro hijos son profesionales. Cuenta que su anhelo siempre fue que estudiaran para que tuvieran otras oportunidades en la vida.

María Julia dice que su familia ya está realizada porque todos sus hijos son profesionales y el menor, que pronto será abogado, trabaja y estudia sin depender económicamente de sus padres. Ahora, su sueño personal es ahorrar lo suficiente para hacer las refacciones necesarias en una casa que tiene en el barrio El Pueblito, donde quiere retirarse a descansar cuando deje de trabajar en el mercado.

Sin importar cuál sea su historia, todas estas mujeres demuestran organización, resiliencia, resistencia y visión de familia a largo plazo.

No sólo son “las caseritas”, son verdades estrategas económicas y figuras clave en el tejido económico.

Ecofuturo rompe el tablero y coloca Bs 70 millones en pagarés bursátiles

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Ejecutivos de Ecofuturo tocan la campana de la Bolsa Boliviana de Valores, un acto que celebra hitos y logros.

Redacción | Activo$ Bolivia

Ecofuturo lo hizo en grande. El Banco Pyme colocó el 100% de su emisión de Pagarés Bursátiles en la Bolsa Boliviana de Valores (BBV) moviendo nada menos que Bs 70 millones. Un éxito rotundo que, según su gerente general Alejandro Bustillos, reafirma la confianza del mercado en la entidad y su rol clave en el impulso al sector microempresarial y agropecuario.

La operación, denominada “Pagarés Ecofuturo I – Emisión 1”, se lanzó con una tasa del 7% a 360 días y atrajo a varios inversionistas. ¿El secreto? Una propuesta financiera atractiva; pero, sobre todo, un propósito claro: canalizar recursos a quienes más los necesitan.

“Vamos a seguir usando estos instrumentos para financiar los sueños de nuestros clientes, especialmente los pequeños emprendedores”, comentó Bustillos, dejando en claro que este logro no es un punto de llegada, sino un nuevo punto de partida.

Desde la BBV, Pablo Irusta celebró el hito como un momento simbólico para el mercado de valores. “Tocar la campana es avanzar. Esta colocación impulsa el desarrollo del país”, dijo el gerente general de la Bolsa.

Y es que Ecofuturo no es un jugador improvisado: con más del 80% de su cartera enfocada en microempresas y créditos que superan los 470 millones de dólares, es un banco que apuesta al crecimiento desde abajo, apoyando tanto a emprendedores urbanos como rurales.

Seguridad electrónica de alto nivel

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Julio César Valenzuela, fundador de H&S Tecnologías.

Edwin Carpio San Miguel | Activo$ Bolivia

Desde su fundación en 2007, H&S Tecnologías ha crecido exponencialmente hasta consolidarse como un referente en el sector tecnológico boliviano. Con 18 años de trayectoria, la empresa ha pasado de la comercialización de equipos de cómputo a especializarse en seguridad electrónica y redes de cableado estructurado, ofreciendo soluciones certificadas y de alta calidad.

El inicio de un gran proyecto

Julio César Valenzuela, fundador de H&S Tecnologías, dio vida a la empresa con un conocimiento profundo en sistemas tecnológicos adquirido durante su experiencia en el sector bancario. Inició sus operaciones con la instalación y comercialización de equipos informáticos en la ciudad de Cochabamba. Gracias a su enfoque en la calidad y el servicio técnico especializado, pronto ganó reconocimiento tanto en el sector comercial como en lo corporativo.

La creciente demanda de soluciones avanzadas en seguridad electrónica llevó a H&S Tecnologías a ampliar su mercado incorporando nuevos servicios como cercos eléctricos, cámaras de vigilancia, videoporteros, controles biométricos, sistemas de acceso desde soluciones domiciliarias hasta proyectos de seguridad ciudadana para las Organizaciones Territoriales de Base (OTB), municipios, colegios, condominios y también en la banca e industria. Este crecimiento motivó la apertura de dos sucursales en Quillacollo y el Valle Alto Punata. Actualmente la oficina central se encuentra ubicada en la calle México esquina España.

Superando desafíos con tecnología

H&S Tecnologías ha demostrado su capacidad técnica con proyectos de seguridad corporativa de alto nivel. Empresas como ENDE, Misicuni, BoA, y varias de la banca, cooperativas, alcaldías e instituciones gubernamentales han confiado en sus servicios. Además, la empresa ha innovado en la instalación de sistemas de vigilancia en áreas rurales con acceso limitado a internet. Un ejemplo destacado es un proyecto en Morochata, donde se implementaron cámaras PTZ de alta resolución y largo alcance mediante radioenlaces. Iniciativas similares se han desarrollado en Mizque y en diversas OTB de Cochabamba, reforzando el compromiso de H&S Tecnologías con la seguridad ciudadana.

Uno de los principales servicios de la empresa es la instalación y certificación de redes de cableado estructurado. Este servicio ha permitido a H&S Tecnologías colaborar a varias entidades financieras e instituciones gubernamentales a nivel nacional, garantizando instalaciones seguras y de alta calidad. Para ello, la empresa invierte continuamente en tecnología de vanguardia y en la capacitación y certificación de su equipo técnico para asegurar la eficiencia de cada proyecto.

Excelencia en el servicio

El compromiso de H&S Tecnologías con la calidad se refleja en su selección de marcas certificadas y en su enfoque en la garantía y eficiencia de sus instalaciones. Una de sus innovaciones más destacadas es la implementación de DATACENTER bajo normas internacionales y la certificación de todo el cableado estructurado de datos, energía, fibra óptica, tableros eléctricos, sistemas de respaldo UPS, generador eléctrico y sistemas de aterramiento, protegiendo la inversión y garantizando la continuidad de los servicios 24/7.

Con una sólida trayectoria y un equipo altamente capacitado, H&S Tecnologías continúa su expansión en Bolivia. Su constante evolución y compromiso con la innovación la posicionan como una empresa clave en el sector tecnológico boliviano.